**Capítulo 51**Neida había desarrollado una rutina bastante peculiar: entraba y salía de la oficina de Marco con la intención de que todos la vieran. Ya había conseguido lo que quería; todos sus compañeros comentaban que, sin duda, tenía que ser su novia.– Dinos la verdad, ¿eres la novia del CEO? – le preguntó una de las secretarias. – Todas queremos saber.– Sí, ella tiene razón – secundó otra de las recepcionistas. – Cuando llegaste aquí vestías como todas nosotras, normal. Pero ahora solo usas ropa y zapatos de marca.– También sus bolsos son de diseñador – añadió la primera chica. – Sé sincera, por favor.Neida no negó los rumores, pero tampoco los confirmó. La verdad era que disfrutaba la situación; desde que comenzaron las sospechas sobre una relación con Marco, todos la trataban de manera diferente, y eso era algo que no quería perder.Caminó hacia la oficina de Marco y, antes de entrar, lanzó una mirada pícara a las jóvenes que hablaban con ella, sonriendo de forma descarada

Capítulo 53El hombre enfurecido se levantó del suelo, estaba decidido a usar su estatus para intimidar a quien fuera que lo hubiera golpeado, y es que él es Dante James, dueño de una de las mayores empresas de la ciudad. Pero cuando miró al hombre que lo observaba furioso, sus piernas temblaron, cayó de rodillas en el suelo.– ¿Por qué es usted? –le preguntó a Marco–. ¿Qué hace aquí?– ¿Cómo demonios te atreves a tocar lo que me pertenece? –la voz de Marco temblaba de furia.– Lo siento, señor Rossy, de verdad no sabía que esta mujer tenía nada que ver contigo. Por favor, perdóneme. Haré lo que usted quiera, lo que sea.Rossy…?Los pensamientos de Nara estaban un poco idos, pero igual logró atar algunos cabos sueltos. Marco no era una persona común, dondequiera que iba todos le mostraban respeto y también era capaz de solucionar problemas con mucha facilidad. Su apellido… es el mismo que el nombre de su empresa.– ¿Vas a hacer lo que yo quiera? –le preguntó Marco al hombre, que asint

Capítulo 55Marco vio la puerta cerrarse tras de Nara. Ella salió del departamento como una tormenta; él estaba atónito. Seguía sin comprender lo que acababa de suceder delante de sus ojos.– ¿Es que acaso no soy suficiente para ella? –se dijo a sí mismo. Nara era la primera mujer que lo rechazaba por ser el CEO del grupo Rossy, todas las demás estaban más que encantadas por ese pequeño detalle de su identidad.Marco se dejó caer pesadamente sobre el sofá de la sala. Vio, sobre la mesa de centro desordenada, una tarjeta bancaria. Al parecer, Nara no le había mentido: ya tenía intenciones de terminar su relación. Frustrado y sin saber dónde descargar su ira sin asesinar a nadie, Marco sacó su teléfono y llamó a Daniel, que le respondió de inmediato.– ¿Sí, señor Rossy?– ¿Ya tienen al tipo que intentó dañar a Nara anoche? –le preguntó sin rodeos.– Así es, lo atrapamos intentando salir del país en barco. Parece que tiene claro a quién ofendió.– Quiero que lo interroguen. Asegúrense de

Capítulo 57Nara conduce en la carretera principal. Saber que está a punto de abandonarlo todo y comenzar una nueva vida le da un poco de miedo. Hace cinco años, cuando estaba embarazada de Andrea, también pasó por algo como esto: tuvo que enfrentar todo sola y salir adelante, comenzar desde cero sin saber lo que iba a suceder en el futuro. Ahora, al menos, no estaba sola; tenía a Andrea y también mucha más madurez de la que había tenido en aquel entonces, y además estaba segura de que esta era la mejor decisión.Antes no quería contarle a Marco sobre Andrea porque le daba miedo el tipo de vida que llevaba. No quería que su hija estuviese involucrada con una persona que no podía cuidarse ni a sí misma, pero ahora tenía un motivo aún más grande para salir por completo de la vida de Marco. El grupo Rossy es un lugar muy grande; con una sola palabra de Marco la podrían desaparecer, o al menos hacer que su vida no valiera en lo absoluto. Separarla de Andrea no iba a ser un problema para

Capítulo 59Marco condujo su auto como un loco, violando cada una de las leyes de tránsito. Ya había decidido que no dejaría que Nara se alejase de él; solo le estaba dando tiempo para calmarse antes de comenzar a acercarse a ella nuevamente. Y esta gente se atrevía a intentar lastimarla. De seguro no los dejaría ir después de esto; les había dado una oportunidad y aun así se habían atrevido a tanto. Estaban decididos a morir.Al salir de la carretera principal, vio un auto aparcado a un lado del camino y se detuvo. Salió y comprobó que era el auto de Nara. Dentro de la guantera estaba su licencia de conducir, así que no había dudas de que ese era el lugar. Regresó a su propio auto y tomó la maleta con el dinero. A lo lejos pudo ver los autos de Darío y las personas que lo acompañaban, pero no esperó a que llegaran. Ellos sabían que tenían que esperar en ese lugar. No podían acercarse y poner a Nara en peligro; hasta que él no dijese lo contrario, no podían dejar que nadie supiera que