Nicholas se sentía frustrado, era evidente que la isla Valmiera estaba protegida, llevaba dos meses buscándola sin tener éxito, solo podía pensar en su reina embarazada una vez más no podía disfrutar de embarazo de su hijo y no sabía si lograría llegar a su nacimiento. Era imperativo encontrar a Astra, para protegerla y salvar a Elin.— Jefe, lo único que vemos es agua, no hay tierra estamos a la deriva –Nicholas escucho atentamente, no respondió solo le pasó por un lado, se fue a la popa del barco que se encontraba sola cerró sus ojos y mentalmente buscó llamar la atención de la única persona que lo podría ayudar. «Alira, sé que soy la última persona a la quisieras ayudar en este momento, pero mi familia está en grave peligro por favor te imploro que me permitas llegar a Valmiera, la vida de gente depende de ustedes ¡Por favor!»Solo pasaron cinco segundos cuando uno de sus hombres le dio el aviso que veía una isla, en el fondo Nicholas sabía que no estaba tan lejos, dirigieron el

Años Después.- Con el pasar del tiempo, Goran, Elin y Nicholas no descansaron en su búsqueda Astra y la princesa. Lena sumida en su depresión tuvo que ceder su mandato a Nicholas, solo pensaba en su bebé pérdida que ahora sería una jovencita. Aunque siempre tuvo a Daven, nunca pudo disfrutar por completo su maternidad la atención que le brindaba a su hijo la hacía sentir culpable, porque no sabía si su hija se encontraba bien si Astra la trataba bien por lo que estuvo ausente en la infancia de Daven. Su matrimonio ya no era el mismo Lena evitaba a toda costa estar cerca de Nicholas cada vez que lo veía su resentimiento crecía, su presencia le recordaba a su hija perdida, sin embargo tenía un compromiso con Brasov, por eso decidió apartarse y dejar que su esposo se encargará de las obligaciones con el país. — ¿Cómo serás hija mía?...Nicholas por su parte se había abocado por completo en la crianza de Daven, sus obligaciones no le impedían pasar tiempo con él, nunca se dio por venc

(...)— Sí, estoy organizando todo para la fiesta de Daven, será al muy sencillo dile a Nicholas que dentro de lo que cabe Lena está bien, de acuerdo Te amo –Elin finalizó la llamada, suspiró profundamente, puso su mano sobre su vientre. –Cuando vuelva le diremos que estoy embarazada. — ¿Estás embarazada? –Preguntó Lena sorprendida.— ¡Por dios Lena! –Elin pegó un brinco. – ¿Me quieres matar de un susto? — Respóndeme Elin ¿estás embarazada? –Apenada la joven asintió. – ¿Cuánto tiempo llevas? — Tres meses hace dos semanas que lo confirme — ¿Por qué no me lo dijiste? –Lena se acercó y la rodeo con sus brazos sonriendo. – ¡Felicidades!— Pensé que... la noticia te afectaría y no quise incomodarte— ¡Ay Elin! es una gran noticia, ¿Por qué no se lo has dicho a Goran? — Ha estado muy ocupado y Nicholas solo confía en él pero cuando regrese se lo diré, tiene que saberlo antes que me crezca la panza –Ella sonrió. – ¿En serio no te molesta o incómoda? — ¿Cómo crees? estoy muy feliz por

(...) — Mamá iré a baño ya regreso –Avisó Bianca a su madre.— Por favor Bianca apresúrate, que vamos a perder el vuelo –La chica asintió alejándose.Bianca caminó al baño mirando que su madre no la siguiera y se perdió entre la multitud de gente que caminaba en el aeropuerto, cuando entró al baño sacó su celular y marcó el número de su nuevo amigo.— Hola Daven — Hola pequeña, te escribí para que me dieras más información sobre tu padre –Ella lo interrumpió. — Ya no es necesario, mi padre es un ser horrible ¡Lo odio! no quiero saber nada de él –Dijo empuñando su mano. — ¡Wow! tranquila niña ¿estás segura de eso? — Si, ese hombre no se merece nada de mí, ni mi cariño ni mi tiempo solo espero algún día vengar el daño que le hizo a mi madre él y su maldita esposa, tengo que colgar te escribo luego. — Pero, Bianca –La joven no lo dejo hablar cuando colgó la llamada, se miró con el ceño fruncido, estaba roja como una gran tomate.Bianca siempre ha estado intrigada, saber de su padre

(...) — ¿Ahora sí quieres hablar? –Preguntó Nicholas con una sonrisa triunfante.— Creo que ya no hay nada más que decir –Lena sonrió, su rey la atrajo colocando su cabeza en su pecho. — No tienes idea de cuánto extrañaba estar así contigo, tenerte entre mis brazos de nuevo. — Lo sé, perdóname por hacerte a un lado, no fui fuerte –Confesó la reina con tristeza. — ¡Shhh! pasaste por mucho sola, no tienes que disculparte por nada — No, debí estar para ti como tú lo has estado para mí, sé que también has estado sufriendo, sintiéndote culpable no fui justa — Solo prométeme que de ahora en adelante estaremos juntos para todo lo que se nos venga encima, no te aísles de mi yo quiero ser tu roca Lena, tener a nuestra hija perdida es muy duro, pero te juro que seguiré buscando incansablemente hasta encontrarla y devolverla a nuestra familia — La seguiremos buscando, yo también quiero formar parte de esa búsqueda, quiero que la encontremos juntos –Nicholas besó su frente. –El pueblo anhe