A Dariana le convenia más que su hermano no se enterara que esa mujer era la luna del alpha, al menos por ahora.—¿Te corresponde? —Otto levanta la mirada todo enfurecido.—¿Tu qué crees?La joven loba aprieta la mandíbula, si su hermano era rechazado se volvería más débil y no podría lograr su cometido. Esa estúpida humana se daba el lujo de rechazar a su familia, que idiota es piensa Dariana.Sin embargo, guardaría el secreto de quien era esa humana para el alpha mientras que intentaba convencer a esa estúpida de que acepte a su hermano.—Dariana, ¿a qué has venido? ¿tienes algo que decirme? Te recuerdo que soy tu hermano gemelo, puedo sentir que ocultas algo importante.—Nada. Solo vine a ver como estabas, la borrachera de ayer no fue para nada normal.—¿Qué diablos paso anoche? Amanecí en el piso.—Quizás resbalaste y te golpeaste.—Así que me has golpeado, no tenses más la cuerda Dariana he soportado tus berrinches por mucho tiempo, pero no creas que eso será por mucho tiempo más

Otto empuja la puerta dándose cuenta de que se encontraba trabada desde dentro de la habitación, aplana los labios y termina por emplear un poco más de fuerza para abrir la puerta.Al ingresar en la habitación mira hacia todos lados fijándose que Samanta no se encontraba por ninguna parte, camina con pasos firmes hacia el balcón, pero ella tampoco estaba allí. Desde allí mismo mira hacia la puerta del baño y frunce el ceño.Se encamina con pasos suaves hasta llegar a la misma y dar pequeños toques.—Se que estas allí escondida como una pequeña ovejita, yo te recomiendo que salgas por las buenas y no consigas que entre por las malas.Samanta mira la puerta desde un rincón del baño, sujeta sus rodillas con fuerzas y ruega al cielo porque ese hombre no le haga nada malo.—Entonces, ¿no quieres ser una niña buena? —Otto sonríe contra la puerta, gira el cuerpo recostando su espalda contra la misma, niega y sigue sonriendo —. Haces que las cosas sean más complicadas entre nosotros.Empuña s

La respiración le estaba faltando a Dariana, su hermano comenzaba a perder la cordura debido a lo que le oculto. Sin embargo, no creía que fuese necesario que la tratara de esa manera.La joven loba trata de quitar la mano de su hermano de su cuello, pero no lo consigue. Así que se ve obligada a transformarse en lobo para poder salvar su propia vida. Dariana se convierte un enorme lobo marrón quedando a poca distancia de su hermano.La loba le gruñe mostrando sus dientes, estaba en posición de pelea, estaba dispuesta a defender su vida.—No dejare que me mates tan fácilmente, Otto.—¿Te atreves a desafiarme? —estaba muy mal herido, pero su hermana no era más fuerte de Drago, de hecho, ¿Qué tanto daño esa loba podría hacerle? —. Creo que te hace falta que te de un buen escarmiento, hermanita.Dariana gruñe al mismo tiempo que frunce la mirada luego de escuchar a su hermano, de pronto lo ve transformarse en lobo y es cuando siente temor. Podía estar herido, pero seguía siendo más podero

En ese momento su cuerpo se tensó y aunque estaba al borde de un precipicio no le importo ya que se sentía segura siendo en los brazos de Drago. Muerde levemente sus labios al mismo tiempo que sujeta la cabeza de él, se aferra a su cabello entre tanto su sexo estaba siendo devorado.—No puedo continuar más.La joven posa una de sus manos sobre el muro de concreto y la otra mano sobre el cabello de Drago, en eso baja la mirada hacia donde se encontraba él, podía verlo claramente como disfrutaba a plenitud de su feminidad.Observa un poco más y logra vislumbrar como su lengua hace de las suyas sobre partes sensibles de su cuerpo.—¡Ahhhhh! —gime al mismo tiempo que echa la cabeza hacia atrás.Ya era mucho para continuar reprimiéndolo, no podía soportarlo más. Samanta abre un poco más los muslos, coloca uno de sus pies sobre el hombro de Drago y el otro pie sobre la equina del muro.Con ambas piernas completamente abiertas Samanta estaba lista para alcanzar el clímax, su respiración de h

Esa noche Drago recorre las montañas como lo hacía cuando era más joven, todo estaba tan tranquilo que se sentía en paz. El alpha sube una loma para poder ver desde allí a la manada, recordaba que lo hacía cuando era pequeño.—¿Recordando viejos tiempos? —escucha la voz de Otto en su mente.—¿Qué diablos quieres?—He venido a conversar contigo.El lobo de Otto se detiene a su lado cosa que no le afecta en nada a Drago, él continúa mirando hacia la manada.—No tenemos nada de qué hablar, mañana cuando el consejo de su decisión sabremos qué hacer.—Es una decisión compleja, y lo sabes.—¿Qué quieres? —el lobo gruñe.—Que me dejes intentar acercarme a Samanta, de buena manera, con buenas intenciones por supuesto.Drago gira su cabeza para mostrarle los colmillos a Otto, este de inmediato se aleja de él colocándose en alerta ante cualquier ataque.—¿Perdiste la cabeza?—Un trato justo, ambos debemos ganarnos su confianza.—Tu has perdido la tuya por idiota.—Merezco una segunda oportunida