Aura Cuando abro los ojos puedo notar a la chica que conocí aquella tarde en el bosque. Sus ojos se fijan en mi con preocupación. —¿Citlalcuicani? –me llama y yo no entiendo porque me llama así.—Iktan, ¿Dónde está Iktan? —El alfa está siendo atendido por la gran madre y los médicos que trajiste. ¿Por qué son humanos? ¿Ellos saben sobre...?—Yo también soy humana, ¿acaso no notaste que es diferente mi aroma? –señalo y ella desvía la mirada de mi. —No es por eso, tampoco quería que sonara a ofensa. Lo que quiero decir es que es muy extraño que dos humanos estén salvando la vida del alfa cuando hasta hace poco lo único que querían era exterminarlos. —Supongo que hay humanos buenos. –digo levantándome de la cama. Un repentino mareo me detiene de querer levantarme y ella se acerca hasta mi para ayudarme. —Es mejor que descanses, perdiste mucha sangre. —Necesito ver a Iktan. —Llamaré a Luka para que estés más tranquila. –asegura y camina hacia la puerta.Me aferro a la orilla de l

Aura Cuando entro a la habitación en dónde se encuentra Iktan todo el miedo que minutos atrás me abrazaba, me va soltando de a poco al ver a mi alfa de pie, con ropa limpia y su cabello húmedo. Corro hasta él y cuando se da cuenta de mi presencia camina a mi encuentro y me abraza con fuerza. Llena mi rostro de besos y yo lo hago también de manera torpe, lloro un poco de felicidad y lo separo un poco para observarlo. —¿Estás bien? Dime por favor que ya todo pasó. —Ya todo pasó. –asegura mientras se levanta la camisa para mostrarme la herida totalmente sanada. Yo me atrevo a tocar la zona con dedos temblorosos porque apenas puedo creerlo. Es tan increíble que haya sanado en algunas horas cuando sentía que la muerte me lo arrebataba. —Tuve tanto miedo de perderte, cuando eras incapaz de sanar o de cambiar yo...Iktan me toma del brazo haciendo que me silencie de inmediato. Mira mis ojos con fijeza y hace una pregunta silenciosa. Yo me suelto de su agarre de manera sutil y bajo la

IktanEstar en la última noche antes de la gran boda me hace replantearme todo lo que he vivido antes y después de Aura. Ella sonríe feliz junto a Bárbara y Edahi quienes están con otras mujeres de la reserva, yo solo puedo ver lo rápido que se adaptó a este lugar y lo bien que fue recibida por todos. Yo, aún me siento un poco fuera de lugar pues estoy acostumbrado a otro ritmo, otro ambiente, incluso a otros aromas. Aquí todo es limpio, fresco y los sonidos son de los más relajantes. En cambio en la ciudad, todo esto no es ni posible.Durante todo el tiempo que estuve agonizando no dejé de pensar en como sería la vida de Aura después de mi. Si quizás podría encontrar un hombre que la amara porque ella si es capaz de amar a alguien más, si me extrañaría mucho o me superaría rápidamente. Incluso pensé en terminar la relación por la herida que le causé, no quiero lastimarla más porque no sé lo merece. Pero cuando llegó a la casa que será nuestra a partir de hoy, con un chocolate que