POV: JASPEREn cuanto atravesamos las puertas de la manada, el silencio dio paso a un murmullo de voces y suspiros contenidos. La gente nos siguió con la mirada. Hambrientos de noticias. El olor a sangre fresca en nuestra ropa, nuestros rostros, nuestros brazos, atrajo más atención que cualquier anuncio formal. Los lobos olfateaban desde lejos, intentando entender quiénes éramos y qué traíamos de vuelta. Los familiares comenzaron a acercarse. Vi a algunos corriendo, con los ojos brillando de alivio al encontrar a sus guerreros con vida. Abrazos apresurados. Lágrimas de gratitud. Al mismo tiempo, otros se arrodillaban, llorando al constatar que sus seres queridos no regresaban. El dolor era crudo. Real. Cada cuerpo traído era cargado con respeto, envuelto en mantos oscuros, alineados para la despedida. Uno de los rituales más antiguos. Un entierro digno. Con reconoci

POV: SAVANNA— Jasper te trajo directamente al hospital para que fueras tratada. Observando tus heridas, diría que tu hostilidad está siendo dirigida a los lobos equivocados, Savanna. Miré mis piernas. Estaban cubiertas de marcas, cortes profundos, arañazos y hematomas amoratados, mezclados con cicatrices abiertas dejadas por las garras y mordidas brutales de Raiker. El dolor aún ardía bajo la piel, pero lo que dolía más era lo que esas marcas representaban. Cerré las piernas inmediatamente, apretando una contra la otra, en un intento desesperado por esconderlo. La vergüenza me consumió por dentro. Me sentí sucia. Inmunda. Violada de una manera que no podía explicar con palabras. Desvié la mirada. No quería ver el rostro de nadie. No quería ver expresiones de lástima. O peor… de juicio.

POV: SAVANNAMe moví nerviosamente de inmediato, sintiendo cómo los músculos de mi cuerpo se contraían. Mis manos estaban sudorosas y mi estómago parecía retorcerse por dentro. Mi corazón latía tan rápido que la presión en el pecho ya era casi un dolor constante. Qué mierda... Si descubren que soy la Destinada de Raiker, entonces sí se convertirá en un infierno. Pensarán que era su cómplice. Que estaba infiltrándome. Que todo fue una trampa. "Pero si no lo dices, estoy segura de que el Supremo te lo arrancará de la piel." Gruñó mi loba, su voz vibrando en mi mente de manera aguda, impaciente. "No tenemos fuerza contra él, Savanna. Ni suficiente valor para farolear." —susurré para mis adentros, jadeando, sintiendo el calor subir por mi cuello&m

POV: JASPERElla me miró sorprendida, con los ojos entornados por la desconfianza. Su ceño se frunció lentamente, como si analizara cada microexpresión en mi rostro. Confieso que hasta yo encontré extraña mi propia reacción. Me aclaré la garganta en un gesto automático, incómodo, y pasé las manos por mi cabello despeinado intentando disimular la repentina inquietud. Ese calor en el pecho no era ira. Ni adrenalina de la batalla. Era... algo más incómodo. — No acepto que traten a las mujeres de esa forma — fue lo que salió. Seco. Rápido. Un intento ridículo de sonar racional cuando todo en mí gritaba lo contrario. ¿La verdad? Ni yo mismo podía explicarlo. "Eso fue patético", refunfuñó mi lobo, con el tono irónico atípi

POV: JASPER— Parece que sí... — respondí en voz baja, sin apartar los ojos de Savanna, aún inconsciente en la cama. Su respiración era lenta; el pecho subía y bajaba con esfuerzo. Sus mechones oscuros estaban esparcidos sobre la almohada, y aun frágil de esa manera, emanaba una fuerza que me dejaba inquieto. —Quién sabe si algún día podamos vivir eso. "Me encantaría ver a una bruta como ella poniéndote en tu sitio." provocó él, con un ronquido de risa en la garganta. "O obedecías o te castraba con sus garras... y francamente, creo que preferiría la castración." Arqueé una ceja, suspiré y puse los ojos en blanco.— ¿Desde cuándo eres tan cretino? "Soy realista. ¿Tú? ¿Un macho libre, sarcástico, relajado, sin filtro alg