Capítulo 61Antonella Salvatore de FerrerAlexandra Antonieta Ferrer Salvatore Han transcurrido los días con total normalidad. Mi amado y yo hemos terminado la habitación de mi pequeña princesita; todo en su lugar: la cuna, su ropita, todo lo que necesita un bebé. Estoy enamorada de cómo quedó el lugar, los retratos de princesas de Disney, hadas, los ositos... Suelto un suspiro de satisfacción y felicidad. Pasé mis manos acariciando mi enorme barriga. En nuestra habitación coloqué el corral provisional. Su habitación está al lado de la nuestra; aún no sé si al nacer la ocupará. No me veo dejando a mi bebé durmiendo solita. Pero eso lo sabré cuando ella ya esté con nosotros.Estoy en la habitación, esperando que lleguen los invitados. Confirmaron venir casi todos, menos mis suegros, que se fueron de viaje. La señora Orieta quiso acompañar a su esposo, dijo que es algo que necesitaban los dos, que sería por unos días, pero que por nada del mundo se perdería el nacimiento de su nieta. H

Capítulo 63.Antonella Salvatore de Ferrer. BIENVENIDA A LA FAMILIAEmiliano va por la carretera tocando el claxon, pidiendo espacio. Aunque no lo menciona, su cara de preocupación lo dice todo y, sin duda, está muy nervioso. Lo sé, conozco cada cosa de él, porque también cuando me tocaba sentía el temblor de su cuerpo. Todo el trayecto del camino me pregunta cómo me siento. Es tan obvio que estoy mal, que ni se da cuenta lo que pregunta.—Amor, mi principessa, necesito que me digas cuándo llega el dolor y cuándo se te calma. Con todo esto olvidé llevar el tiempo.—Maneja con cuidado y yo le tomo el tiempo —le dice la nana.—¡AHORAAA! ¡MMM! —Muerdo mi labio, tragando el dolor; las contracciones son más seguidas. Respiro tratando de calmar mi respiración. Mi pequeña se mueve dentro de mí, sé por qué la siento. En la parte baja de mi vientre siento un peso como si algo ejerciera presión ahí y quisiera salir—. Ya me pasó —dije aliviada.—Tardaste un minuto con la contracción, mi niña, v

Capítulo 65. DAMIÁN PIERUZINNI EL NUEVO VICEPRESIDENTE DE IMPERIODespués de proponerle matrimonio a **Megan**, todo ha fluido muy bien entre nosotros. No es que antes no lo tuviéramos, pero ahora es diferente. Tuvimos una reunión familiar donde estuvieron presentes mi madre, mi hermana y la familia de mi ahora prometida. Fue una cena emotiva, ya que **Megan** es especial para ellos, al igual que **Antonella**. El **abuelo Máximo** me sorprende cada día. El señor, con la seriedad que se gasta, confunde a cualquiera. El trato conmigo es familiar, no siento la tensión ni la incomodidad en el ambiente. Al contrario, me dieron las felicitaciones y también la bienvenida a la familia.**Megan**, de vez en cuando, se queda en mi apartamento, no hemos hablado dónde vamos a vivir. Aunque a mí me gustaría comprar algo más amplio, tal vez un *penthouse* o quizás una casa. Eso tendré que hablarlo con mi bella.Desde hace siete meses, me despertó el instinto paternal desde que asistí con **Megan

Capítulo 67 Emiliano Ferrer ME SIENTO ENAMORADO DE ELLAEstoy en la empresa, en la parte del ensamblaje, verificando que la máquina que se averió se encargue de solucionar el problema. Dice que en una hora aproximadamente estará lista. De aquí no me muevo hasta asegurar que así sea. Esto es un atraso para la producción, pero no puedo hacer nada por ahora. Pienso en mis dos amores y las ganas de irme a casa no me faltan. Las extraño tanto. **Antonella** quiso quedarse en casa y no perderse el crecimiento de nuestra pequeña princesita. Ya tiene cuatro meses y no puedo creer lo grande que está cada día, solo pensar en ella me saca muchos suspiros.--- FLASHBACKEn plena madrugada, escucho el llanto de mi princesita, es toda una alarma humana, y con esa voz chillona que se gasta es imposible dormir. Todos los días se despierta a la misma hora desesperada por comer. Mi pequeña me resultó de mal carácter, no le gusta que la molesten cuando duerme y menos que la hagan esperar cuando se t

Capítulo 69ANTONELLA SALVATORE DE FERRER.QUIERES CASARTE CONMIGO(parte 1)Estoy frente a la puerta del penthouse, levanto mi mano para tocar el timbre, antes de tocar, la puerta se abre y me encuentro con el perfecto cuerpo de mi esposo. Parece sacado de los mismísimos dioses griegos, su traje elegante e impecable como siempre, sus ojos color miel me repasan escaneando de pies a cabeza. Da un paso al frente, su brazo rodea mi cintura pegándome a su pecho, mis manos tocan su pecho y nuestras miradas se encuentran, su respiración junto a la mía se mezclan, respirando nuestro mismo aire.—Cada día me convenzo más de que eres la mujer más hermosa de este mundo. —Me sonrojé al escucharlo, he extrañado sus halagos—. Estás preciosa, mi hermosa Principessa. —Mi corazón late de amor con sus palabras.—Gracias, *mio cuore*, también puedo decir que te ves muy guapo. —Nuestros labios se encuentran en un beso suave.Sin cortar el beso, caminamos. No sé cómo le hace y cierra la puerta; sus manos