El trabajo en el instituto comenzó a hacer un resumen de fin de año. Mariana se sumergió completamente en su trabajo.En sus momentos de ocio, Mariana visitaba a sus abuelos. Aunque Lorena tenía problemas con su mano, seguía preocupada por el progreso del instituto. Mariana le informaba a Lorena sobre los avances del instituto cada vez que la visitaba.Cada vez que Sancho decía: —Ay, cuando el niño viene, déjalo relajarse, siempre hablando de trabajo; el niño también se cansará.Lorena le respondía: —¿Qué sabes tú?Entonces, Sancho se defendía en silencio: —Sí, sí, no entiendo nada; solo tú entiendes.Aunque siempre discutían y bromeaban, su amor no disminuía. De vez en cuando, Lorena decía cosas como:—Si no le hablo de esto, ¿de qué le voy a hablar? No puedo preguntarle sobre sus asuntos amorosos; son un desastre.Entonces, quien callaba no era el abuelo, sino Mariana.Mariana tenía muchísimo dolor de cabeza. Hoy, rara vez descansaba y vino a cenar. Durante la comida, Lorena también
Leer más