~~~Punto de vista neutro.Solimán ha notado algo en la casa de la manada.En apariencia, todo es normal, como se supone que debería funcionar la casa de gobierno, en donde se decide y se ejecuta cada orden y asignación, un elemento vital para el buen desempeño de la manada y sus habitantes.Sin embargo, se ha dado cuenta de una gran ausencia o, en realidad, dos, puesto a que los gobernantes principales, el alfa y la Luna, no han sido vistos por casi dos días.Y ha sido tal el encubrimiento, que la mayoría en la casa sigue su vida como es habitualmente, pero él, quien está en ese sitio exclusivamente para hacer de espía, tiene sus sentidos alertas, además de pasearse con sigilo por los corredores del ala del alfa, en donde se encuentra la habitación de la matriarca, quien vigila celosamente al futuro alfa, el bebé que su hermano pretende usar como instrumento de su venganza.Así que ha buscado por todas partes, para asegurarse de que ambos no se encuentran en la manada y que se hayan

~~~Punto de vista neutro.Solimán está molesto con su hermano, quien se ha ido con un grupo de hombres a asaltar el ala este de la casa de la manada, en donde piensa capturar a la traidora hija del alfa.Lo ha excluido de su incursión furtiva, a pesar de que ha sido él quien le ha dado toda la información que necesitaba para hacerlo.“¡Hasta le he dicho que vi cómo se iban los guerreros lobo de la puerta de Mariah!”, se queja amargamente, mientras merodea el jardín de la manada y la puerta que tanto lo inquietaba la última vez que paseó por ahí.Pero se queda pasmado, en cuanto nota que se abre de repente, mostrando la cara del alfa de la manada, quien se nota muy feliz y va a paso acelerado a algún sitio.Sin embargo, hay una cosa que nota de inmediato en cuanto se abre la puerta.Es un aroma muy conocido en su manada, puesto a que Boris, su alfa, suele dejar su casa impregnada con él, sin importarle el descontrol que se forma entre los miembros de la manada, quienes se entregan al

~~~Punto de vista neutro.Salamanca está recuperando la cordura.Lo está haciendo en mitad del suelo en una habitación inusual, la cual tiene vestigios del aroma al celo, uno que ya se está desvaneciendo, a pesar de encontrarse en un lugar tan encerrado como este, puesto a que no tiene ninguna ventana que ventile el sitio.Así que se levanta y es cuando nota dos cuerpos que están a su alrededor, el de guerreros lobo con el cuello roto y ahora se está preguntando qué habrá sucedido.Es cuando le llegan a la mente imágenes borrosas.Recuerda haber visto a su hermano desde una de las ventanas del ala de los alfas y haber acudido a su encuentro, quien estaba a punto de entrar por una puerta, la que parecía dar a un sótano.También recuerda el olor que impregna el lugar, el aroma a celo.Y le viene un nombre a la cabeza.Adele.Sí, ahora vienen a su mente imágenes.Y el sentimiento que se apoderó de él, en cuanto entro a esta recámara escondida en el sótano al cual iba a entrar su hermano

~~~Punto de vista neutro.Salamanca se está riendo a carcajadas, al notar a los cuatro guerreros lobo que están delante de él.Lo hace para ganar tiempo, ya que había percibido en el aire algo y si sabía esperar lo suficiente y distraer a estos hombres, se podría salir con la suya.―Yo soy Salamanca, capitán distinguido de las fuerzas armadas de Darkmoon y ahora van a saber por qué―reta a los guerreros lobo, mientras que deja a Adele a cargo de su hermano.Pero los guerreros no le responden, en cambio, se abalanzan sobre él.Y es cuando se dan cuenta de que es muy tarde para ellos, puesto a que son atravesados por espadas, por mano de los hombres del capitán.~~~Adele.Mi corazón se ha caído al piso, al perder la esperanza de ser rescatada por estos guerreros lobo, quienes han sido asesinados despiadadamente.Y es cuando me doy cuenta de quién ha sido el causante.Matrucan y sus hombres.Ya sabía yo que Salamanca no estaba solo en todo esto y que estaba en confabulación con un guerr

~~~Adele.Entonces, veo cómo se levanta Salamanca de repente de su asiento, con tal rapidez, que casi que desbalancea nuestra embarcación, tomando al hombre por el cuello.―Pero ¿qué demonios se supone que vas a hacer? ―le dice, levantando la mano y casi a punto de darle un mal golpe, al tiempo que se levanta Matrucan para detenerlo.―Capitán, deténgase, por favor―le pide este, al tiempo de que trata de tomarle el brazo para que no le pegue al tipo que me estaba tocando, pero Salamanca no se mide y lo empuja, haciendo que el barco se estremezca.―No intentes detenerme, que Marlboro necesita una lección―le espeta cabreado y Matrucan lo mira ofendido.―Pero mi capitán, si usted mismo le ha dicho al alfa que nos daría a su Luna para que tomáramos turnos con ella―le responde el hombre entre sus manos―no vi qué tendría de malo, si quisiera una probada de ella―le señala con voz temblorosa, al tiempo que Salamanca levanta el brazo nuevamente y esta vez sí que le propina un buen puñetazo, de