Pov Isis Sus labios a punto de rozar los míos eran hipnotizantes y los brazos de Amir rodeando mi cintura mientras trazaba círculos sobre mi fino vestido me tenían a punto de perder la cordura, tanto que casi hicieron resquebrajarse mi autocontrol, pero todo esto estaba mal y muy en el fondo lo sabía.- Kamir, para- pedí con la voz temblorosa- esto, esto no está bien.- Yo creo que sí, princesa- susurro Amir en mi oído- ¿Qué está mal? Eres preciosa y te deseamos- alego para luego poner un beso en la curva de mi cuello.-Cuando entraste al comedor con ese vestido nos tenías a punto de secuestrarte y llevarte a nuestra habitación. Y no vamos ni a hablar del recorrido, he querido besarte en cada maldito salón y pasillo de este palacio- comentó Amir con picardía a mi oído.Los labios de Kamir rozaban con suavidad los míos sin besarme, tentándome, jugando con mi lívido, para luego poner delicados besos en mi mandíbula que me erizaban la piel.- Ka...Kamir, Amir, por favor, paren, esto no

Pov IsisNo pare de correr hasta que llegue a la seguridad de mi habitación y solo un rato después Iset entro tras tocar cargando una gran caja que me ofrecí a llevar pero se negó fervientemente hasta dejarla en el escritorio donde descansaban los archivos y algunos otros documentos que me había estado enviando Suhan.-¿Qué es esto?- Le pregunte a la agradable chica mientras me acercaba a ella.-Su majestad el rey ha sido informado de que carecía usted de un ordenador así que le ha enviado uno, señorita- respondió.Me acerque a la caja abriéndola para encontrar un portátil que debía de ser carísimo y sobre este se hallaba una nota escrita a mano con una magnífica y masculina caligrafía.¨Lamento no haber sido informado de esto antes, una de tus doncellas te dará la información acerca de las redes seguras de palacio que puedes utilizar. Atte. Essel ¨-Mis doncellas- susurre, aunque al parecer no fue lo bastante bajo para que la joven no me oyera.-Sí, señorita. Selim y yo somos sus do

Pov IsisEl niño se había quedado dormido unos minutos antes de que saliera a informar a la familia. Una de las enfermeras se había quedado cuidando de él mientras yo terminaba de analizar la situación con detenimiento, tras pasar la descarga de adrenalina que me había causado todo esto. Abrí la puerta y de inmediato todos miraron el monitor aliviados antes de tomar asiento para escucharme. Amir me pidió que me sentara poniendo una silla para mi justo frente a todos. Prácticamente me desplome antes de dejar salir un gran suspiro, procesando que solo había sido un susto e Ian estaba bien.-Fue una víbora, estaba en el invernadero, la vi antes de que se escapara entre las flores. Puse a Ian un suero antiofídico polivalente que es con el que se tratan las mordeduras de las víboras del género Bothrops y reacciono casi de inmediato a el- explique.-Entonces…- Cuestiono Max.-El pequeño estará bien, se quedó dormido hace unos minutos- los calme.-Gracias, Isis, muchísimas gracias- hablo Be

Pov IsisLa tarde más agitada desde que llegue a Ismecadar se había desatado, en palacio los trabajadores parecían, como diría mi madre…pollos sin cabeza…corrían de un lado a otro cargados de las más diversas cosas o retocando el salón, los jardines o cualquier cosa que les pareciera fuera de lugar. Para mi desgracia, no corrí la suerte de llegar hasta mi habitación antes de ser absorbida por el remolino de actividad, así fue como sin darme cuenta llegue a los aposentos de Beren donde termine rodeada de estilistas, manicuristas y diseñadoras probándonos diversidad de trajes típicos. Había visto saris con anterioridad en la televisión, pero nunca con telas o trabajos tan impresionantes como aquellos. Algunos parecían incluso estar cosidos con hilos de oro y plata.Para la llegada de la noche tenía la manicura hecha, el pelo liso recogido en un moño bajo, mi cabello cubierto casi en su totalidad por un pañuelo rojo con bordados dorados a juego con el sari, una falda se extendía desde d

Pov AmirIsis cayó en un profundo sueño minutos después de haber tocado la cima y nosotros no tardamos mucho más. Como ya me era costumbre estuve despierto antes de que el sol se hiciera presente, los rayos que fueron elevándose me mostraron la imagen que quisiera ver por la eternidad. Sus cabellos rojos enredados, con pétalos de las flores que habían cubierto la cama, desparramados sobre la almohada, la cabeza apoyada en mi pecho mientras mantenía un brazo sobre el abdomen de Kamir. Su cuerpo se mostraba a fragmentos, partes cubiertas y otras descubiertas contrastando su tersa y blanca piel con el rojo intenso de las sábanas. Su abdomen mostrándose casi en su totalidad, recuerdo el momento en el que vi la henna anoche, justo ahí, ubicaron el símbolo de la fertilidad, en ese momento entendí la extraña bebida y el calor desenfrenado que había causado en los tres. Habíamos hablado con nuestros padres las formas de que no pudiera irse si se enteraba de la boda y se enojaba, pero nunca pe