Moira—¡Son estos mis sobrinos!—la chica alta observa a mis bebés—¡O dios no puedo esperar a cargarlos!Sonrió sin saber que más hacer mientras observo la pintoresca sala a mi alrededor. Las paredes están decoradas con fotografías familiares, tienen una chimenea repleta de premios de algún tipo y el sofá donde estoy sentada ahora mismo es una mezcla de antigüedad con toques familiares.La madre de Ced, es una señora demasiado joven para su edad. Su padre es un hombre silencioso que apenas ha dicho una palabra desde que llegamos, pero luce feliz de ver a su hijo de regreso.—Iremos a beber con mi esposo después de la cena—la hermana de Ced habla—así damos la bienvenida a tu esposa a la manda.Ced luce un poco desanimado, mientras pregunta.—¿No está aquí?La chica hace una cara de enfado, bebe un poco del vino en su copa. Mientras responde.—Está ocupado, pero lo encontraremos en la casa que preparamos para ti.—Mel, de verdad mamá me dijo que solía ser la casa de sus padres—Ced suena i

MoiraMi corazón pega un brinco cuándo la puerta se cierra, el temblor que he intentado contener se apodera de mi cuerpo y tengo que respirar más de una vez para intentar ponerme en pie.—Realmente han cambiado mucho las cosas por aquí—Cedric se acerca rascando su cabeza—no recordaba que mi alfa fuera así de irritable.¡Era Dillon!¡Era Dillon!Se supone que Dillon sería mi último problema, planeaba mantenerme lo suficientemente alejada de su territorio como para no encontrarnos y resulta ser el cuñado de Cedric, su maldito cuñado.Esa chica con la que está casado, es...es divina, debería odiarla ahora mismo, pero no soy capaz, ni siquiera estoy aún segura de que esto no sea más que una pesadilla.—Moi has escuchado lo que dije.Alzo mis ojos hasta el hombre que aún sonríe frente a mí y niego porque realmente no he escuchado ni una palabra de lo que ha dicho.—Lo siento, me siento un poco...—Decía que Dillon es un buen tipo, quizás está de verdad muy ocupado—se sienta a mi lado—No pu

Moira Masson no contesta mis llamadas, anoche apenas pude dormir por el pánico a qué Dillon regresará y al parecer mi estado de ánimo está afectando a los bebés porque no dejan de llorar.Cedric escondió mis supresores porque ayer cuando volvió de dónde quiera que haya ido porque me vio tomar dos más en menos de una hora. Masajeo mis manos nerviosa mientras espero a que el almuerzo termine de alistarse.Cedric me pidió mantenerme lejos de los bebés hasta que regresara a ser una persona normal y realmente quisiera que sus palabras se cumplieran, pero no me creo capaz.No si Dillon puede aparecer por esa puerta en cualquier momento, no quiero verlo. No quiero que se acerque a mí para evitar más dolor. Si mis hormonas se vuelven locas no sé que voy a hacer.Sé lo que se siente suplicarle a alguien que no amas que te toque, lo terrible que es sentir placer, incluso si tu mente lo odia es… Es insoportable y no quiero lastimar a Ced.Él tiene la esperanza de que lleguemos a algo más, pero

DillonMe pongo en pie sin saber exactamente qué estoy haciendo, camino tambaleándome por la fiebre hasta el lugar por el que Moira salió corriendo y alzo mis ojos cuando escucho su grito de pánico.Intento correr en su ayuda, pero mis piernas se debilitan. Escucho su súplica de que me vaya antes de que el sonido de unos pasos me haga retroceder entre las columnas del solario. Veo a Melissa correr junto a su hermano hasta donde Moira tiembla.La rabia me llena cuando Cedric le grita que debería haber tenido más cuidado y de no ser por el pánico de Moira cuando mira hacia aquí abría ido ahí para golpear al maldito Cedric por gritarle.¿Acaso soy un idiota?Me pregunto antes de dejar que el cambio llegue para poder correr lejos de ellos. Dijo que son una familia, que me mantuviera alejado de ellos, pero pude ver qué no lo ama, pude sentir el latido de su corazón acelerarse cuando la besé en un absurdo delirio de necesidad.Ella no me quiere, quizás nunca me quiso y mientras yo estuve aq

Moira Abro la puerta de mi habitación después de una noche infernal y me encuentro a Ced, con esa mirada reprobatoria en su rostro que solo me hace sentir peor.—¿Me vas a dar los supresores?Él no responde, toma una de mis manos y empuja el pomo de supresores en ella.—Realmente prefieres pasarla mal a acostarte conmigo Moira—niega—no puedo creerlo.—No vamos a hablar de esto ahora Ced—suspiro—estoy cansada.—Si me hubieras llamado te sentirías mejor—insiste—¿Por qué no puedes siquiera intentarlo?—¡No quiero intentarlo!—le grito—te advertí que no podía, yo solo quiero a…—Moira, ese lycan te abandonó—mi pecho arde—mírame, estoy aquí de pie frente a ti esperando que me ames¿No puedes siquiera intentarlo?—No, Cedric, no puedo intentarlo—soy cruel—no puedo ser más que tu amiga y dijimos que no volveríamos a tener está conversación¡Lo recuerdas!—¡No puedo Moira!—golpea la pared—te deseo, estuve contigo todo este mes, le di un nombre a tus bebés y creo haber demostrado que puedo ser t