POV VALERIARemuevo mis manos hasta que él las suelta y retrocedo para respirar mejor. Cuando el aire llega a mis pulmones, siento que recobro un poco de mi cordura, pero es demasiado tarde.Alejandro Lancaster me mira con rabia y no dice nada.Así que me voy… esperando que pique la carnada que he puesto, con esta actitud desafiante y un tanto seductora que le he mostrado.Me di cuenta rápido que quedarme callada no sería la mejor carta que jugar, porque de esa forma no puedo impresionarlo. A él le impresionó mi astucia y mi carácter, en un primer momento y si quiero seguir aquí, más me vale sacar las garras de vez en cuando.Salgo de su oficina y veo mis cosas, que supongo Mery ha dejado en el escritorio y las tomo. Cuando alzo la vista, veo a Gabriel Lancaster sentado en la sala de espera y su rostro se ilumina con una sonrisa cuando me ve.Mientras recojo todo, empiezo a ponerme nerviosa… Quizás cometí un error. Quizás tiene el ego tan grande que de verdad le fastidia tener a alguie

POV ALEJANDROTodo lo que sale de la boca de Gabriel es mentira. Siempre ha sido así, lo aprendí a las malas, por eso ahora no lo quiero ver ni en pintura.—¿Y por qué se supone que debo creerte?—Porque te ha estado llamando desde hace tres días y no le respondes el teléfono e ignoras todas sus llamadas —vuelve a sonreírme— ¡Vamos, hermanito! Puede que te creas dueño de esto, pero las acciones no son cien por ciento tuyas y le tienes demasiado respeto a él cómo para negarte cuando te pide algo.—Esto es diferente, Gabriel. Él sabe que no te quiero aquí y el porqué. Tú también lo sabes, y solo haces esto para joderme —trato de que mi voz suene tranquila, pero el saber que tengo que soportarlo así sea por un corto tiempo, me saca de quicio.—Bueno, antes de venir aquí no estaba muy dispuesto. Supuestamente debo venir a aprender de ti lo que ya sé, porque aparentemente creen que soy un incompetente.—Por supuesto que lo eres.—Cómo digas —gira sus ojos—. A mí tampoco me agrada del todo l

POV VALERIASuelto el aire con fuerzas mientras aprieto el botiquín y me dirijo hacia el hombre que es todo lo contrario de lo que es su hermano.Toco la puerta y no obtengo respuesta, pero decido entrar.No lo veo en su escritorio, así que entro y cierro la puerta detrás de mí con cuidado.Recorro la oficina con la mirada y lo veo, frente al ventanal que da a la ciudad, de espaldas a mí.Se ve tenso… Estoy segura de que ha escuchado cuando entré a pesar de que no me dijo que lo hiciera. Esperaba que me dijera algo, pero su silencio me parece desconcertante.Desde aquí puedo ver cómo la mano derecha está un poco ensangrentada y cómo le tiembla.Siento una punzada en el pecho porque me he sentido igual. He sentido tal rabia correr en mi cuerpo, al punto de no poder controlarme, de no saber manejarlo. He sentido tantas emociones intensas desde hace tanto, que no tener el control de ellas, se vuelve frustrante. Se siente inseguro.Pudiera sentir empatía por él, pero resulta que las veces

POV ALEJANDROMe levanto y voy hasta mi escritorio para tocar el intercomunicador que me comunica en línea directa con ella.—Señorita Bradford, venga a mi oficina.Adiós los modales. No puedo ser blando con ella. Por mi propia paz mental, debo establecer límites.Pasa un minuto entero en el que no sé qué carajos hacía, antes de entrar a mi oficina.—¿Todo un minuto entero para llegar aquí? —enarco una ceja mientras cierro unos archivos en mi computadora—. Su escritorio está al lado de la puerta, no del otro lado del edificio.—¿En serio lleva la cuenta del tiempo? —parece sorprendida.—Llevo la cuenta de todo, siempre. Me fijo en absolutamente cada detalle, que le quede claro —hablo sin mirarla aún—. Necesito que reorganice al completo mi agenda laboral y personal para lo que queda de semana. Estaré fuera del país por algunos asuntos —la veo asentir por el rabillo del ojo y sé, que organizar todo para la semana que viene le quitará al menos el resto del día.—¿Algo que quiere que haga

POV VALERIA«¡Maldito! Es un insoportable de lo peor. No entiendo cómo alguien al frente de una empresa puede ser tan insoportable».Es que entiendo a la perfección, con cada acción que tiene o con cada palabra que dice, el porqué, ninguna asistente le dura. Y aquí estoy yo, después de ellas. Renunciando al primer día, siendo recontratada y queriendo vengarme de él, así que realmente no puedo renunciar en serio porque tengo que estar aquí.No me queda más que aguantarlo.Le saco el dedo del medio a la pantalla, ya que no puedo hacérselo a él porque está del otro lado de la oficina y me pongo manos a la obra. Abriendo la agenda digital y las que tengo en físico.Sí, porque aparentemente, Alejandro Lancaster es un hombre chapado a la antigua o le gusta joder a sus asistentes para que hagan doble trabajo.Pensándolo bien, me inclino por la segunda opción. Va más con lo que conozco de él.Me paso las siguientes horas organizando para que ninguna reunión coincida con otra. Enfocándome solo