Marcos ya estaba llegando al lugar, su madre poseía de por si un aire aristocrático y su hermana era una hermosa mujercita muy parecida a su mamá y con el carácter de su padre. Delfina había dejado su largo cabello suelto sobre su espalda desnuda, encima se había hecho un moño que se lo sostuvo con dos palillos de los que usan las Geisha, los largos pendientes color de piedra de jade en forma de lágrima le daba un toque distinguido. Había delineado sus ojos de tal forma que le daban un toque exclusivo al rostro. Cuando bajaron del auto, Antonella conversaba con el hijo mayor del gobernador se lo había acaparado para ella. Se dio cuenta que alguien importante había llegado porque todas las miradas se dirigieron a los recién llegados, y entonces vio a Marcos de espaldas más elegante que nunca, ayudaba a bajar a su mamá y en ese instante le daba su mano a Delfina que estaba radiante tuvo que reconocerlo. La mocosa sabe vestir bien y todo le queda perfecto. El joven Leonel dirig

Marcelo río y Antonella responde- ¿De qué te ríes idiota, crees qué es gracioso meterte con la hermana de Macos echarías no solo mis planes a perder sino también los de nuestro padre y vere si te quedan ganas de reí? -- ¡Déjala tranquila, no te das cuenta de que es un adolescente, tú tienes a tus putas y de todas las edades además de una hermosa mujer! -- ¡Vaya, vaya, desde cuando te has puesto tan moralista hermanita! - y ríe de forma desenfadada- ¿Y desde cuándo te has vuelto tan idiota! -- ¡No es moral estúpido es sentido común! - Antonella estaba enojadísima por el comportamiento de su hermano, su pecho sube y baja por el enojo - ¡aquí estamos bajo la mirada de todo el mundo entiéndelo y vas a hacer el ridículo justo con la hermana de mi futuro marido, además te pueden tachar de “pedófilo” además de que no eres bien visto! -- ¡Tú estás haciendo el ridículo ahora, pues todo el mundo tiene la mirada en nosotros! -- ¡Hazme un favor, ve con tu mujer por favor! - y se fue a

Defina pasó toda la mañana durmiendo, no se sentía bien, su madre hizo que Ana la encargada de cocina la despertara y le llevara el desayuno en la cama. Marcos llamó en el correr de la mañana para preguntar cómo se encontraba su hermana para el concierto- ¡No se siente bien, anoche durmió mal y hoy n no quiso asistir al colegio! - Marcos se paseó preocupado por habitación de su oficina.- ¡Si está bien no hay que presionarla! -- ¡Anoche tocó hasta tarde el piano y lo hacía más que por placer con rabia, me reocupa! -- ¡El hecho que haya regresado con Antonella no le cayó nada bien! -- ¡Repite que Antonella sólo traerá el caos a la familia! - - ¡Madre no le irás a tomar en cuenta lo que dice Delfina, pronto lo olvidara y su vida se encaminara de nuevo! -- ¡Espero que así sea hijo! – dijo su madre rezando para sus adentros.Antonella le hizo saber a su padre que Marcos pensaba apurar su boda- ¡Me alegro hija, esa es mi Antonella, muy ben, tendrás un hermoso regalo de bodas!

Marcos acompañó a Antonella hasta su casa en el trayecto le dice- ¡Voy a acompañar a mi hermana y a mi madre, ambas están muy felices y quiero compartir este momento con ellas, ¿lo entiendes verdad? -Antonella se dijo para sí que rabia, pero sonrió - ¡si claro, lo entiendo! - siguieron el camino en silencio.Delfina y su mamá llegaron con el chofer a la casa, estaban muy felices ambas, no podían estarlo más. Fue mucho el trabajo que volcó Delfina para obtener ese puesto.- ¿Estás feliz hija? -- ¿Por supuesto madre? - respondió ella con una cara de felicidad, mientras Marcos se despedía de Antonella en el auto.Se dieron un beso apasionado- ¡No quieres hacer algo loco! -insista ella a Marcos- ¡Podría, pero tengo que estar en casa en media hora! -- ¡No llevaría más de cinco minutos! - Marcos repite - ¡No hoy no, dejémoslo para otro día! - ¡Está bien! - dijo no con demasiadas ganas, se despidió y se bajó, Marcos dio vuelta su auto y se fue rápidamente, Antonella quedó sumamen

Conversaron de todo, hasta que la joven pregunta- ¿Y cómo te quebraste el brazo? ¿caíste sobre él, u otro compañero cayó sobre ti? -Santino quedó entrecortado, confuso, recordó el dolor de su brazo cuando se lo quebraban, Delfina notó que estaba pensando demasiado para una pregunta tan simple.- ¡No! - titubeo el joven -¡Caí sobre el brazo y éste estaba torcido! - Delfina sintió el titubeo de Santino en su voz, pero nada dijo, también percibió que él no quería hablar demasiado del tema. Que escondía Santino, ella trataría de averiguarlo, pero había algo que no le cerraba en toda aquella historia. El aire se tensó, ella sintió que él se puso incómodo y trató de manejar la situación- ¡Bueno lo importante es que te cures rápido para que puedas seguir practicando! - la cara de Santino se laminó- ¡Es lo que más deseo en esta vida, volver a la cancha! - dijo sonriente, Delfina sintió que su corazón se derretía frente a su sonrisa. Adoró, esa sonrisa, cada uno de los pliegues que