Todos los capítulos de La Amnesia Me Salvó: Capítulo 11 - Capítulo 14
14 chapters
Capítulo11
Actuando con total naturalidad, comenté:—Delicioso, sí que era coñac.Avancé unos cuantos pasos, dejando atrás a un Miguel paralizado, con el rubor extendiéndose desde sus mejillas hasta las orejas.Pero en cuestión de segundos, me alcanzó corriendo y me envolvió en un abrazo que me dejó sin aliento. Se inclinó cariñoso para enterrar su rostro en mi cuello, como un niño que acaba de recibir el regalo de sus sueños.—Isabella... te quiero tanto... —murmuraba una y otra vez, con esa voz ronca que se me clavaba directo en el pecho.Al llegar a casa, pareció sacudirse la borrachera de un golpe. Me empujó apresurado contra la puerta principal, sus ojos ardientes como brasas.—Isabella... ¿puedo besarte? —preguntó, con una voz que era más una súplica que una simple pregunta.Ante mi aprobación, se abalanzó como un cachorro hambriento. Sus labios encontraron los míos con una urgencia infinita que me hizo tambalear.La verdad no recuerdo cómo llegamos a la cama. Solo el sonido de nuestra respi
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Capítulo12
—¿Sabes por qué Isabella sufrió ese accidente? —continuó Miguel, clavando sus duras palabras como dagas.—Porque la abandonaste en la autopista para correr detrás de su amada Camila.—¿Y cuando estaba enferma? ¿Cuántas veces la dejaste sufriendo sola? ¿Alguna vez pensaste que ella era tu esposa?Diego tenía la boca amarga. Quería refutar, pero para colmo de males cada acusación era cierta. Sentía unas manos invisibles estrangulándole la garganta, ahogándole las excusas. Su mente estaba en blanco.Cuando mi asistente me avisó que Diego había irrumpido furioso en la oficina de Miguel, corrí desperada con los guardias de seguridad hacia el piso ejecutivo.—¡Diego! ¿Qué diablos haces? —grité al salir del ascensor, justo a tiempo para verlo agarrando a Miguel por el cuello de la camisa.Los guardias lo separaron de inmediato. Yo me interpuse alterada entre ellos, protegiendo a Miguel.Su labio hinchado sangraba levemente, contrastando cruelmente con su piel pálida. Sus ojos vidriosos me mir
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Capítulo13
Camila me invitó muy amablemente a tomar un café en una elegante cafetería del centro.—Señorita López —comenzó, jugando nerviosa con su taza:— debo disculparme por lo del hospital. Cuando Alejandro dijo eso... pensé que solo estaba probando si realmente habías perdido la memoria. Por eso en ese momento no lo corregí.Bajó la mirada, mostrando un genuino remordimiento.—No debí entrometerme en su matrimonio. Y menos aceptar ser la tutora de Alejandro sabiendo cómo estaban las cosas.—Nuestro divorcio no tuvo que ver contigo —le respondí, sorbiendo mi café:— Sé que no eres ese tipo de persona.En realidad, le debía un favor a Camila.En segundo año de bachillerato, estuvo unos días en nuestra clase. Aunque era considerada la —princesa de Rosaleda— por su linaje, nunca actuó con arrogancia. Su sonrisa tranquila y su seguridad interior eran admirables.Yo, con mis 17 años llenos de inseguridades, ansiaba desesperada pertenecer al círculo de Diego. Mientras los otros se burlaban de mis int
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Capítulo14
De pronto, me vi sumergido en un pánico abrumador. Era como si una parte de mí se hubiera escapado silencioso de mi pecho, dejando un enorme vacío que latía con dolor.Los humanos somos criaturas de comprensión tardía. Solo valoramos lo que tenemos cuando ya lo hemos perdido.Comencé a revisar con frenesí sus antiguas publicaciones, aquellos mensajes cotidianos que Isabella me enviaba y que yo apenas había considerado.En los chats, sus palabras cobraban vida: describía eventos triviales con tal entusiasmo y gracia que no pude evitar reírme ante la pantalla.¿Habían sido siempre así de encantadores sus mensajes?Pero el patrón era bastante claro: largos y tediosos monólogos de su parte, interrumpidos por mis escasas respuestas, cuando respondía.Con el tiempo, sus actualizaciones se hicieron más breves. Luego, esporádicas. Hasta que el silencio se volvió permanente.El deseo de compartir no desaparece; solo encuentra nuevos destinatarios.Sin que yo lo notara, Miguel había absorbido ca
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