Punto de vista de RocíoPudimos derrotar a los chicos. El primero que atacó Sofía era ese chico, Adán creo que ese era su nombre, el que estaba atacando a esa pobre chica, lamentablemente no puede hacer nada, se quejaba de dolor; al parecer, aún no se transformaba, porque no lograba recuperarse. recordé como lloraba mientras ese animal no la soltaba. De hecho, si no fuera por Sofía, también me hubieran hecho daño, también me habrían …, mejor no pienso en eso no hay tiempo.La levantamos, sangre, junto con otros fluidos, se mezclaban en sus piernas. Ella agarró lo que quedaba de su vestido, y sus zapatillas, que en algún momento fueron blancas, estaban completamente sucias y rotas. Junto a Sofía, la ayudamos a levantarse antes de que esas bestias se recuperaran.Llegamos a la cascada, y sin decir palabra, la chica se soltó de nuestras manos y caminó directo hacia el agua. Pensamos que quería lavarse, pero cuando se dejó caer y su cuerpo se hundió sin resistirse, algo dentro de mí grit

Punto de vista de SofíaLo de anoche fue devastador. Discutí con mi madre y la situación se salió de control. Me gritó, me golpeó, y yo… solo corrí. Terminé en el bosque, justo donde vi algo que jamás podré borrar de mi mente: unas bestias humanas arrastraban a una chica, y la tomaban por la fuerza. Rocío también estaba ahí. Aunque ella no fue lastimada como la chica rubia, sé que algo dentro de ella también se rompió esa noche.La chica nunca nos dijo su nombre. Estaba en shock, completamente bloqueada. Solo pidió que la dejáramos en una esquina del pueblo, y eso hicimos. Rocío se fue directo a su casa, yo también, evitando cualquier contacto con mi madre. Mi rostro ya no mostraba tanta hinchazón. Tal vez la transformación tuvo algo que ver.Una vez en mi cuarto, busqué información sobre cómo ocultar la esencia alfa. No quiero que nadie sepa lo que soy. Esto puede traer problemas, y siento que estoy sola en esto. Pensé también en mi padre. Tal vez debería investigar sobre él… pero ¿có

Este capítulo contiene contenido sexual explícito y está dirigido exclusivamente a lectores adultos (+18). Puede incluir lenguaje sensible.Punto de vista de SofíaEl río aún nos envolvía en su frescura, pero el calor entre nosotros no se disipaba. Jason me había llevado hasta el agua y me lavó con tanta ternura que, por un momento, creí estar soñando. Sus manos recorrían mi piel como si quisiera memorizarla, y aunque hacía solo unos minutos nos habíamos entregado el uno al otro, su mirada seguía ardiendo de deseo. Y la mía también.Mi cuerpo todavía vibraba. Cada célula parecía recordar su roce, su fuerza, su aliento. Pero había algo más... algo profundo, incontrolable, que se agitaba dentro de mí. Quería más de él. No solo su cuerpo, también su presencia, su atención, su protección. Lo deseaba de una forma que comenzaba a asustarme.—Sofía… —su voz grave acarició mi nombre como si fuera parte de una plegaria. Me miraba como si yo fuera suya. Sus pupilas seguían las gotas que corrían

Este capítulo contiene escenas de violencia sexual y emocional que pueden afectar la sensibilidad de algunas personas. Se recomienda discreción. (+18)Punto de vista de IsabellaCamino hacia el bosque, todo está oscuro. El frío me cala los huesos, pero no me importa; sigo adelante, empujada por una mezcla de ansiedad y determinación. Con mi visión de loba, puedo discernir las siluetas de los árboles, pero la oscuridad se siente más densa de lo normal, como si el aire mismo quisiera envolverme, atrapar mis pensamientos y mis miedos. Siento que alguien me sigue.Al principio, pienso que es mi imaginación, pero los pasos se hacen más claros, más cercanos, como un eco que resuena en mi pecho. Acelero el paso y, al hacerlo, los pasos también se apresuran. El miedo se apodera de mí, una fría presión que se instala en mi estómago. Comienzo a correr, el corazón martilleándome con una fuerza que parece querer escaparse de mi pecho. No quiero mirar atrás, pero sé que está ahí, acechando en las

Punto de vista de RocíoCamino por el bosque, el aire está húmedo y frío, y el crujir de las hojas bajo mis pies se vuelve un eco sordo de la ansiedad que crece en mi pecho. De repente, unas manos me atrapan por detrás. Me tocan, me arrastran, me desnudan sin piedad. Un grito desolador, cargado de dolor, se escapa de mis labios. No puedo defenderme, solo soy una omega sin lobo, vulnerable, sola.Las lágrimas recorren mis mejillas mientras grito, desesperada, suplicando ayuda que no llega. A lo lejos, escucho el llanto de otra chica, un eco de mi agonía. Trato de alcanzarla, pero estoy atrapada en esa oscuridad que parece cerrarse sobre mí como una trampa.Justo cuando la luna ilumina tenuemente el bosque, una loba alfa aparece, lanzándose contra esos monstruos. Mi corazón se llena de una chispa de esperanza, pero me hieren de nuevo, y el terror me consume otra vez mientras ellos continúan tocándome, invadiendo mi cuerpo y mi alma.—¡No! —grito con todas mis fuerzas, mi voz mezclándose