Caminó entre los muertos,entre ojos amarillos y gruñidos, que daban su vida por su hogar, un cosquilleo desesperante la atrapaba cuando miraba a su compañero,aquel que la Diosa había elegido para ella,sabiendo todas las razones por las cuales no podría funcionar, parada allí la princesa pensó que su vida no podría continuar como antes, había conocido el amor. Después de tanto rogar y rogar ,pero jamás pensó que ésto la llevaría a la encrucijada más importante de su vida.Dejar todo por Zeus significaba darle la espalda a su reino, y después venía el factor Bastian, a él no lo conocía y tampoco podia decir con certeza que lo amaba porque nada bueno había visto de él todavía, aunque se mentía un poco en cuanto a eso.Había sentido el rechazo del rey Bastian y no era para menos a ella tampoco le agradaba ni él ni la situación de abandonar a los suyos por un lazo caprichoso que se veía imposible de concretar.Entre la sangre y los gritos, el fuego y los rayos, una niña de ojos grises y ca

Los últimos recuerdos eran borrosos, el cansancio la consumía pero de una manera satisfactoria,su cuerpo le pedía a gritos dormir, y unos brazos fuertes y de músculos marcados la llevaban en el aire a quién sabe dónde.Se relajo cuando sintió que fue apoyada en una superficie suave, unas sábanas pronto cubrieron su cuerpo desnudo y se sintió segura ,casi de manera inmediata, no podía abrir los ojos,no todavía.Unos leves ruidos de cansancio salieron de sus labios, el alfa sonrió como un niño deseando envolverse con su mujer y perderse el trascurso del tiempo, de los hechos acontecidos,de la mirada de todos.Bastian queria quedarse a vivir en ese momento, en dónde una bruja le había robado el corazón.Logró vestirse y secarse,había pasado bastante tiempo en el agua, un tiempo en dónde todo rastro de batalla y sangre se había borrado. Jamás pensó encontrar a Kira en ese trance tan erótico, aquel estado lo sedujo, lo volvió loco,tanto que quería reclamarla incluso si estaba inconsciente.

Ambos no dejaban de mirarse y de desafiarse, y es que era inevitable que se midieran, porque en esa pequeña batalla había posesión,deseo,ganas de domarse,eran reyes con reinos separados que debían unirse para ser ambos un poder único.La princesa notó su actitud desenfrenada y quiso calmarse un poco, sentándose en la cama nuevamente,buscando algo con que cubrirse,el lobo fue mas rápido y evito que se tapara arrodillándose frente a ella, cerca de su pecho.—Sabes algo.....estoy tan al limite—mientras decía aquellas palabras acercó su boca a uno de sus senos y noto que sus pezones estaban duros,muy duros. Una lengua suave hizo que Kira conteniera un leve gemido.Después de saborear un poco,el Rey se acercó a su oído.—Vistete y nos vamos, pero si vuelves a hacer algo como eso,—se relamió los labios,con sabor a ella— no lo tomes a mal pero, nos encerrarnos en esta habitación y te costará caminar por varios días hermosa.Ambos juntaron sus frentes y el alfa se dirigió a la salida, le daría

--Kira-- —Haz traicionado a tu manada y sabes que es motivo de muerte Franc.—No espero menos de usted alfa,pero no me iré sin pelear.—de inmediato un lobo gris estuvo ante nosotros, mostraba los colmillos en señal de ataque.Antes de darme cuenta de lo que ocurría fui empujada hacia un rincón.Un lobo mucho más enorme que el gris estaba delante mío,su color era el de la nieve y su aspecto era el de los mismos Dioses.La pelea no duro mucho,el rey asesinó al traidor sin una pizca de esfuerzo,y no porque éste no hubiera luchado,sino porque el lobo blanco gozaba de una fuerza superior,por algo era el alfa, Pensé.🐺🐺🐺Salí del cobertizo mientras se sucedía la pelea, aunque pude presentir que no representaba un verdadero peligro para mí,me entristeció que lobos de la misma manada pelearan,no era propio, pero la hermandad había logrado evidentemente a lo largo de los años, adhesiones estratégicas de varios reinos.Me asusté al pensar quien estaría de su lado en Apur, yo no estaba ahí par

Kira estaba enceguecida,lo único que tenía en claro era que si antes no se sentía cómoda en ese lugar, menos que menos ahora.Seguramente todos los lobos pensarían que había atacado a aquella loba como ya lo había hecho anteriormente con otro lobo, ese pensamiento no la abandonaba y se dió cuenta que todo lo que había estado meditando antes no tenía razón de ser, no podría enlazarse jamás con el alfa, sus vidas eran tan diferentes,incluso sus pueblos.Sintió un dolor muy grande y aunque pensaba que era cierto que tal vez no sobreviviría a ese dolor, quería sentirse en casa al menos...Los ojos del dragón seguían los movimientos de los lobos impacientes, y por un momento el alfa pensó en enfrentarse a semejante bestia, después de todo no estaba acostumbrado a que en su propio territorio se le retara.De espaldas,retirándose con los suyos, la princesa le habló.—Ni se te ocurra alfa, no vas a querer destrozar tu territorio por un capricho, o porque no sabes recibir un rechazo.Las mirada