Era incomodo, todo era muy incomodo, yo no supe cómo reaccionar a la pregunta de Lucian, y casi salí corriendo a meterme al gimnasio, el entro minutos después se veía algo decaído, yo no quise rechazarlo, pero esto era nuevo para mí, me latía el corazón a mil por hora, para no verlo me tuve que encerrar en mi pequeña oficina, pues yo no estaba segura de lo que sentía por él, sobretodo no sabía si yo era la mejor opción para él, puesto que era algunos años mayor y era divorciada, el no parecía tener tanta experiencia con las mujeres, no quería que la gente dijera que me estaba aprovehando.Los siguientes días eran más o menos igual, así que era un poco difícil ir a trabajar, y pasar todo el dia cerca suyo, después de un largo día, llegue a darme un baño, el foco llevaba días amenazando apagarse en cualquier momento, parpadeaba mucho, y justo cuando me lavaba el cabello, se apago, volvió a prenderse, y después se apago en definitiva, dejándome en la oscuridad, cerré las llaves del agu

Mike¿Qué se suponía que hiciera ahora? Esto era muy incomodo, pero no podía irme, afuera caía un diluvio, como fui a perder este pequeño cachorro frente a mí y termine, entre esos dos, ninguno había salido todavía, era obvio que evitban.La puerta del baño para visitas se abrió, y salió Abigail, sin mirarme, se dirigió a la cocina, ella parecía familiarizada con este lugar, ¿Qué tan seguido venia aquí? ahora tenía curiosidad.-¿Qué vas a hacer, necesitas ayuda? – pregunte acercándome con cautela-quiero aprovechar que en esta casa siempre hay carne para hacer un consomé de pollo, puedes ayudarme con las verduras –Estábamos terminando de preparar la cena, cuando Lucian por fin se digno a salir de su habitación, ambos evitaban mirarse, ¿era porque yo estaba aquí, o había algo más?-huele bien, ¿Qué es? – nos pregunto-consomé de pollo, siéntate –Mientras comíamos solo se oía el sonido de las cucharas contra los platos, Lucian solo se levanto servirse pedir más.-¿no piensas irte? – m

Paso un mes, todo parecía ir perfecto para mi, Abigail y yo, estábamos cada día mejor, además mi último combate fue un éxito, solo que estaba bastante ocupado con campañas publicitarias, lo positivo de esto, era que Abigail iba conmigo a todos lados como mi asistente, así que podía pasar el día con ella, aunque no pudiéramos hablar mucho.-¿Cómo vas? – me pregunto ella-ya estoy harto me está dando calor estar bajo los reflectores – ella tomo una de las pequeñas toallas que estaban sobre una mesita, yo me agache para que ella me quitara el sudor de la frente.-es tu culpa por ser guapo – me dijo-¿soy guapo, entonces? – le dije sonriendo-basta borra esa sonrisa, así debías sonreír hace cinco minutos, no a mí –-ya está bien, no voy a sonreír mas, pero dime ¿A dónde quieres ir a comer más tarde? –-no sé, mmm… ¿Qué tal a la parrillada de la vez anterior? Se come muy rico ahí –-será a donde tú digas –-¿podemos continuar? – me pregunto un chico de mala gana, y Abigail, me hizo la seña

Abigail Zoe vino a hablar conmigo, pues yo seguía decaída, me encontró en mi pequeña oficina, intentando concentrarme.-supe lo que paso, ¿estás bien? –-estoy preocupada, más que nada –-¿preocupada? – me pregunto ella sentándose en la orilla de la mesa, no cabía otra silla aquí – quieres contarme que es lo que te preocupa –-es solo que ahora mi cara esta por todas partes, ¿y si alguien de mi antigua vida, me reconoce, y habla sobre mi? ¿Qué voy a hacer? –-querida tu eres la víctima, si tu ex marido está preso, es porque casi te mata a golpes, que no te asuste que se sepa, tienes mucha gente de tu lado –-hablando de eso, me han dicho que su madre sigue intentando apelar la sentencia, me asusta que en una de estos lo logre –-que no te asuste tanto, ahora tienes un tipo del tamaño de un oso que muere por ti, y que es campeón de artes marciales mixtas –-no voy a poner su carrera en peligro, si golpea a un civil se acabo para el –-creo que con solo verlo es suficiente, pero si es

Cuando me metí a la cama, ella estaba acostada boca arriba, pero se dio la vuelta hacia mi lado y me miro, la lámpara de su mesa noche seguía encendida, me deslice en la cama, hasta que podía tocarla con facilidad, y la atraje hacia a mí.-Aby, no quiero asustarte, pero… --pero… ¿Qué? – respondió ella, acariciando mi mejilla-no sé si voy a poder mantener mis manos quietas, si estas usando eso –-¿me estas pidiendo permiso para tocarme? – pregunto en voz más baja, pero al escuche perfectamente-¿puedo hacerlo? – pregunte en el mismo tono de voz-no me habría puesto esto, ni me metería en tu cama si no quisiera que lo hicieras –Ni bien termino de decirlo me moví, llevándola conmigo, y ella quedo debajo de mi, abrió los ojos un poco sorprendida, pero después solo se rio – si algún momento quieres que pare, solo dímelo – le dije antes de besarlaPero ella no pidió que me detuviera, ni cuando fui mas allá y bese su cuello, tampoco me detuvo, cuando baje los tirantes de su camisón, mis m