Narrado por Luke Brown30 minutos. Apenas 30 minutos de retraso habían faltado para encontrar las manos del “supuesto amigo” Teodoro sobre MI abejita. Yo no me comía ese cuento de “amigos/as”, amigo el ratón del queso e igual se lo comía.—Fue un accidente Luke. Intentando que el caballo lo soltase, perdimos el equilibrio — me explica Amanda.Todavía mis brazos están resguardándola y puedo escucharla, pero mi vista no se aleja del tal Teodoro mientras este se pone de pie. Es un flacuchento torpe e insignificante que usa además anteojos. Sin embargo, también me sabía ese cuento, el amor de las mujeres por los tipos perdedores no tiene fin. Todas, todas me las sabía.Así que, sí. En lo que otros tal vez veían una burla, yo veía una amenaza. Especialmente, por éste estar extendiendo su mano a mí en forma de saludo.—Esta es una mala forma de conocernos, pero soy Teodoro. Disculpa, y gracias por salvarme — indica con el rostro ligeramente rojizo a Amanda al final.Se nota avergonzado.—Ay

Narrado por Luke BrownMi pie se mueve arriba y abajo con insistencia mientras reposo mi cuerpo en este diván. Con los brazos detrás de mi cabeza, sólo un pensamiento predomina, uno que tengo que soltar en voz alta.—Hagas, lo que hagas como hombre, siempre tendrás las de perder — me quejo.Levi se limita a alzar la mirada del escritorio, y verme con cansancio. Estamos en una de las oficinas de la mansión Brown, con él terminando un encargo del trabajo, y a la espera de que comience la revelación de sexo del hijo de Leonora con Damián. Los días han pasado desde la fatídica salida al club ecuestre, y todavía me sigo preguntando qué hice tan mal como para que mi abejita ande rara conmigo.—¿Burlarte de un ahogamiento te parece adecuado? ¿O atractivo? — responde mi hermano.—Si al final salió hasta de pie, y no tuvo que ir al hospital, sí. Me considero muy gracioso — aseguro.Levi resopla y vuelve a teclear. Su expresión me la tomo personal esta vez. Si le he contado todo, no es para que

Narrado por Amy BelmontePuede que esté estirando más de lo que debería mi buena suerte de esta noche, pero pagaría las consecuencias más tarde. Por ahora, estoy disfrutando de tener a Luke golpeando sus caderas contra mis nalgas. Soy una confusión de gemidos bajos, y de miradas indiscretas al frente, ese donde hay un espejo de cuerpo completo por el cual puedo ver toda la acción.En su reflejo observo cómo estamos acostados de lado, y aunque yo sea el cuerpo que más se puede apreciar, que Luke esté alzando una de mis piernas, permite ver a la perfección cómo nos estamos conectando allí.No puedo parar de ver a su verga entrando y saliendo con contundencia de mi coño. Mi boca no puede parar de soltar sonidos lastimeros. Tengo que cerrar los ojos de la intensidad que estoy experimentando. Pero, todo empeora con Luke soltando mi pierna y deslizando esa mano a mi cuello, esa que comienza a apretar.—No cierres los ojos, sé que quieres seguir viéndote — me susurra a los ojos — Mira lo que

Narrado por Amy BelmonteLa luz tenue y fría de la mañana está bañando nuestros cuerpos, al igual que lo hace el sudor que nos está cubriendo en esta cama. Nuevamente mis gemidos son protagonistas, al igual que escuchó detrás de mí a los pertenecientes a Luke. Otro sonido que se puede escuchar con claridad es la vibración del juguete que tengo dentro de mí.Al llegar al apartamento de Luke, hicimos el amor, ya después nos quedamos rendidos. Hasta ahora, que lo hemos vuelto hacer. Tal vez mi novio tenga batería ilimitada, tampoco es que me quejará con lo ingenioso que es en las formas en las que me expresa su amor.—Tu culo no para de apretar mi verga. ¿Tanto te gusta? — cuestiona él, bueno, haciendo eso.—Lo amo, lo amo — gimo perdida en el placer que me da la doble penetración que estoy disfrutando.—Sé que lo amas. Desde la primera noche me lo diste, no te pudiste resistir — me martiriza.Más me aferro a la sábana y más fuerza pongo en mis rodillas. Estoy en un trance de placer difí

Narrado por Amy BelmonteEste último mes no ha sido fácil para mí. Pero a diferencia de lo que la Amy del pasado temía, no ha sido culpa de Luke. Mi novio y yo hemos funcionado en una dinámica que cada vez se hace más sólida, y cuanto más tiempo pasa, con mejores ojos es percibida por sus padres y mis tíos.La dificultad de la que hablaba venía de otros aspectos. Como el trabajo, la entrega del apartamento que me compré, y mi cuerpo lleno de achaques. Justamente estoy con un cargamento de medicamentos e insumos médicos en estas bolsas, para dar un regalo útil a Teo.Estoy llegando al lobby del edificio que compartimos, puesto que había comprado el departamento en éste. ¿Qué podía decir? Mientras más investigué del edificio, más me gustó lo ordenado y funcional que era. Salió un departamento a la venta y tuve que atacarlo para que fuese mío.—¿Cómo va la mudanza, Amy? — pregunta una de mis nuevas vecinas, es una abuela muy amable.—Hola Agnes. Lo mejor que se puede, sólo falta que me t