Camila. Era el segundo día en este aburrido hospital, estaba harta de esto, quería ya irme a casa y resolver algunas cosas pendientes. No me había percatado que en la habitación había unas flores hermosas, quizá las haya mandado Matthew. - ¿Quién trajo ese arreglo de flores?- le pregunté a la enfermera. - Oh, no sé.- ¿Cómo no va a saberlo? Es tu trabajo saber todo lo que entra aquí - Lo siento señora- dijo apenada- miré, aquí tiene una tarjeta.- ¿Qué esperas para traérmela? Muévete. Enseguida la chica quitó la tarjeta de las flores y me la entregó. "FELICITACIONES POR SU NUEVO BEBÉ, ESPERO QUE HAYA NACIDO SANO Y SIN NINGÚN PROBLEMA"- Catherine Clark- leí en voz alta las últimas palabras.- Creí que las flores las había mandado su esposo, señora- habló la enfermera quien aún estaba en la habitación- ¿Señora? Soy casi de la misma edad que tú estúpida, fuera de mi habitación, no quiero verte. ¿A caso Catherine quiere burlarse de mí? Esta es su nueva forma de hacerme perder la

Zack.La noche de ayer no pude ver a Catherine. La sesión de grabación fue larga y al terminar ella dijo que no podía verme porque estaba cansada, así que me quedé con Mariam y William a festejar que terminamos exitosamente la segunda sesión. En el medio día fui a su casa, planeaba darle una sorpresa, la señorita Rita me dejó pasar y junto a Bruno me ayudaron a buscar un árbol para construir el columpio que Catherine siempre deseó. Deseaba ser el hombre que cumpliera todas sus fantasías, pero sobre todo deseaba ser el hombre en quien ella confiara. Pero siempre que planeo darle una sorpresa, termino siendo yo el sorprendido. Sé que debemos hablar, pero no es el momento, estoy demasiado enfadado ahora. Llego al estacionamiento pensando sobre lo que ha pasado ahora.- Zack, espera. Escucho la voz lejana de Catherine. Sigo avanzando sin voltear, sé que si lo hago terminaré por escuchar sus disculpas y perdonándola. Si eso pasa, la situación de hoy se repetirá y ella volverá hacer l

Camila.A Catherine le gusta formar la tensión en el ambiente, ella se acerca a Matthew y le entrega el bebé en los brazos. Aunque Matthew luce confundido, sostiene al bebé quien al verlo le sonríe. - Te presento a tu hijo. - Se llama Matthew- habla la estúpida de Clara. - ¿Cómo puedes saber que es su hijo?- grité- si esa zorra te ha dicho que era de Zack ¿Cómo puedes creer que es de mi esposo así tan fácil? Y tú Mathew, di algo, no te quedes callado. - Catherine ¿De que se trata todo esto? - pregunta. - No debo ser yo quien te lo explique. Clara se pone de pie y le arrebata el niño a Mathew.- El pequeño Math es mi hijo y también suyo- confiesa la siníca. - Conoces a Clara ¿Verdad? - interroga.- Sí, la recuerdo. - Pues si tienes dudad sobre la paternidad del niño, en el laboratorio ya tienen su ADN solo falta el tuyo, los resultados son imediatos- es lo que sugiere Catherine.- Seguramente ya sobornaste a tus doctores ¿Verdad?- me adelanto a responder. - No soy como tú, pe

Matthew.Ese bastardo está demasiado pegado a Catherine. No la suelta incluso en mi presencia. La sujeta de la cintura con más precisión mientras me ve muy orgulloso. Zack, no eres más que un simple bastardo, ¿cómo te atreves a mirarme de esa forma? Y ¿Cómo te atreves a tocarla? - No tengo asuntos que tratar con usted y si fuera así tendría que agendar una cita.- Es un asunto personal- respondí. - No hay asuntos personales entre usted y yo. La sonrisa de burla que tiene Zack en estos momentos, me dan ganas de borrarla con un solo golpe. - ¿De qué te ríes? - Cuestioné. Catherine miró a Zack, no se había dado cuenta de la expresión que tenía es este momento. - De ti- respondió sin pena alguna.Olvidé que Zack es ese tipo de persona que siempre me saca de mis casillas. - Ustedes son, salgas de mi oficina ahora mismo- ordenó Catherine. - ¿Eh? ¿Por qué yo? - pregunta Zack. Es inútil que actúe de esa manera ante ella. - Tú espérame afuera, terminaré mis pendientes pronto, luego

Mía. - Valla que me haces reír Mía- expresa mi padre- o acaso este es tu nuevo capricho.- No es un nuevo capricho padre- traté de responder sin perder la paciencia. - La idea de dirigir la empresa junto a tu hermano parecía un capricho, pero lo que me acabas de decir ahora es una tontería. Pensé que el ambiente en la casa de campo haría que él se relajara un poco y apoyara mi decisión. - No es una tontería, es lo que quiero y me gustaría tener tu aprobación. - Para ser una broma es de muy mal gusto. Sabía que sería complicado obtener su permiso, pero siempre he deseado tener aunque sea su aprobación en algo. - Tengo suficiente con el bastardo de Matthew, la rivalidad de tus hermanos por una mujer, y el hijo de Camila que no se parece en nada a Matthew. Han sido tantos asuntos que han empeorado la salud de mi padre, a pesar de todo yo lo quería y estaba preocupada por él, pero al parecer él se aprovechaba de eso para hacerme actuar a su voluntad. - No mezcles tu sangre con un