"Samantha"Con el paso de los días, el recuerdo del ataque de Reinaldo que sufrí fue disipándose y convirtiéndose solo en un momento muy malo en el fondo de mi mente. Ya no me quedaba pensando sobre lo ocurrido y ya no tenía pesadillas.Rómulo había desaparecido, eso debería dejarme tranquila, pero yo sabía que el hecho de que me hubiera dejado en paz por unos días significaba que estaba tramando algo y eso me dejaba recelosa. Y esa tal Nicole, que ahora aparecía con frecuencia cerca del edificio de la empresa, no me dejaba olvidar que Rómulo todavía era una amenaza.Para dejar la situación más tensa, Isabella decidió marcar presencia en mi vida también y eso ya estaba resultando irritante. La niña rica ahora hacía escándalos donde me encontraba y también, de acuerdo con lo que Melissa me contaba, andaba detrás de Heitor; incluso después de que él prohibiera su entrada en la empresa, ella lo acechaba desde afuera.Pero ni Isabella ni Nicole me daban miedo, solo Rómulo me atormentab

"Reinaldo"Todavía me estoy preguntando cómo fue que el idiota de Heitor logró llegar a ese hotel. Cuando Samantha entró, tuve la certeza de que ella esperaba encontrarse con él y solo por el hecho de que ella estaba allí, estaba seguro de que no había hablado con ese idiota. Pero de alguna manera lo descubrió y arruinó mis planes.Y no fue solo eso, encima llegó acompañado de ese delegado bruto que ya llegó acorralándome. Cielos, la mano de ese delegado es muy pesada, el puñetazo que me dio en la cara todavía me dolía.Yo solo quería mi noche de placer con Samantha y no estaba dispuesto a compartir mi primera vez con ella con ese bandidito de Rómulo. Hice un trato con él, pero no estaba interesado en esperar hasta que tuviera ganas de dejarme cogerme a esa preciosura, así que me las arreglé, conseguí dinero prestado de Rubens y puse mi plan en práctica. Me acordé del almuerzo en la casa de Hebe y de Samantha contando que Heitor le hacía sorpresas románticas y siempre le daba rosas

"Samantha"La semana había llegado a su fin y fue agotadora. Rómulo insistía en llamarme amenazándome, pero Flavio dijo que la escucha estaba activa y que estaban reuniendo muchas pruebas y de otros crímenes que Rómulo estaba cometiendo, de modo que pronto sería arrestado nuevamente. Pero era horrible seguir recibiendo sus llamadas y escuchar amenazas sin saber qué esperar.Como si no bastara, desde que descubrió que las hermanas de Eduardo organizaron la despedida de soltera para mí, Heitor estaba atormentándome para saber qué habían preparado, por qué dejé que ellas organizaran la fiesta, o si habría algún tipo de ritual libertino, como él mismo dijo. Le aseguré que no sabía nada, pero que no debería preocuparse. Sin embargo, insistía cada cinco minutos en que huyéramos de nuestros amigos y familia y aprovecháramos el tiempo solo nosotros dos. Me estaba volviendo loca con esta historia, pero no me eché atrás, tendría mi despedida de soltera y sería divertido, que él lidiara con eso

"Heitor"Llegué con Edu y Enzo al Club Social, los muchachos habían reservado una sala allí y se habían esmerado: montaron un espacio con mesa de billar, póker y máquinas de arcade, sofás de cuero distribuidos por el ambiente y un bar estilo años cincuenta con todo tipo de bebidas. Esto sería divertido y relajante.—¿Y, preparado para tu última borrachera de soltero? —Patricio preguntó apenas llegué.—Pensé que este día nunca llegaría —Alessandro se acercó y me entregó un vaso.Solo entonces noté que todos ellos usaban la misma camiseta, una camiseta negra con el dibujo de una caricatura mía siendo arrastrado por una cuerda atada al pie por una caricatura de Sam, y debajo escrito "game over". Estos tipos parecían niños de jardín infantil.Como si las camisetas no fueran suficientes, habían preparado varias actividades y todas involucraban mucho alcohol; probablemente al día siguiente no recordaría ni mi propio nombre.Ya estaba medio borracho cuando vi a Flavio atender una llamad

"Samantha"Mi despedida de soltera fue la fiesta más divertida a la que he ido en mi vida, a pesar de la serpiente. Érica y Emilia se habían esmerado. Pero para Heitor no fue tan divertido; cuando llegó a buscarme estaba tenso y preocupado.En casa me contó sobre la sospecha de que Isabella había enviado la serpiente y me quedé sorprendida, no pensé que esa insoportable fuera tan audaz.Pasamos el domingo en casa, descansando y simplemente disfrutándonos, y fue bueno aprovechar ese momento tranquilo con él, ya que la semana sería agitada por la boda, aunque ya estuviera todo listo.Esta semana tendría que adelantar todo mi trabajo, ya que la semana siguiente viajaría de luna de miel con Heitor, y a partir del jueves no trabajaría, pues iría a la casa de playa a supervisar todo el montaje de la boda. Estaba tan ocupada que a la hora del almuerzo solo me hice un aperitivo mientras trabajaba y dispensé a Manu cuando vino a tomar un café por la tarde.Sin embargo, mi celular comenzó a