"No creo que sea para eso, porque si ese fuera el caso, se la habrían llevado antes de que llegara a la manada de la Montaña. En las fotos que Leo me mostró, se notaba que la habían estado vigilando desde hace un buen tiempo, Tamia. Además, las quejas que Max y Devin tampoco cuadran con esa teoría.Si no hubiésemos descubierto esto, habríamos pensado que los Alfas solo eran unos malos perdedores y no querían dejar su orgullo atrás, pero después de ver lo que Amelia puede hacer con la plata y saber lo que significa esa moneda, me di cuenta de que esas quejas son importantes y debemos tomarlas en serio. Mi mayor miedo es que exista un ejército con esas habilidades." Confesó con seriedad.Entendí las inseguridades de mi esposo. A Sylvester no le preocupaba que fueran Stepanovs, lo que le preocupaba era lo que podían hacer, tal vez alguien había descubierto los métodos que usaba esa rama de su familia para ser más fuertes y decidió revivir su legado. Eso también significaba que esos supues

Vino estaba en la oficina y cuando entré me saludó. Le respondí solo por educación.Cuando vi la expresión en la cara de Sylvester, noté que se había dado cuenta de que yo todavía no había perdonado a su hermano. Podría ser el Rey y todo, pero no podía obligarme a que Vino me cayera bien.Me di cuenta de que había bajado de peso, pero no me importó. Seguramente le afectó el suicidio de Amanda, se notaba que la amaba a pesar de ser una maldita. Lo que nunca entendería fue por qué permitió que ella arruinara mi hogar a propósito. Por muy importante que fuese una misión, jamás sería capaz de compartir a la mujer que amaba con otro hombre solo para obtener un beneficio o culminar una parte del plan.Se aprovecharon del vínculo de compañeros entre nosotros, aun cuando pudo haber esperado a la ceremonia de la Luna Azul para reclamarla, así que no había nada que justificara lo que me hizo. No me importaba cómo lo trataran sus hermanos y primos. Para mí, seguía siendo un enemigo hasta que me d

~ Leo ~Cuando volví, Amelia no estaba en la habitación. Recordé que me había dicho que estaría en la sala de juegos, así que me relaje y me senté un rato, estaba preocupado porque no sabía cómo iba a decirle que su vida estaba en peligro, pero tenía que hacerlo porque ella necesitaba saber para entender la situación.Amelia solo podría estar a salvo si lo sabía, negarnos a decírselo podría hacer que cayera en las trampas de las personas que la buscaban. Hasta el momento, no sabíamos si eran sus enemigos o quienes eran, pero de lo que si estaba seguro era de que esa gente eran nuestros enemigos."Leo, necesitamos hablar con ella y que decida qué hacer con esa información." Me dijo Black, afirmando lo inevitable, así que suspiré.Comencé a caminar de un lado a otro de la habitación ensayando cómo decírselo, mientras caminaba, escuché que se abría la puerta. Me volteé para ver quién era y vi a Amelia. Me miró, un poco sorprendida de que yo estuviera en la habitación, así que le sonreí pa

"Pero tranquila, que el Rey ya está buscándolos." Le aseguré, sentí cómo su cuerpo se relajaba un poco.La abrace para seguir contándole."Cuando me fui a casa, Max y yo fuimos a ver el campamento en el bosque y encontramos un bolso con fotos tuyas, te han estado siguiendo desde que saliste del orfanato y parece que lo siguen haciendo. En la última foto que tomaron, estás dándole o recibiendo algo de un extraño, pero ya eras parte de mi manada y lo más extraño es que escribieron en la parte de atrás de la foto algo como 'Envíensela al Alfa, ella está con ellos'.No tengo ni idea de lo que significa, pero espero que mañana que la veas puedas aclarar un poco las cosas para que sepamos qué hacer." Le conté, ella asintió, mientras seguía en mis brazos.Luego le comenté sobre la moneda, aclarándole que lo que estaba pasando tenía que ver con un linaje que se suponía que ya no existía. Sentí que estaba incomoda, después de lo que le dije y lo entendía, tenía todo el derecho de no querer ver

Me puse un vestido de encaje negro que me llegaba a la mitad de los muslos, haciendo que mis piernas se vieran alargadas, pero sin dejar de ser elegante. A Leo le encantó el largo del vestido. Las mangas cubrían tres cuartos de mis brazos y eran ajustadas, a pesar de que se podía ver mi piel a través del encaje, no se veía vulgar, sino muy elegante. Dejé mi cabello suelto y lacio, pensando que nunca me había sentido tan bien con mi cuerpo y mi cara, hasta ese momento.No me puse mucho maquillaje, sabía que no lo necesitaba. Leo silbó apenas me vio, yo le sonreí antes de bajar la mirada a mis pies. Los tacones negros que llevaba eran hermosos y combinaban a la perfección con el vestido, sostenía un bolso negro y me coloqué unos aretes pequeños de diamantes que Leo me había regalado."Te ves preciosa, Amelia." Me dijo un halago, así que le sonreí."Tú tampoco te ves nada mal." Le respondí, admirándolo. La verdad era que él siempre se veía increíble. En ese momento, llevaba pantalón neg