Mi nombre es Sara, no tengo nada en especial; pero quiero contarles mi revuelta vida. Según dicen los psicólogos que es bueno escribir, que quita el estrés, mi mamá diría que quita tiempo, pero pues ella no lo sabrá y ustedes no se lo dirán -porque no la conocen y no la conocerán- así que esto será un pequeño secreto entre nosotros. Tu y yo sabemos que tenemos miles de secretos, así que uno más no pasa nada, aún que dice mi mamá que cuando dicen -no pasa nada- es porque pasará algo, pero como te vale y te encanta desafiar a la vida, pues ni modo. Como les decía, les contaré mi versión de mi historia, soy algo dramática -solo un poco- pero como es mi historia pues la contaré sin contener ningún sentimiento, pensamiento, y nada. Así que a partir de este momento confiaré en que guardaras mis secretos y los cuidaras como tu ex cuido de ti. No llores, aún no cuento nada triste. Vale, empecemos con nuestra terapia...

Iba en segundo de primaria, su nombre era Miguel Ángel, era un niño de color canela, parecía que estuviera bronceada su piel, ojos cafés oscuros, cabello castaño oscuro, casi estamos de la misma estatura, era muy tímido; así que tenía mensajeros – era importante el niño - y mediante ellos me mandaba a decir que, si quería ser su novia, siempre decía que - no Su timidez lo puso en la lista de "sigue participando" Ahora que lo recuerdo no se porque me gustaba, supongo que desde entonces me gusta lo raroEn tercero de primaria yo tenía un buen amigo que se llamaba Luis Fernando, era moreno claro, cabello negro, cejas pobladas y negras, pero, lo que no me gustaba de él era su boca, tenía labios muy grandes, creo que por eso no me gustó al principio, a parte que me gustaba su mejor amigo Miguel Ángel. Empecé a darme cuenta que me gustaba, cuando fuimos candidatos a reyes - lo cual gané como dama, mi mamá esa vez me dijo que nunca se me ocurriera volver a querer a participar en cosas de

No - esa palabra fue la que causó todoMe encantaba ir a la escuela, era unos de mis hobbies, mi idea, era estudiar hasta preparatoria y después tomar un pequeño curso de algo que me gustará; pero no todo fue como mi idea.Era tiempo de inscripción en la preparatoria, yo tenía toda la ilusión de ir, pero al llegar a casa y decirles a mis papás cuáles prepas serían mejor, ellos dijeron – no, y todo se vino a bajoCada vez que podían me decían que estudiar la prepa era perdida de tiempo, estar 3 años estudiando no me serviría de nada, que a ellos no les sirvió, que era mejor hacer la prepa abierta, que mejor estudiara una carrera corta.Después de escuchar eso, mi mentalidad cambio, si no iba ir a la prepa, ¿Porque sacar 10? Así que no llevaba tareas, y debes en cuando entregaba los trabajos - rebelde la niña - pero aún así saque 9.7 de calificación de promedio final - otra desilusión - si mi presidente no hubiera cambiado la ley de los números enteros, hubiera sacado 10. Pero pues no

Vale, cuando iba en tercero de secundaria, estaba haciéndose moda los teléfonos inteligentes y mas frecuente el uso de internet en las casas; mi primer teléfono fue un LG, era color blanco y me encantaba porque era pequeño; que por cierto se lo vendí a mi tío y el mismo día lo olvido en un Oxxo, casi lloro, porque me habían dado un cacahuate, para no tener acceso a internet - ya había hecho una travesura jeje - No recuerdo como le hice o que dije, solo se que yo le pedí su número de teléfono - rompiendo reglas - a partir de ese momento el WhatsApp se hizo mi confidente y bendita la persona que creo los teléfonos inteligentes, el internet y por supuesto la aplicación WhatsApp; porque a pesar de todo, mi tiempo fue bien invertido, que, si pudiera hacerlo de nuevo, lo haría Al principio fue algo cortante - como imagine - pero eso no fue obstáculo para mi, y así fue como empezó todo... así empieza esta historia - demente - pero es mi favorita... - ¿Jugamos a un juego? para conocernos

¿Que les estaba contando? Oh sí, - modo enojada - mi amor platónico faltaba muy pocas veces a la escuela, y un día de esos yo de amable quise pasarle la tarea, pero... Luego de eso él como que sospechaba que le gustaba, porque varios le habían dicho que lo miraba de manera diferente y que no se que tanto - puro verbo, pero se agradecía - así que él se puso de insistente en que le dijera si era verdad o mentira que me gustaba - obviamente no iba a decírselo - hasta me dijo que la niña que le gustaba le había dicho que le gustaba y pues él creía en ella.Recuerdo que ya era noche y estaba entrada en la conversación por WhatsApp - estaba bueno el chisme - y pues estaba tan concentra y nerviosa a la vez que no me di cuenta cuando mi papá apareció, me llamo y mi reacción fue brincar y casi aventar el teléfono, como si me hubieran atrapado haciendo un robo o yo que se - recuerden que tenía padres estrictos, así que por reflejó a veces reaccionaba así, aún que no estuviera haciendo algo malo