He tomado una decisión, y con ella, siento que he cerrado una puerta que nunca debí abrir. Pero, al mismo tiempo, esa misma decisión me ha dejado con un vacío, un sentimiento de incertidumbre que me consume cada vez más. Mi cabeza me grita que no debo dejarme llevar, que no puedo confiar en él, en lo que siento por él, pero mi corazón sigue el camino opuesto. El torbellino de emociones, de deseos reprimidos, es cada vez más fuerte, más urgente, más inevitable.Enrico tiene esa manera de hacer que todo a su alrededor desaparezca, como si el tiempo se detuviera cuando está cerca. Su presencia, su olor, su calor, todo en él me consume, y a veces me pregunto si soy solo una sombra en su vida o si realmente hay algo aquí, algo que vale la pena pelear.
Leer más