Madeline por fin se había ido de la casa.—¿De verdad sigues creyendo que Jillian va a regresar contigo?Dijo, ladeando la cabeza con esa sonrisita arrogante.—Finn, no tienes remedio. ¿O se te olvida que ya están divorciados?La mandíbula de Finn se tensó.—Eso a ti no te importa.Y le azotó la puerta en la cara.El trayecto al hospital fue silencioso. Aferraba el volante con una fuerza contenida. La ciudad pasaba como un borrón por la ventanilla, pero él apenas se daba cuenta.Henry seguía en esa maldita cama de hospital, extremadamente pálido y con unas ojeras pronunciadas.—Mañana vamos a traer a tu mamá de vuelta.Le dijo Finn con suavidad, apartándole el cabello de la frente. A Henry le brillaron un poco los ojos. No fue mucho, pero lo suficiente para que su padre creyera que esto podría arreglar algo.Por mi parte, yo ya sabía lo que planeaba. Mi papá me lo contó todo después de que Finn se fue del hospital. Así que lo llamé.—Mi papá me contó lo que dijiste.Le dije, con voz fi
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