—¡Porque soy un buen chico!
Selene se rió al verlo llorar.
Treinta minutos más tarde, el vehículo llegó a la zona de villas en las afueras sur de la ciudad.
El vehículo se detuvo frente a una villa independiente, y Nacho presionó el timbre de la casa del gerente Vega.
—¿Quién es?— El mayordomo, con los ojos entrecerrados por el sueño, miró a Selene y Nacho parados afuera.
—De Entretenimax, Selene— dijo Selene.
Al escuchar estas palabras, el mayordomo se despertó al instante, su expresión se volvió extremadamente desagradable, y se quedó parado en su lugar sin saber qué hacer.
Al ver su falta de reacción, Selene habló:
—¿No vas a abrir la puerta? Este no parece ser el modo apropiado de recibir a los invitados, ¿verdad?
El mayordomo tembló de miedo y presionó un botón en el costado, y la puerta principal se abrió lentamente.
Selene y Nacho entraron en la sala de estar, y el gerente Vega, que había recibido la noticia, bajó corriendo las escaleras.
—Buenas noches, gerente Vega— dijo Sele