La Sangre D'AngeloAlessia y los demás atravesaron el portal con rapidez, el aire pareciendo cambiar a medida que cruzaban, un escalofrío perceptible en sus cuerpos al llegar a su destino. El castillo que se erguía ante ellos parecía sacado de un cuento antiguo, su fachada de piedra oscura tan imponente como enigmática. Las murallas se alzaban majestuosas y las ventanas en forma de arco parecían mirar al exterior con una vigilancia perpetua, como si el tiempo hubiera dejado de fluir en ese lugar.Cuando llegaron a la puerta del castillo, Alessia se detuvo un paso antes de ella. Alzó la mano, como si invocara algo invisible y el sonido de su voz, suave, pero firme, rompió el silencio.- La Sangre D’Angelo está frente a ti.Los demás se quedaron en el umbral, mirando en silencio mientras Alessia avanzaba sola hacia la puerta de madera maciza. Con un gesto elegante,

Quédate ConmigoDamian entró corriendo en el gran estudio donde podía sentir a Alessia sin tocar. Las grandes puertas de abrieron de par en par sorprendiendo a la mujer quien estaba revisando una computadora.Con un par de zancadas, llegó hasta ella y la abrazó como si de un momento a otro fuese a desaparecer.- ¿Dónde estabas? - le preguntó ansioso.- Aquí. - mintió - Estaba reservando el hotel para quedarme mientras tu vas a la agencia...Damian frunció el ceño cuando Alessia le mencionó el hotel en Londres y la inquietud se instaló en su pecho con una rapidez inesperada. La idea de volver a su departamento sin ella, de despertarse en su cama en la ciudad sin sentir su presencia, lo oprimió con una intensidad que lo desconcertó.En un parpadeo, la rodeó con los brazos y la atrajo de nuevo hacia él,

Mantente OcultoAl otro lado de la línea, la voz de Carter estalló con su característico tono directo y preocupado.- ¡Comandante! Estaba a punto de intervenir las cámaras de su edificio. Salió como si lo persiguiera el diablo y no regresó. Creímos que algo le había pasado. El Coronel Skylar ha preguntado por usted.Damian cerró los ojos un momento, presionando el puente de su nariz. Sabía que su ausencia llamaría la atención, pero no esperaba que Carter estuviera al borde de un operativo de rastreo solo por un par de semanas fuera de la rutina.- Estoy bien. - dijo con calma, lanzando una mirada de advertencia a Roman, quien estaba demasiado entretenido explorando la comida humana para prestar atención - Tuve algunos asuntos personales que atender. Fue una emergencia y me quedé sin señal.- ¿Asuntos personales? - r

Las Razones Para ProtegerteLa mujer observó con cautela al joven mestizo antes de suspirar y hablar. Era necesario. Había pasado mucho tiempo.- Eres Vincenzo D’Angelo, hijo del padre de Alessia y una humana que forzó a ser su contenedor de sangre.- Los contenedores son humanos tomados como alimento. No los mataban, pero eran tratados como contenedores de sangre y acompañantes en la cama debido que, al alimentarse, el frenesí de la sangre aumentaba sus impulsos y deseos. - le explicó Aria con un tono serio que no dejaba lugar a dudas.Carter se quedó helado.La información entró en su mente como un puñal frío, cortando cada certeza que tenía sobre su origen. D’Angelo. Ese nombre significaba algo. Lo había escuchado antes, en sesiones de la Luna Roja, en registros antiguos. En boca de su madre.Su boca se secó.

Las PistasLas noches en Londres eran frías y húmedas, con la neblina deslizándose entre los edificios como un velo de sombras. Damian se ajustó el abrigo y caminó por las calles silenciosas, con el oído atento a cualquier sonido inusual. Desde que había tomado sus días libres, su rutina había cambiado drásticamente. Mientras la agencia creía que estaba en casa descansando, él trabajaba bajo la oscuridad, siguiendo las pistas que Carter y Alessia encontraban sobre la droga Almas Perdidas.En el apartamento contiguo al suyo, Sasha, antes Vincenzo, se había instalado con su equipo uniendo fuerzas con Aria y Roman. A pesar de su desconfianza inicial, poco a poco comenzaba a integrarse. Damian lo había notado: aunque su actitud seguía siendo cautelosa, había cierta curiosidad en su mirada cuando hablaba con Alessia, cuando la observaba sin que ella lo supiera.Las investigaciones avanzaban rápido. Carter rastreaba el origen de los envíos de la droga