New York…Ya es fin de semana y toda la familia Holwes, junto con Julia están de visita en la gran manzana, para hacerle un poco de compañía a la dulce Vicky:—¡Hija! —exclama Melissa—mira a quien te traemos de visita.—¡Sorpresa! —emite Julia un grito y Vicky enseguida, la recibe con un gran abrazo.—Ay amiga, te noto más gordita—expone Julia mientras la mira con admiración.—Ven conmigo, tenemos muchas cosas de que hablar—le manifiesta Victoria.Se alejan de la familia y se internan en la habitación de Victoria:—Lamento todo lo que te ocurrió con Jeremy—expresa Julia su sentir.—Descuida amiga, poco a poco lo iré olvidando, eso creo.—Te costará mucho, si Jeremy es el amor de tu vida.—Tienes toda la razón, para que te voy a mentir. Tengo algo que contarte Julia, espero por ahora discreción de tu parte.—¿Dime?—Estoy embarazada, voy a tener un hijo de Jeremy—¿Jeremy lo sabe?—Todavía no, por eso te pedí discreción.—Victoria, pero con un hijo cambian las cosas.—¿En qué julia? No

Ya han pasado seis meses, la pancita de Victoria ha crecido desmesuradamente, está a la espera de su primer hijo natural, todavía continúa con ese intenso vacío, por no tener a Jeremy a su lado, aunque lo intente negar y hasta amenazo a todos a su alrededor con quitarle el habla si se lo mencionaran. Sin Jeremy su vida no tiene sentido.Ésta en este preciso instante, se halla en la mansión de su madre en Washington, decidió retornar a la ciudad, para que su hijo nazca allá, ya los Clark conocen de su embarazo, incluso hasta el mismo Jeremy, sin embargo, ella se ha negado a verlos.—Joven Vicky tiene visita—le comenta Alfred, quien ya ha retornado al trabajo en la mansión Holwes, después de sus vacaciones.—¿Quién es Alfred?—Es mejor, que usted lo compruebe por si misma—se aleja Alfred, sin decir nada más.Victoria, se encontraba afuera en el amplio jardín, correteando con su hijo Matías. El niño al ver acercarse a Jeremy, corre a su lado y se le lanza encima. Jeremy lo toma entre sus

Todos se han ido de la clínica, el único ajeno a la familia es Joshua, quien ingresa al cuarto de Vicky donde reposa. Su madre decide salir un momento, con la intención de dejarlos solos, para que arreglen sus desavenencias.—Ya se fueron todos—apunta Josh, contrariado.—Josh, ven acércate más—demanda Vicky.—Vicky yo…—No digas nada Josh, te pido perdón, por cómo me porte contigo, tu eres mi hermano. En esos días estaba muy contrariada, por lo ocurrido con Jeremy y esa mujer, de paso las hormonas, ya sabes el embarazo.—Tranquila Vicky, ya paso. Yo también he estado muy triste, al tenerte distante. Eres más que mi mejor amiga y lo sabes.—Lo sé muy bien cariño ¿Viste a tu sobrino?—Si lo vi desde el cristal, es idéntico a ti.—A mí en cambio, se me parece a Jeremy.—Ja, ja, ja, en cambio a Andrew se le pareció a él.—Andrew a veces es muy gracioso.—Y otras simplemente insoportable.—A todas estas, cariño ¿Cómo está Jeremy? —pregunta Vicky.—Me imagino, que debe estar en observación.

En horas de la tarde, en la mansión Holwes. Ingresa Jeremy, junto con su madre y su hija, para presentarle la niña a Victoria. Se muere de los nervios, desconoce cómo reaccionará ella, su cara de ayer al decirle del nacimiento de la niña, no muy agradable.—Hola Alfred ¿Dónde está Victoria? —pregunta Jeremy.—La joven Vicky, está en su habitación, vengan conmigo—Elizabeth mira a Jeremy y siguen a Alfred.—Jeremy—se advierte, rápidamente Vicky de su presencia—¿Es tu hija?—Si cariño, no es adorable—la mira Jeremy con ternura.—¿Dónde está Alexander? —pregunta Elizabeth.—Hola Elizabeth, disculpa. Mi hijo está afuera con mi madre lo saco, para que tomara el sol.—Voy a verlo, los dejo. Espero arreglen sus diferencias, hija solo mírala, es un angelito y no tiene la culpa de nada—sale Elizabeth de la habitación y esboza una tímida sonrisa.—Amor, no tiene nombre—menciona Jeremy.—Dámela, quiero tenerla en mis brazos—Vicky la toma y un fuerte escalofrío, recorre su piel hasta hacerla eriza