Rowan. Tuve que reprimir el instinto que me decía que me encargara de toda la situación mientras mi pareja descansaba. Ella había sido herida y, además de todo, se acababa de recuperar por tener a nuestra hija. A pesar de que vi cómo sus heridas se curaban ante mis ojos, seguía preocupado. ¿Qué clase de mounstruo era para alejarme sin mirar atrás? Pues la clase que quería que ella fuera feliz. Y si su felicidad se hallaba en ser una Beta y comenzar a dar órdenes en su nuevo territorio, yo daría un paso a un costado y la observaría desde las sombras. Aunque eso me matara. Ya había demostrado que me pediría ayuda si la necesitaba, así que sabía en dónde podría encontrarme. La vida como soltero era mucho más fácil, pensé cínicamente. Llegué al final del túnel oscuro y me transformé cuando me encontré con una barrera que me impedía seguir. Esto era bastante estrecho para mi metro ochenta y ocho, me sentía un poco claustrofóbico en este túnel en donde no podría ni levantar mi cabeza

En teoría tendría que ser sencillo. La realidad era que solo había presenciado una única vez el ritual; no era el ritual de Skyblue sino el de la manada original del Alfa Bastian. Lo vi solamente cuando Luna Alfa Rose convirtió en un árbol de cerezos el cuerpo de la difunta Luna del territorio. Lo intentaría, de todas formas. Por alguna razón, me sentía mucho más leal a esta manada que a mi manada anterior; quizá era porque aquí verdaderamente me habían hecho sentir como en casa. Un montón de cachorros huérfanos se habían convertido en mi familia en el escaso tiempo que llevaba aquí. Quité mi sonrisa triste de mi rostro cuando los lobos comenzaron a llegar con los cuerpos y comencé a dar órdenes para dejar esparcidos estratégicamente los cuerpos por toda la zona. Sobre todo en las partes en donde los árboles habían sido destrozados. El recuerdo de mi propio cuerpo volando y cayendo con un ruido sordo a pesar del escudo lobuno que hizo Alfa Alan aún me causaba escalofríos. Si, habí

Rowan.Observé al lobo de Paula correr a toda prisa lejos para cumplir las órdenes de Alfa Alan.-Rowan. - Dijo el lobo atrayendo mi atención. - Acompáñame.Yo asentí y ambos comenzamos a caminar uno al lado del otro después de que le pidiera a dos guardias de Bastian que vigilaran puerta (o donde debería de haber una puerta) del edificio con sus vidas.-Aun no tengo muy claro el por qué deseas ser un Beta en mi manada. Estoy seguro de que mi hermano Bastian tiene una muy estrecha relación contigo. - Dijo rompiendo el silencio. - En este territorio hacia años que no teníamos un Beta en condiciones y, francamente, dudo que lo necesitemos ahora. Le di el puesto a Paula solo porque mi pareja me dijo que sería excelente para el trabajo. Mi hermana Rose también ha dicho que ella sería una muy buena Beta, así que lo que estoy tratando de decir es...-No necesitas un Beta. Lo tengo. - Dije con aceptación.De todas formas solo era una excusa para estar en esta manada, no mi verdadero deseo.-S

Chase. -¿A qué juegan normalmente cuando se quedan dentro? - Pregunté al grupo de cachorros reunidos al rededor de la sala. Hasta aquí podían oírse leves murmullos de lo que sea que estuvieran hablando los adultos. Yo era un cachorro curioso, sin embargo no lo era lo suficiente como para prestar atención. Yo estaba en una misión: Jugar. -Realmente no hay mucho que hacer. - Dijo una de las cachorras más grandes. Me parecía que su nombre era Dana. - Solo nos tiramos y perseguimos nuestra cola por horas hasta la hora de la comida, la cena o la siesta. Hemos ayudado alguna vez a Luna Lia a preparar ungüentos y cosas así, pero generalmente nos aburrimos. Yo los miré con incredulidad, pero ni un alma me dijo lo contrario. -¿Tío Alan no les ha comprado ningún tipo de juego de mesa o lo que sea? -¿Qué es un juego de mesa? - Preguntaron algunos mientras otros me observaban con curiosidad. Suspiré. En mi manada preferíamos jugar al aire libre o en el edificio guardería donde al menos tení

-Préstame tu camisa, por favor. - Dije cuando por fin nos detuvimos en la parte trasera del autobús. Ambos podíamos escuchar las leves voces de los humanos haciendo un montón de preguntas sobre el accidente. Era por esto que queríamos evitarlos antes de que llegaran. -Aún no me has respondido. - Dijo Rowan pasándome su camisa "canguro". - ¿Me perdonarás? ¿Estás vinculada con el macho padre de nuestra hija? Entonces se acercó más a mí mirando mi cuello en busca de alguna marca y volvió a inhalar antes de congelarse. -Tú eres una Luna. - Casi podía ver cómo los pensamientos pasaban por su cabeza. Frunció el ceño con un gruñido. - Alfa Alan ¿Eres su Luna? Bueno, aunque lo seas no importa. Eres mi compañera, así que lo retaré a un duelo y ganaré... Mientras él continuaba hablando, yo me enfoqué en desgarrar su camisa para hacer unas cuantas vendas improvisadas. Tomé con cuidado una de sus manos y comencé a aplicar presión en sus dedos; justo como me temía, se lastimó bastante escaland