Habían movido el sofá hacia una esquina y a su lateral una mesita y un aparato con un monitor, era un consultorio.Sami traía puesto un traje de enfermera y estaba alistando el sofá como cama de consultorio.Poco a poco todo iba cuadrando en mi cabeza, con lo que dijo la gitana, esto era el destino.Mi amiga sería una gran cirujana y yo, si sería mamá.Muchos sentimientos me abordaron. Por un lado, me daba felicidad que el destino de mi mejor amiga, mi hermana del alma, fuera tomando forma frente a mis ojos, y una tristeza muy grande. Ya que no sabía si sobreviviría para verla crecer, y mi futuro no estaba escrito, quizás no lo habría para mí.Mire a Julio y le dije con una sonrisa de angustia y ansiosa.— ¡Si estoy embarazada!Lo vi ponerse rígido, pero en todo momento tomó mi mano.— Todo irá bien, tranquila.— Bueno, antes de empezar — empezó a decir Ernesto, el amigo de Julio y doctor —. Lucí me ha dicho que ya lo saben, así que seré totalmente honesto si las cosas son las que im

*Relata Nolasca— Como todas ya saben en este momento, Rita es un desertor, en este momento ni una de las presentes se irá hasta que hayamos arreglado este desastre, y si alguna la está ayudando, también pagarán las consecuencias.— Tu nieta está embarazada, tú rompiste el pacto— grito una de ellas— Yo me encargo de ese asunto— dijo NolascaSe escuchó un rugido a un costado de la cueva, todas sabían que Lucifer se encontraba en el lugar, pero por lapsos de tiempo en las que todas se sentían acaloradas por la discusión, solían olvidar que se encontraba ahí, empezando una pelea entre ellas y en las acusaciones en las que Lucifer intervenía con un rugido de molestia. Estas se estremecían un poco con la "ligera" advertencia.— Tú no te ocupas de nada— Hablo lucifer—. ¡Ella es mía!, entendiste. Yo me ocuparé de ella— dijo con la voz más imponente que tenía, haciéndoles saber por qué él era el rey del infierno.Hacía muchos años las brujas del aquelarre no veían a Lucifer, las únicas qu

* Relata Narrador— ¡También tropecé! — dijo el joven soltando una risita traviesa y dejando al descubierto una sonrisa blanca y coqueta.Sam lo vio asombrada, sintió un hueco en el estómago, algo que normalmente sentía cuando se ponía nerviosa, se acercaba algo interesante o esperaba con ansias.Inexplicablemente, a él no lo esperaba.— ¡gracias!— dijo tímidamente samanta.Ambos se sentaron en sus asientos para darle paso a la siguiente compañera.Pasaron 3 alumnos más y dieron un receso, en el cual todos los alumnos se retiraron al comedor y a los doctores, les llevaron comida de un restaurante, ellos comieron a puerta cerrada con el director.Sam empezó a caminar con dirección a una mesa en el comedor, ya llevaba ella su comida en mano, al dejar todo en mesa se acercó Carlos a ella.— ¿puedo acompañarte a comer?Sam le dijo inmediatamente que sí. Moviendo la cabeza asombrada.— Siéntate, yo voy por los refrescos, de ¿cuál quieres?— dijo él con su linda sonrisa— manzana, ¡por favo

*SamantaEstuve pensando toda la noche en Carlos, en que debería hacer al respecto, yo tengo mis propósitos bien fijos y quiero lograr cada uno, pero también quiero tener esas experiencias de las que mi mamá me platica, y lo que llegue a ver en mis amigos, wow, “Mi mejor amigo es Lucifer”A la mañana siguiente me alisté, me mire en el espejo. Desde hace mucho tiempo empecé a usar la ropa de mi papá, así sentía, que él estaba cercas de mí. Mi padre no era gordo, más bien tenía un cuerpo delgado, pero aun así, su ropa me quedaba holgada, trate de verme lo mejor que podía, aunque para mí, era absurdo ya.Cuando termine de ponerme brillo me sentí decepcionada al verme en el espejo, quite el brillo de los labios y salí de mi habitación.Mamá, ese día me llevaría a la escuela, tenía algunas cosas que hacer, así que llegué más temprano.Y también aproveché para seguir pensando en lo que haría. Debo confesar que me siento confundida.Quince minutos después lo vi llegar en su carro. Un auto se

* Samanta Cuando Ernesto se retiró del aula, nosotros nos quedamos sentados en el auditorio leyendo el papel que nos dio. Parece indicar que vamos a ir a estudiar y hacer practicantes en el hospital donde labora.Me di cuenta de que el papel de Carlos, el mío y el de otra chica decía Exactamente lo mismo, solamente cambiaban los nombres a quien iban dirigidos. Los de los demás chicos iban para otras clínicas con otros doctores y cirujanos.Al terminar las clases, Carlos y yo nos quedamos sentados en una banca al exterior del complejo cercas del estacionamiento, platicando sobre el papel que nos dio Ernesto lo que implicaba, lo que haríamos y entre plática nos dimos cuentas que tanto sus papás como los míos son doctores, teníamos algo en común.Cada uno quedó en que iba a investigar por su parte, obviamente yo tenía más o menos la impresión de lo que Ernesto planeaba, pero mis compañeros eran bien desconfiados.Ya se hacía tarde y Carlos preguntó —¿Cuál es tu carro?— No, hoy no tr