Punto de vista de TalíaUn día pasó, luego dos, tres, para el cuarto día, Damon finalmente apareció.Lo odiaba, tanto que un simple pensamiento relacionado con él, me hacía rechinar los dientes, pero por el bien de mis hijos, me forcé a invitarlo.“Habla. ¿Por qué querías verme?” Se paró frente a mí, luciendo fuerte y poderoso, con sus ojos fríos clavados en mí.“Damon, sé que no importa cuántas veces te lo explique, no me creerás. Pero tengo algo que pedirte,” comencé, con la voz temblorosa. “Fui tu compañera, y me amaste una vez, ¿verdad? Entonces, si muero, ¿podrías establecer un fondo fiduciario para mis hijos? Solo dales lo suficiente para sobrevivir y recibir una buena educación. Eso es todo lo que quiero, por favor.” Le supliqué, de una forma sincera y humilde.Los labios de Damon se curvaron. “Talía, parece que te consentí demasiado en el pasado. ¿En serio quieres que cuide de tus bastardos con otro hombre? ¿Por qué no se lo pides a Carlos?”“¡No son los hijos de Carlos!”“¿Sig
Leer más