No esperaba que el fuera directo, sentí como si el alma quisiera correr hacia él y arrollarlo a una velocidad arriba de 80 millas, mi corazón se emocionó ante aquella declaración, pero muy dentro de mí, también se levantó un muro a la defensiva.
— Son las palabras más lindas que yo haya escuchado, muchas gracias por ser tan sincero conmigo, pero también quiero ser clara, ¡No soy un juguete!
— Claro que no lo eres, y tampoco quiero que pienses mal de mí, quiero…
— Debo ser clara contigo — él se quedó serio mirándome
— ¡Dime! — dijo al fin
— Tengo mi futuro bien trazado, sé que trabajo quiero y no quiero que seas una distracción para mí. Soy una persona que tomas las cosas muy en serio, mi principal atención es mi mamá, quiero poder cuidarla y para mí no es importante las cosas triviales del sexo.
El giro su cabeza para mirar sus manos, no sé cuanto tiempo paso, cuando él sonrió de nuevo y me miró
— No espero menos Sami, si me das la oportunidad de podernos conocer, prometo no ser una d