[CONTINUACIÓN]Lucas alzó las manos en señal de paz y se sentó de nuevo a mi lado.Lo miré, negué y sonreí al regresar la mirada a mi padre, que miraba a Lucas con cierto orgullo entre la molestia que quería demostrar.Lo cierto es que ni siquiera entendí su discusión, pero había sido entretenido.Después de aquel intercambio de opiniones cada uno siguió en lo suyo. Papá explicando algunas claves del éxito que necesitábamos saber para mantener a flote una empresa, ya fuéramos dueños o no, frente a la competencia, fuera nueva o no, y después de un gran discurso motivador que solo la mitad del curso escuchó, vinieron los anuncios de parte de la dirección, los cuales papá tenía que notificarnos.—Recuerden que el último viernes del siguiente mes, tienen la segunda excursión recreativa del año, y sepan de antemano que está prohibido faltar, ya que también es la última excursión antes del viaje de despedida…—Entonces… ¿No sería la penúltima? —levantó su mano, Lucas, sonriendo con burla.Pa

[EDDY]Viéndolo desde el punto de vista del gran Nicolás Mitchell, se podría decir que era normal cuando toda mi vida lo había tenido todo con solo una sonrisa y un dulce "por favor". Pero eso ahora no serviría.—Bienvenidos a "ECO cars" una empresa innovadora y amigable con el medio ambiente —Saludó la bella chica de baja estatura y cabello castaño, que estaba en medio de los dos sujetos. Su sonrisa era ancha y no parecía ser falsa. Sin perder la amabilidad en ningún momento, entregó a cada uno de los solicitantes una hoja lisa de papel, con varios campos vacíos que había que rellenar con nuestros datos personales —. Llenen la solicitud, pongan su información con letra legible, limpia y ordenada, y cuando terminen la dejan sobre el escritorio —Señaló un brillante escritorio de madera refinada que estaba detrás de ellos. Detrás de él, en un asiento giratorio, una delgada chica de cabello negro y mirada en extremo fría.Todos asentimos en la comprensión de las indicaciones que había da

[EDDY]—¿Lucanus?? Mi querido Aslan? ¿Evitar a Amanda? —Miré mal a Lucas, tomé de nuevo mi botella de vino y la llevé a mi boca, llenándome de su contenido. Lucas, por su parte, no paraba de burlarse —. Ya, está bien, ya no me pienso reír.Bufé decepcionada, dejando caer mi cabeza en la mesa auxiliar, de patas pequeñas, que estaba al centro de la sala.—No me van a llamar —Chillé, sintiendo la mano de Lucas deslizarse con suavidad una y otra vez por mí espalda. A su manera se suponía que me estaba dando consuelo.—Sí te llamarán.—¡Sí, eso dijeron, pero todo el mundo sabe que cuando te dicen "Nosotros le llamamos" es que no lo harán!.Lucas suspiró. Su risita burlona al fin había cesado.—No estuviste tan mal.Levanté mi cabeza sintiéndome ya un poco mareada, y sin ánimo, sacudí mi cabeza.—Le dieron el empleo a la chica del cigarrillo ahí mismo. Con orgullo le dijeron "Estás dentro", y ni hablar, a ti te dieron el contrato sin tantas trabas.Mi novio suspiró.Tenía razón en estar dec

[EDDY]Dicen que si tienes un sueño, debes perseguirlo. Siempre que escucho aquella frase, me hago la caricatura en la cabeza, de que esa idea es como una pequeña luz en medio de un túnel, ahí donde la oscuridad es más profunda y el camino se vuelve hostil y desesperanzador. Imagino que las posibilidades son pocas o nulas y me concentro en aquel pequeño punto brillante que destaca en medio de toda aquella oscuridad, veo que se mueve y por más pequeño que parezca, lo sigo, poco a poco se va volviendo más grande y más brillante, y cuando lo noto, aunque he tropezado varias veces y me he golpeado otras tantas, sin perderlo de vista en ningún momento, me ha llevado hasta el final del túnel, y ya no hay más soledad, tinieblas o inseguridades, todo parece mejor.Eso es un sueño para mí, algo que te guía, algo por lo que luchas hasta encontrar, que no se debe perder de vista nunca una vez lo haces, ni por difícil que sea el camino, y Lucas lo tenía. Él había encontrado aquella pequeña luz y

[CONTINUACIÓN]—Nop, lugares privados no —Arrugué mi entrecejo para ocultar la sonrisa que quería salir —. ¿No creerá que soy de las que caen en la primera cita?.El ojiazul, que no podía dejar de apreciar con ese jeans azul y esa chaqueta negra Hilfiger que le quedaban perfectos, asintió con una mueca risible.—Jamás creería tal cosa.—Gracias.—Tal vez te haga caer en la segunda cita.—Eres muy confiado.—De acuerdo, en la tercera. No soy muy paciente.Lo miré mal con una mueca fingida y caminé hacia la salida.—Eres un i…—Idiota —completó —. Pero un idiota que amas.—Ajá, sí, lo que tú digas —chasqueé mi lengua.Aunque él tenía razón.Me despedí de mi pequeño Aslan, tomé un suéter beige del perchero y salí del todo de casa, siendo seguida por Lucas Maxwell.Caminamos tomados de la mano hasta el auto y una vez ahí sentí el frío de la ausencia de aquel agarre, pues sin ninguna explicación soltó mi mano, bajó la mirada y aclaró su garganta, como si tuviera miedo de decirme algo, o co