La señora Dianne camino hacia la puerta para abrirla y llamo a su hija, la tomo de la mano, la rebelde la observaba extrañada al igual que yo cuando la puso frente a mí y dijo—Albert Collins aquí delante de mi hija quiero escuchar de sus labios lo que siente por ella sin tapujos ni nada, yo no tengo prejuicios de ninguna índole, ya me irá conociendoCuando termino de hablar yo que jamás había sentido temor, con esa mujer que lo que tiene de hermosa lo tiene de intimidante, pero conteste muy seguro—Dianne te amo, lo hice desde que... te conocí —La observe que su mirada era de sorpresa, pues, su profesor serio se lo está confesando y ella mirando a su madre replico—Albert Collins cuando recién lo conocí la verdad (miro a su madre y prosiguió) lo odié como a ninguno, pero era porque... pensaba que yo era la dueña de todo, que podía hacer lo que deseara porque mis padres son dueños del colegio, me molestaba que me esté ordenando o diciendo que es lo que debo hacer, pero cuando paso lo

Cuando bajaron fuimos a cenar todos, la conversación fue amena, mis hermanos estaban felices porque sacaron las más altas notas, los iban a llevar a un partido de Hockey, mi mamá comenzó a hablar de mi cumpleaños, entonces cuando mi papá comenzó también a decir algo sus ojos brillaban de alegría porque decía—Quiero hacerla en grande, con invitados especiales, es mi princesaMi tío se levantó de su silla diciendo —Nuestra princesa, Adam, igual a su madre bella, inteligente y levanta pasionesMi mamá enseguida inquirió —Andrew, cuida tu lengua, aquí están los gemelosMis hermanos preguntaron —Papi, ¿qué es levanta pasiones? —Me reí al escucharlos más que todo al ver a mi papá sonrojado y se le trabaron las palabras—A ver amor, explícales a los chicos, tú eres su padre —mi papá aclaró la garganta y solo dijo—Levanta pasiones, es (miró a mi mamá angustiado pidiendo ayuda y ella solo le viró la cara sonriendo). Es ehm, como les digo, ah, sí, una mujer enamorada, eso es. Cuando crezcan, l

Amaneció, me desperté estirándome no estaba Matteo a mi lado, me llego su aroma del perfume y recordé que Él si tiene obligaciones en el colegio, me levanté muy despacio fui al baño con mi bastón, después me lave la boca, las manos y salí con rumbo a mi biblioteca al llegar busqué un libro sobre erotismo y encontré "El Marqués de Sade" Lo leí hasta la mitad, estaba ya calentándome, imaginándome el paraje y las situaciones, dejé el libro en su sitio con un separador, para regresar después, mi ama de llaves, subía las escaleras con mi desayuno, paso al lado mío saludando y entro a mi habitación cuando salió me comento—Buenos días le dejé su desayuno como le gusta, el señor Matteo dijo que en la tarde regresa trayendo lo del colegio, que no se preocupe, ah y me pidió de favor que le diga que revise su cajón de la cómoda, el izquierdoAl escucharla me quede pensativo de que me dejo ese aviso, aprisa fui a revisar el cajón y lo que vi me hizo enojar y dije—Matteo eres un... pervertido, e

«¿Qué pasó aquí?» me pregunté a mí mismo, discutimos y ahora me dice que me ama. La verdad es que me gustó mucho que me lo recalcoNos besamos sin importar que mis amigos estaban allí presentes, pero las risitas no sacaron del embobamiento de los dos y sonreímos pícaros—Bueno, ahora no podrás hacer nada, Dianne, parece que te dislocaste el tobillo, pero las tareas sí puedes hacer aquí en la mesa —le dije muy tranquilo—Te ayudo, Dianne para que termines rápido —acotó MatteoDiego prendió la televisión para ver y distraernos. Yo estaba muy tranquilo sin moverme porque la caída aumentó mis dolores a pesar de haberme tomado una cápsula para bajar el dolor. Entre las noticias anunciaban el juicio para esa mujer narcotraficanteSonó el timbre de la casa y después de unos minutos llamaron a mi puerta para anunciar una visita de una alumna. Nos miramos todos y contesté que la dejen pasar—Hola, buenas tardes, profesor Collins, ¿se puede? —era la voz de una mujer, a lo que contesté—Pase —Ing

NARRA LA REBELDE DIANNECuando vi a mi papá golpeando a Albert, me asusté, pero mi mamá sabe cómo tranquilizarlo. Acepto lo nuestro, pero lo veo intranquilo, va manejando muy callado, eso no me gusta porque mi papá es muy conversador, solo lo miro de reojo cada vez en cuandoLlegamos a casa, cundo se bajó dio la vuelta abrió la puerta del auto, me cargó y un guardia cerró la puerta del auto y otro guardia abrió la puerta de la entrada de la casa, subió conmigo en brazos hasta mi habitación, me coloco en mi cama sentada, agarro una silla y se sentó frente a mí, mientras yo gritaba para mis adentros, ayúdeme alguien por favor—Dianne... ¿Amas a Albert? ¿y desde cuándo está pasando esto? ¿acaso Él te sedujo?Tantas preguntas para contestar, m****a, mi papá, parece policía escudriñándome los ojos. No me quita la mirada, carajo, así que contesté sus preguntas con paciencia—Papi, amo a Albert, creo que fue cuando lo vi desmayado por los golpes y no me sedujo, es muy respetuoso, además, cuan