Capítulo 102. Unos tiranosCristóbal Mendoza RamírezLeón, Guanajuato, MéxicoMe preocupaba que Amaia estuviera tan angustiada, eso no me gustaba para nada. Ella no podía hacer que la tormenta se fuera y tampoco yo podía hacer nada, era mejor que tuviéramos calma y cuando estuvo listo el té, lo serví en dos tazas y nos sentamos en la sala. Le pasé a Amaia una cobija y yo me cubrí con otra, estaba haciendo demasiado frío.–Amaia vamos a tomar un té para entrar en calor, no te puedes ir por mucho que quieras hacerlo – Le dije – Si quieres, puedes llamar a Axel y decirle que estás aquí conmigo, aunque pensándolo bien, eso puede ser peor.Axel ha demostrado celos cuando estamos Amaia y yo juntos. Él tampoco puede ver que su novia está locamente enamorada, pero no de mí. Es verdad lo que dice Amaia que es un hombre sin sentimiento. Creo que por eso se lleva muy bien con Ivanna y son muy buenos amigos.–No lo sé, Cris. Axel y yo estamos muy enojados el uno con el otro – Dijo ella con triste

Capítulo 104. Sin marcha atrásIvanna Linares FloresLeón, Guanajuato, MéxicoCris me miró como pidiéndome compasión y yo solo pasé de largo de él y metí la camioneta, en la cochera de mi casa. Pero, ya no era tiempo de dejar así las cosas, yo tenía que poner en orden mi vida y para eso era mejor hablar con él definitivamente, yo no podía postergar más eso y era mejor hacerlo de una vez, ya que nos encontrábamos en la intimidad de mi casa y sin Amaia, sin Axel y sin nadie de por medio que nos obstruyera la plática que íbamos a tener.Así que me armé de valor y le abrí la puerta de mi casa, a ese hombre que amaba y que desearía ya no hacerlo más. Los dos nos estábamos causando daño, y era algo que no le permitía a nadie, soy una mujer independiente que no debería estar mendigándole amor a nadie. Así que este asunto se tenía que arreglar de una vez por todas, si él había fallado debía atenerse a las consecuencias.–Hola, Ivanna – Me saludó – Perdóname que haya venido a tu casa, se ha no

Capítulo 106. Muerto en vidaCristóbal Mendoza RamírezLeón, Guanajuato, MéxicoIvanna me había matado en lo más hondo de mi ser, me dolía demasiado lo que me había ocasionado y viéndola así en esa actitud, yo supe en ese momento que era hora de recoger, además de mis cosas, también mi dignidad. Tenía que irme ahora mismo y lo haría para siempre. No me volvería a ver si eso era lo que quería, aunque no iba a dejar mi amistad con Amaia.Revisé delante de Ivanna si no me quedaba nada en mi cubículo, no quería dejar nada que ella pensara que era un pretexto, y al ver que ya tenía todo conmigo, tomé mis cosas y me las llevé en una caja de plástico. Miré a Ivanna por última vez y antes de irme le dije algo muy importante para mí y que lo tomara como ella quisiera.–Gracias licenciada Linares, ha sido un placer laborar con usted – La miré conteniendo el llanto – Gracias por la oportunidad y por todo lo aprendido aquí. Eso se quedará conmigo para siempre.Eso era la verdad, había aprendido d

Capítulo 108. Sin ánimos de nadaIvanna Linares FloresLeón, Guanajuato, MéxicoSaqué todo lo de la cena y lo dejé sobre la mesa, empecé a acomodar los cubiertos y todo lo necesario para que pudiéramos cenar esa noche que parecía que sería de puras confesiones de los problemas con Amaia y con Cris entre Axel y yo, esperaba que ella estuviera bien y que cuando volviera no se encontrara demasiado enojada conmigo, porque mis ánimos tampoco estaban para querer ponerme a discutir con ella, no era para nada lo que quería para esa noche en la que volví a estar soltera. Axel volvió al comedor y se sentó en su silla, visiblemente molesto.–Güera, quiero saber tu versión – Dijo mi amigo – Solo me dijiste que lo tuyo con Cris se acabó, pero Amaia está haciendo toda una tormenta en un vaso con agua y al menos quiero saber el motivo real de eso.–No hay motivo, Axel y ya me conoces – Respondí enojada – Siento mucho el drama o lo que sea que te hizo Amaia, pero siendo sincera, lo mío con Cris ya no

Capítulo 110. Nuevo empleoCristóbal Mendoza RamírezLeón, Guanajuato, MéxicoMe intimidé un poco al ver a Don Mauricio, él es una eminencia en el derecho y no es por nada, pero en esa firma estuvo Axel de socio y por algo fue. Ahí solo buscan la excelencia y ahora yo estaba aquí, de frente, con una gran oportunidad y en una de las mejores firmas de la ciudad ¿Qué más podía pedir? Amaia rompió el hielo del momento y nos presentó.–Hola, papá. Él es mi amigo Cris, del que te hablé y ya te lo traje para que platiquen – Dijo Amaia – Cris, él es mi papá.–Buenas tardes y encantado de conocerlo Licenciado Domínguez – Dije y extendí mi mano – Muchas gracias, por recibirme tan pronto.Estaba bastante nervioso, Don Mauricio se veía muy serio y hasta nervios me entraron, no quería que se echara para atrás, de él depende si me recibo de abogado o no, este puesto es como mi última esperanza.–Mucho gusto, muchacho – Él estrechó mi mano – Ahora pasemos a mi despacho para platicar y tú Amaia, pued