Punto de vista de IsabelComo un ángel caído, medio consciente, Carlos Cruz estaba tendido sobre mi cama, tenía la camisa arrugada y los dedos extendidos hacia mí, pronunciando mi nombre de manera arrastrada, completamente embriagado.—¿Isabel? —murmuró, con los ojos apenas abiertos—. ¿Por qué estás tan lejos?El sonido de su voz, tan familiar y desgarradoramente íntimo, me hizo sentir un dolor en el pecho.Me quedé paralizada porque aquel fue el momento; el instante a partir del cual, todo salió mal en mi vida pasada.Carlos me mostró una sonrisa lenta y perezosa, mientras se desabrochaba los botones de la camisa. —Ven, Isabel.Se veía como la representación de la tentación, el pecado, y todo lo que solía desear. Pero ya había aprendido la lección, así que no me acerqué, sino que di un paso atrás.En mi vida pasada, mi hermano Damián, aquella noche me había entregado una copa de whisky con una sonrisa cómplice, ya que sabía que estaba enamorada de Carlos, su peligroso e intoc
Leer más