Capítulo 62: La calma que prende a la tormenta(Narrado por Ava)La tensión en la habitación es tan espesa que casi puedo saborearla. Logan se ha acercado tanto que siento su aliento en mi rostro. He herido a este hombre de maneras que nunca imaginé posibles. Lo he reducido a sospechar que vendí nuestro amor por dinero, que me preferí a Colin por interés. El dolor de esa acusación me quema por dentro, pero ¿qué puedo decir en mi defensa?—No fue por dinero —musito, rompiendo el silencio pesado—. Nunca lo fue.Logan no retrocede, su mirada me perfora. —Entonces dame una razón, Ava. Cualquier razón que pueda entender.En ese momento de máxima tensión, su mano se levanta y sus dedos tocan mi mejilla con una suavidad que me toma por completo por sorpresa. El contacto es tan inesperado, tan íntimo después de todos estos años, que contengo la respiración.—¿Él te ofrecía más estabilidad? —pregunta, pero su voz ha perdido la dureza—. ¿Pensaste que sería un mejor padre?Su mano aún está en

Capítulo 64: La noche antes del amanecer(Narrado por Ava)La noche se ha cerrado alrededor del hospital como un abrazo sofocante. Las luces del pasillo se atenúan, creando sombras largas que se arrastran por las paredes de la habitación. Logan sigue sentado en su esquina, la luz azulada de su laptop iluminando su rostro en la penumbra.Han pasado horas desde que intercambiamos la última palabra, pero su presencia llena cada rincón del espacio.El silencio entre nosotros es tan denso que casi puedo tocarlo, cargado de todas las palabras que no nos atrevemos a pronunciar.Cada vez que me atrevo a mirarlo, encuentro sus dedos tamborileando sobre la mesa, sus pies cambiando de posición, y el suspiro apenas audible que escapa de sus labios. Está tan nervioso como yo, aunque se esfuerce por ocultarlo detrás de esa fachada de hombre impasible.—¿Tienes todo lo que necesitas para mañana? —rompo el silencio que se ha vuelto insoportable.Él levanta la vista, sorprendido por mi voz. —Sí. El d

Capítulo 66: Desesperadamente angustiada (Narrado por Ava)Harry irrumpe en la habitación con la primera luz del día filtrándose aún tímidamente por la ventana.—Buenos días —saluda, dirigiéndose directamente a la cama de Liam. Sus manos expertas revisan los signos vitales, comprueban el goteo del suero y buscan cualquier señal de fiebre en la frente de mi hijo. Finalmente, se gira hacia mí—. Los valores son estables y no hay rastro de fiebre. Es el momento ideal para proceder.No me había dado cuenta de que Logan se había puesto de pie y se había acercado a mi lado hasta que su voz, cargada de una tensión contenida, resonó en la habitación.—¿Ahora mismo?Noto algo de sorpresa en su rostro. Tal vez este nervioso. Yo también lo estoy, ya que estoy preocupada por Liam, y también por él.—Sí —confirma Harry, girándose hacia él—. El equipo lo espera para iniciar los preparativos. ¿Acaso tiene algún inconveniente o tiene alguna duda que no haya sido aclarada? ¿Desea esperar?Logan niega

Capítulo 68: Exigiendo respuestas La puerta de la oficina de Richard Langford se abrió de golpe, sin el aviso previo de su secretaria. El hombre alzó la vista lentamente de los documentos que revisaba, sus ojos fríos se clavaron en la intrusa.Amber estaba de pie, con el rostro enrojecido y los labios apretados en una línea delgada de furia. Detrás de ella estaba la secretaria personal de Richard, la señora Higgins, que se retorcía las manos con expresión de pánico.—Lo siento mucho, señor Langford. Le dije que estaba ocupado, pero la señorita Amber insistió en... —La mujer se interrumpió, temiendo decir más.Richard no necesitaba escuchar las excusas. Con un gesto breve y cortante de su mano, despachó a la señora Higgins, quien no tardó en desaparecer, cerrando la puerta con un clic apenas audible. El silencio que quedó era pesado, cargado de la ira que Richard contenía a duras penas.Se reclinó en su silla de cuero, entrelazando los dedos sobre el escritorio de caoba pulida. Sus oj

Capítulo 70: Finalmente noticias NARRADO POR AVAPermanezco sentada en el mismo lugar. Ximena y Colin no se han apartado de mi lado ningún segundo.Miro el reloj de la pared por décima vez o tal vez más. Son las diez y media de la mañana. Llevo aquí sentada casi cuatro horas de espera.Incluso parece que el tiempo se burla de mi situación.—¿Creen que ya habrá empezado la... infusión? —inquiero rompiendo el largo silencio que habían compartido conmigo.—Seguro que sí, Ava —contesta Ximena, me aprieta la mano, ese gesto suyo para hacerme saber que no me debo dejar caer—. Estos procedimientos toman su tiempo. Si no nos han dado respuesta es porque supongo que todo está saliendo bien.Eso quería pensar, incluso estaba tratando de creerlo.—Tal vez tengas razón.Ximena solo me da una pequeña sonrisa cálida.Colin, por su parte, se mantiene callado; sin embargo, sigue sosteniendo mi mano, con más firmeza que al principio. Su presencia es un apoyo mudo pero sólido.En ese momento, las puer