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Todos los capítulos de El CEO y su Esposa Curvy : Capítulo 71 - Capítulo 75
75 chapters
Capitulo 71
El otoño comenzaba a marcar su paso con mayor firmeza. Las hojas crujían bajo los pies como susurros antiguos, los atardeceres se teñían de tonos cobrizos que parecían incendiar el cielo, y el viento traía consigo un murmullo suave, como una canción de cuna natural que mecía las ramas desnudas de los árboles. En el interior de la casa, sin embargo, el tiempo parecía moverse a un ritmo diferente. Más lento. Más íntimo. Como si todo el universo se hubiese reducido al espacio entre los brazos de Nelly, Adrián y el pequeño Damián.El primer día en casa fue una sinfonía de ternura y desvelo. Adrián cargó el portabebés como si llevara una joya milenaria, con pasos cautelosos y la respiración contenida, como si el mínimo movimiento pudiera despertar a ese nuevo universo que dormía en silencio.—Cuidado con la alfombra, tiene una pequeña arruga —le advirtió Nelly desde el sofá, medio riendo, medio temblando de emoción, con la bata aún abierta sobre el camisón de algodón, sus mejillas sonrosad
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Capitulo 72
Cinco meses habían pasado desde aquella primera noche mágica en casa. El otoño había dado paso a un invierno tibio, seguido por una primavera que comenzaba a teñir las ventanas de la casa con luz dorada y aromas florales. El pequeño Damián había crecido como una flor en tierra fértil, llenando cada rincón de su hogar con risas, balbuceos y ese aroma dulce a bebé que parecía eterno.La mansión seguía transformándose, pero ahora era más viva, más caótica y también más feliz. Los juguetes de colores cubrían las alfombras, los baberos colgaban de las sillas, y en la cocina, sobre el refrigerador, una foto reciente de Damián en blanco y negro parecía reinar como una obra de arte.—¿Estás segura de esto? —preguntó Adrián mientras abrochaba su camisa frente al espejo.—Sí. Es hora de que el mundo lo vea —respondió Nelly desde el cambiador, poniéndole a Damián un enterizo blanco con pequeños botones dorados—. Y que vean que no somos solo titulares de escándalo… sino una familia de verdad.Hab
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Capitulo 73
El sol colgaba alto sobre el cielo despejado, bañando el jardín con una luz cálida y dorada. La brisa mecía suavemente las ramas de los árboles, cuyas hojas susurraban con cada movimiento, como si quisieran formar parte de la celebración. En el aire flotaba el aroma dulce de las flores del rosal cercano, mezclado con el perfume de la crema de mantequilla del pastel y el césped recién cortado. Todo en ese día parecía alinearse con una sola intención: rendirle homenaje al primer año de vida de Damián.Nelly caminaba descalza por el pasto, sintiendo la frescura bajo sus pies. El vestido blanco de lino que llevaba se movía con ligereza a cada paso. Se agachó para alinear los cupcakes decorados con ositos de mazapán en la mesa de dulces. Sus manos temblaban un poco, no por nervios, sino por la emoción contenida. Era un día que había imaginado muchas veces y, ahora que por fin estaba ocurriendo, le parecía casi irreal.Adrián sostenía a Damián en brazos, y el pequeño no paraba de moverse. C
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Capitulo 74
La ciudad quedaba atrás lentamente, devorada por la silueta temblorosa del horizonte. En el interior del auto, el silencio era cómodo, apenas interrumpido por la suave música que salía del estéreo y el zumbido constante de los neumáticos sobre el asfalto. Nelly iba en el asiento del copiloto, con la ventana entreabierta. El viento tibio le acariciaba el rostro como una promesa de algo hermoso. El cielo comenzaba a teñirse de un azul más claro, presagio del mar que los esperaba.Damián dormía en su silla infantil con una paz que le robaba el aliento a su madre. Su boquita entreabierta, el osito de felpa apretado contra el pecho y el leve movimiento de su pecho al respirar lo convertían en un cuadro perfecto.Adrián mantenía una mano en el volante y la otra descansaba sobre la pierna de Nelly, acariciándola con ternura ausente, como si su piel fuera su brújula. De vez en cuando giraba el rostro hacia ella y sonreía sin decir palabra. No hacía falta. Estaban en ese tipo de amor donde las
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Epílogo
La portada de la revista reposaba abierta sobre la mesa del comedor. Las letras doradas brillaban bajo la luz matinal como si el sol mismo las acariciara:“Amor frente al mar: Nelly y Adrián sellan su historia en una boda secreta que conmueve al país”.Karina tenía los ojos clavados en la imagen central. Nelly, envuelta en un vestido blanco vaporoso, descalza sobre la arena perlada, sonreía con una serenidad casi celestial mientras Adrián le sostenía la mano. Damián, entre ambos, levantaba una flor marina hacia el cielo, como si bendijera el momento. El cielo de fondo era de un azul casi irreal, salpicado por una gaviota que parecía congelada en vuelo.Un nudo invisible le apretaba el estómago. Algo entre la rabia, la impotencia y la nostalgia de lo que jamás fue suyo. El tenedor se le resbaló entre los dedos, cayendo al plato con un sonido seco y metálico que rompió el silencio opresivo del comedor.—¿Hasta cuándo, Karina? —La voz grave de su padre resonó como una sentencia desde la
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