Entonces, Azul levantó el pulgar en señal de aprobación hacia Selene.Luciano también levantó el pulgar, mostrando una amplia sonrisa con sus dientes blancos.—¿Tía, se han resuelto los problemas de contabilidad?— Selene miró hacia la pila de libros de contabilidad en la mesa de café. Desde que su tío Tadeo Paredes se hizo cargo de Entretenimax, la compañía había ido cuesta abajo, saliendo rápidamente de los tres primeros lugares de la industria, pero la contabilidad de la empresa estaba excepcionalmente limpia.Mientras revisaba los registros trimestrales, Selene notó que la rotación de los fondos era muy baja, lo que la hizo dudar. Por ello, pidió a Azul y Luciano que buscaran a alguien de confianza para auditar los libros.Azul de inmediato le pasó a Selene una gruesa pila de documentos donde se detallaban los estados de cuenta, claros y concisos.—Todo está resuelto. Después de que su hermana falleciera, el gerente financiero Ramírez se vio obligado a renunciar. Ahora, este gerente

Selene escuchó las palabras repetidas de Ana, miró al hombre frente a ella con una sonrisa dulce y luego lo abrazó por el cuello.—¿Quieres quedarte aquí con tu ex esposa? ¿O ir a buscar a tu prometida que está a punto de saltar desde un edificio?— Se mostraba coqueta en ese momento.Andrés sabía que ella lo estaba provocando.Las palabras de Ana resonaron nuevamente desde el teléfono: —Andrés, ¿dónde estás? ¿Por qué hay una voz de mujer en tu lado?Andrés colgó directamente el teléfono, miró a la mujer bajo él y le dijo con voz suave y preocupada: —Ve a dormir bien.Con eso, se levantó y se fue del apartamento a paso rápido como el viento.Al siguiente segundo, la puerta se cerró, el sonido resonando en los oídos de Selene.Se sintió un poco ridícula. —Después de un año, Esmeralda no ha progresado en absoluto en sus trucos.Antes, Esmeralda solía engañarlo una y otra vez, y ahora todavía era así.Antes, ella estaría decepcionada, triste y angustiada, pasando la noche sin dormir has

—¡Porque soy un buen chico!Selene se rió al verlo llorar.Treinta minutos más tarde, el vehículo llegó a la zona de villas en las afueras sur de la ciudad.El vehículo se detuvo frente a una villa independiente, y Nacho presionó el timbre de la casa del gerente Vega.—¿Quién es?— El mayordomo, con los ojos entrecerrados por el sueño, miró a Selene y Nacho parados afuera.—De Entretenimax, Selene— dijo Selene.Al escuchar estas palabras, el mayordomo se despertó al instante, su expresión se volvió extremadamente desagradable, y se quedó parado en su lugar sin saber qué hacer.Al ver su falta de reacción, Selene habló: —¿No vas a abrir la puerta? Este no parece ser el modo apropiado de recibir a los invitados, ¿verdad?El mayordomo tembló de miedo y presionó un botón en el costado, y la puerta principal se abrió lentamente.Selene y Nacho entraron en la sala de estar, y el gerente Vega, que había recibido la noticia, bajó corriendo las escaleras.—Buenas noches, gerente Vega— dijo Sele

Después, el gerente Vega fue a la cocina y le entregó a Selene una grabadora oculta que había guardado.—Señorita Soto, la mayoría de nuestras conversaciones con Tadeo están aquí. Esta evidencia debería ser suficiente— dijo el gerente Vega mientras entregaba la grabadora a Selene.Selene tomó la grabadora de las manos del gerente Vega y presionó el botón de reproducción, escuchando la conversación entre Tadeo y el gerente Vega.Mirando al gerente Vega frente a ella, Selene dijo: —Gracias, cumpliré con mi palabra.—Está bien, está bien— dijo el gerente Vega entre lágrimas, secándose los ojos. —Entretenimax será salvada, se preservará el legado de la señora Paredes.Selene asintió con la cabeza hacia el gerente Vega y se dirigió hacia afuera de la casa. Justo cuando llegó a la puerta, la voz entrecortada del gerente Vega la detuvo. —Señorita Soto!Selene se detuvo y se volvió hacia él. —¿Hay algo más que el gerente Vega quiera decirme?—Señorita Soto, Tadeo no te dejará ir, debes tene

Selene estaba parada en la entrada, mirando a Tadeo, cuya emoción estaba fuera de control. En comparación con su estado un poco maníaco, ella parecía especialmente tranquila. Nacho dio unos pasos hacia adelante y agarró la silla levantada por Tadeo. —Señor Paredes, ¡la silla es inocente!Tadeo miró a Nacho, que parecía un gigante con su imponente estatura, y no se atrevió a decir nada más. Soltó la silla obedientemente. Nacho la dejó en el suelo y se retiró a un lado.—¿Tío, hace mucho que no nos vemos. ¿Te gusta este regalo?— dijo Selene con una sonrisa en el rostro. Tadeo miró a Selene, temblando, y dio unos pasos tambaleantes hasta apoyarse en el borde de la mesa, apenas manteniendo el equilibrio. En la sala de reuniones seguía reproduciéndose sin parar el diálogo entre Tadeo y el gerente Vega, una y otra vez. Podría decirse que había roto por completo las defensas mentales de Tadeo. Sabía que el gerente Vega ya había confesado todo y dejado pruebas, y ahora, con las pruebas en su