* Relata Narrador
— ¡También tropecé! — dijo el joven soltando una risita traviesa y dejando al descubierto una sonrisa blanca y coqueta.
Sam lo vio asombrada, sintió un hueco en el estómago, algo que normalmente sentía cuando se ponía nerviosa, se acercaba algo interesante o esperaba con ansias.
Inexplicablemente, a él no lo esperaba.
— ¡gracias!— dijo tímidamente samanta.
Ambos se sentaron en sus asientos para darle paso a la siguiente compañera.
Pasaron 3 alumnos más y dieron un receso, en el cual todos los alumnos se retiraron al comedor y a los doctores, les llevaron comida de un restaurante, ellos comieron a puerta cerrada con el director.
Sam empezó a caminar con dirección a una mesa en el comedor, ya llevaba ella su comida en mano, al dejar todo en mesa se acercó Carlos a ella.
— ¿puedo acompañarte a comer?
Sam le dijo inmediatamente que sí. Moviendo la cabeza asombrada.
— Siéntate, yo voy por los refrescos, de ¿cuál quieres?— dijo él con su linda sonrisa
— manzana, ¡por favo