Camila Will llegó y dejó las cosas sobre la cama, cerró los ojos se veía ebrio.—Hoy cerré un negocio muy importante, creo que podríamos celebrarlo. —¿Hasta cuándo me tendrás encerrada? —Eso fue por decir que te querías divorciar, así que si no quieres que vuelva a suceder no vuelvas a hacer ese tipo de comentarios porque a mí no me gustan para nada. —Lo siento, te aseguro que no lo volveré a decir ¿será que puedo salir de aquí, puedo ir a trabajar? prometo no tardar.—Ve, pero no me jodas la vida, estoy agotado y no quiero arruinar mi felicidad por tu culpa. Él comenzó a cerrar los ojos para dormir cuando bebe definitivamente así, se vuelve realmente insoportable. Aproveché su pequeño ataque de borrachera, me arreglé rápidamente para luego salir. Sí, los hombres me observaban de manera asquerosa, me decían cosas que no me agradaban, pero estaba lejos de Will. Estos días aquí fue una tortura, en especial porque no puedo sacar a Alan de mi cabeza y de mis pensamientos. No es dif

CamilaAlgunas lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas. No iba a continuar en esto… Sé que merezco todo lo malo, pero no puedo soportar su trato despectivo hacia mí. Puedo soportar que cualquier persona me hable de esta manera, pero él no… él no. —Entiendo que te hice daño, entiendo perfectamente que me odies… pero no soy la única que te ha hecho daño. —Exacto no eres la única, tu esposo también lo ha hecho —él contraatacó. —Puede que no me creas, pero Will no está trabajando solo… tu abuelo está trabajando con él. No dejé que hablara sobre eso, que él me contestara lo que opinara… porque al final sé que no me va a creer. Giré sobre mis talones y salí de allí, rápidamente fui hasta el camerino, me puse mi ropa encima. No quiero estar en el mismo lugar que él. Me subí en el carro para volver a casa, ya no podía estar tranquila ni siquiera en ese lugar en donde buscaba estar lejos de Will. Ya no podría estar tranquila en ningún lado… quisiera escapar. Comencé a llorar, a ll

AlanAproveché que tenía los documentos. Llamé a mi abogado y le envié todo por correo, esto es una carrera contrarreloj en contra de él.Salí de mi habitación, iba a atacar todo desde la raíz, pasé por el lado de la habitación de ellos y había un hombre custodiando la puerta, supongo que está custodiandola a ella... Will es un miserable… no quiero ni imaginar la pelea que va a tener con ella cuando se dé cuenta que sacó los documentos.No podía sacar de mi cabeza las palabras de ella y ahora estoy dudando si es tan culpable como él o si es tan víctima como yo.Fui directo hasta la casa de mi abuelo quisiera decir que las palabras de ella no tuvieron importancia en mí, pero la realidad es que ya no puedo confiar en nadie, dejé de desconfiar hasta de mi propia sombra.Llegué hasta la casa sin anunciarme al fondo se escuchaban los gritos de Will y de mi abuelo, caminé lentamente para intentar escuchar. Le hice señas a la mujer que me abrió la puerta de que no dijera nada que era una sor

Alan Llegué hasta la casa, luego de esa pequeña discusión con mi abuelo y una gran decepción que me llevé solo podía buscar la manera de saber como deshacerme de ellos. Los perros guardianes de Will se atravesaron evitando que pudiera pasar. —Lo siento, pero no puede ingresar a la propiedad. —Ustedes aquí no me prohíben ingresar a mi propia casa. Si Willie dio la orden, me importa muy poco. Si ustedes valoran un poco su trabajo lo mínimo que pueden hacer es no ponerse en mi contra.—Tenemos órdenes precisas de no dejarlo entrar. Le pedimos que se retire porque no queremos hacerle daño. —Está bien díganos que me retiro, solo quiero saber el por qué Will no me deja entrar a la casa, quiero saber si ella está bien —hablé mirando hacia dentro de la casa. Comienzo a sentir una desesperación en el pecho imaginando lo peor. Aquellos hombres no dicen nada simplemente se miran y continúan con su postura firme de estar allí y evitar que yo pueda entrar.Sentí la impotencia invadiendo mi c

Alan El médico ingresó, aproveché eso para salir e ir en búsqueda de ese malnacido. Quisiera decir que estoy más tranquilo al verla así, pero la verdad es que no, no puedo sentirme tranquilo cuando casi muere en mis manos, cuando casi él le arrebata la vida de la manera más ruin. Al llegar, fui directo hasta donde lo tenían, él estaba recostado contra la pared mientras revisaba su puño ensangrentado. Hice una seña y pedí que me abrieran por unos cuantos segundos la reja, al entrar allí levanté mi brazo y lo golpeé con fuerza, sacando toda la ira que estaba dentro de mí. —Tu peor error definitivamente fue haberte cruzado en su vida y ponerle un dedo encima —dije completamente molesto—. Haberla maltratado de tal forma en que la heriste no solamente físicamente, como la peor escoria. —Ella se lo merecía, la muy zorra se preocupó por ti. Se enamoró de ti.Levanté mi codo y un golpe más escuchando como los guardas de seguridad me decían que me detuviera o también iba a estar allí.