Había pasado cinco meses, Elena trabajo duro junto con Lorenzo para que no hubiese errores como secretaria y diseñadora. Hasta que llega uno de esos días importantes que su mundo cambiaria para siempre.Lorenzo estaba nervioso mientras caminaba por el pasillo hacia la oficina de Elena. Llevaba días pensando en cómo iba a hacerlo, pero finalmente se había decidido. Estaba listo para dar el siguiente paso en su relación y quería que fuera algo especial. Había escogido la oficina que el mismo le había regalado a Elena como el lugar perfecto para hacerlo, ya que era allí donde habían compartido tantos momentos importantes y donde habían construido su relación.Elena estaba concentrada en su trabajo cuando escuchó un suave golpe en la puerta. Al levantar la vista, se encontró con la mirada de Lorenzo, que le sonreía de manera nerviosa. Ella sabía que algo estaba pasando, ya que Lorenzo no solía aparecer en su oficina sin una razón específica.—¡Hola, Lorenzo! ¿Pasa algo? —, preguntó Elena

—Enserio, me parece raro —dice Verónica.—Increíble. ¿Qué quiere de nosotras? —Pregunto Hana intrigada.—No tengo idea, pero ustedes tienen que estar presentes, todos —anuncio Elena.—¿Iras con peluca castaña o con tu cabello negro normal el que te pintaste? —Pregunta Carlos.—iré con cabello negro el normal, aunque tiene extensiones, recuerda que no puedo tener cabello castaño, ya que mi otra identidad no la quiero, ahora ya renací.—Elena, ¿Tienes alguna idea del porque Lorenzo nos quiere en su mansión? —Pregunta suspirando.—No tengo idea —Elena le miente, aunque por dentro quiere gritar que se casara con él —dice Taiki.—Pensé que el jefe Lorenzo te necesitaba en su mansión para diseño, pero nosotros allí si es raro —dijo Ronin.—A mí me cae bien Lorenzo —dijo el padre de Elena.—Hija Lorenzo es divino, ese hombre se derrite por ti, se nota, no creas que no me doy cuenta de sus salidas, y no creo que sea para trabajar en diseños o de secretaria de trabajo de noche —dijo su madre.

El lugar estaba lleno de actividad. Amigos y familiares habían llegado de todas partes para ayudar con los últimos detalles. Las flores frescas adornaban cada rincón, y el aroma de la comida preparada para la recepción llenaba el aire.La novia y sus damas de honor se dirigieron al salón de belleza para su arreglo personal. Mientras tanto, Lorenzo y sus amigos se preparaban en la casa de al lado. El amigo de Lorenzo se acercó a él y le dijo —¿Nervioso, Lorenzo?.—Solo un poco. Quiero que todo salga perfecto para mi esposa Elena —dijo Lorenzo nerviosamente.Cinco horas despues.El sol de la mañana brillaba con intensidad en el pequeño pueblo donde Lorenzo y Elena habían decidido celebrar su boda. Los preparativos estaban en pleno apogeo, y la familia de Lorenzo, junto con sus amigos más cercanos, se habían unido para hacer de este día un evento inolvidable. La antigua finca familiar de los abuelos de Lorenzo había sido elegida como el escenario perfecto para esta ocasión especial.Ele

Lorenzo tomó el rostro de Elena entre sus manos y la miró con intensidad. "Elena, desde el momento en que te vi, supe que eras la única para mí. Eres mi confidente, mi compañera y mi amor eterno. Esta luna de miel es el inicio de una vida juntos, llena de aventuras y momentos como este."Elena sonrió con dulzura y colocó sus manos en el pecho de Lorenzo. —Lorenzo, eres mi fuerza, mi alegría y mi refugio seguro. Cada día contigo es un regalo, y estoy emocionada por explorar este viaje juntos, superando desafíos y compartiendo risas—.Sus labios se encontraron en un beso ardiente, un beso que fundía sus deseos y emociones en un solo acto de amor apasionado. Sus manos exploraron los contornos del cuerpo del otro con ternura y pasión, mientras se dejaban llevar por la corriente de sensaciones que les invadía.Con movimientos suaves y caricias tiernas, se despojaron lentamente de sus ropas, revelando la vulnerabilidad de sus corazones y la profundidad de su conexión. Cada roce, cada mirada

Después de la consulta, mientras caminaban hacia su auto, Lorenzo miró a Elena con preocupación en sus ojos. "Cariño, vamos a cuidarte juntos. Si necesitas descansar o si sientes que algo no está bien, no dudes en decírmelo, ¿de acuerdo?"Elena sonrió con gratitud y asintió. "Prometo que seré más consciente de mi cuerpo y me tomaré el tiempo para descansar cuando sea necesario. Y gracias por estar siempre a mi lado, Lorenzo."A medida que pasaban los días, Elena siguió las recomendaciones del médico y buscó maneras de cuidarse mejor durante el embarazo. Aunque los desmayos no desaparecieron por completo, eran menos frecuentes y menos intensos. A veces, Lorenzo la acompañaba en sus caminatas matutinas para asegurarse de que estuviera bien, y juntos encontraban formas de reducir el estrés y disfrutar de momentos de tranquilidad.Una tarde, mientras estaban sentados juntos en el sofá de su hogar, Elena suspiró y miró a Lorenzo con cariño. "A pesar de los desafíos, cada día siento que est