— Conejito, ¿por qué no me “contestabai” el teléfono? —dijo una mujer con voz vulgar cuando contesté el móvil de mi esposo. Yo no suelo hacer esto, pero, llamaban con tanta insistencia que pensé que uno de los pacientes de mi cónyuge tenía alguna emergencia.Yo sospechaba que Cristian tenía amoríos con otras mujeres, pero, no tenía la certeza que así fuese. Escuchar a esta mujerzuela fue un balde de agua fría. No sabía si contestarle de forma irónica u ofenderla sin piedad. Finalmente, opté por cortar y no decir nada. Me senté en la cama y esperé que mi maridoterminase de ducharse.—¿Qué haces acá a esta hora? —preguntó molesto—Te recuerdo que en esta casa yo vivo, conejito—respondí con frialdad. Manteniendo la calma y tratando de disimular mis ganas de matarlo.Por unos segundos pude ver su turbación, sin embargo, volvió a su postura fría casi de inmediato. Tuvo la desfachatez de increparme por haber contestado su móvil. Yo no podía creer que era tan cara dura. Traté de mantenerme d
Leer más