Lo único que Natalia podía percibir en esos instantes era el ruido de los equipos médicos, las enfermeras moviéndose de un lado a otro, y los familiares de los pacientes, ya que su mente estaba totalmente desorientada, todavía no comprendía qué estaba haciendo en ese sitio pendiente de alguien a quien ni siquiera conoce. Hasta que su mirada se dirige a Mateo, que pasa junto a una mujer sin percatarse de que ella estaba presente, y éste se acerca a la recepción. Sin embargo, antes de dirigirse hacia él, percibe la voz de Elías quien va hacía ella, y se puede apreciar en su rostro la preocupación. -  ¡Natalia! - Elías se acerca a ella y la abraza sintiendo como su cuerpo se relaja. - Gracias a Dios. ¿Estás bien? -  Estoy bien, ¿por qué estás tan preocupado? - Natalia observaba con ternura a su esposo quien mostraba un sentimiento de alivio. - -  Cuando me dijeron que estabas en la clínica pensé lo peor. - La vuelve a abrazar. - -  Natalia sonríe ante sus palabras. - Lamento haber h
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