En ese momento fue solo para ellos, siendo tan inesperados, pero aquellos eran los mejores donde todo solo se dejaba llevar, ambos se separaron buscando aire, Leah apoyo su frente encima de la de él, quedándose recuperando el aliento.—Yo también prometo hacerte feliz, no prometo defraudarte a veces podemos cometer errores…pero tal como dijiste espero que me escuches hasta el final, deseo que siempre estemos los tres juntos —expreso con efusividad, y apoyo su cabeza en su hombro.Habían movido la sabana debajo de una grande sombra que les proporcionaba el árbol; el sol empezaba a estar en su punto más fuerte.—Mientras no nos arrepintamos de nuestras decisiones podemos seguir adelante, es a lo que al final podemos aferrarnos—musito el suspirando—, mientras viva estoy seguro que mi corazón será tuyo.—Pensándolo eres todo un poeta—bromeo ella para luego bostezar, sin duda ese lugar transmitía una paz increíble—, no puedo creer que esta sea nuestra última noche aquí, sin embargo, es tie

Pasado —Mariana¿Cuándo fue que se enamoró de Sasha? Todavía lo recordaba, aún en el fondo de su corazón habían crecido juntos pero en diferentes clases sociales, siempre se escondía en la pequeña casa donde su familia vivía, si sonaría un poco cliché pero si fue, nos fuimos acercando cada vez más hasta que hay apareció ese latido cuando lo veía o los celos sin sentido cuando al principio de su adolescencia lo veía llegar junto con atrás chicas; como podía decirle que le gustaba aunque lo deseara solo podía observarlo desde lejos, hasta que un día él se acercó lleno de celos y confeso sus sentimientos por mí, no cabía de la felicidad pero más allá mi ingenuidad y su amor no me hicieron pensar en todo a lo que me enfrentaría.Su amor por él fue visto como una bajeza, aunque tenía el amor de Sasha sabía que en el fondo no era suficiente para defenderse, al principio pensé que sus padres empezaron aprobar con la condición que en dos años tenía que tener un negocio propio, pero sin duda n

Toda había pasado cual era el siguiente paso lo desconocía completamente; sinceramente eran muchas cosas que procesar. Había vivido una mentira, pero tenía un apoyo en el cual sostenerse, se sentía alegre y dichosa, había sido unos dos largos meses, escondida y renuente a encontrarse con ellos; de repente todo lo que le había faltado durante los últimos años. ¿No tenía derecho a sentirse enojada? ¿Sentirse engañada? No quería juzgarla, Jamás tendría el derecho a ello, Fabio solo podía apoyarla y ambos agradecían que no mencionara palabras '' ya pasara''' '' todo estará bien''... El solo le apoyaba y le animaba todos los días. Él también se sentía complacido y enamorado de ella, ¿así era como su padre se sentía al observar a su madre? El pecho se le llenaba de orgullo al ver lo fuerte que se mantenía y por ser un gran apoyo para el, y en todo sentido en su vida; tenían amor, pasión y química, pero sin duda lo que más apreciaba de todo ello, era la sinceridad y la amistad que envolví

Estaba preocupada con cada hora que pasaba, quería llamar y asegurarme que a donde dios fuera ido estaría bien. Y ese malestar de que algo estaba por suceder me enfermaba, nunca había tenido nauseas durante el embarazo, pero durante la ultima dos horas, al igual que su hijo quien no paraba de preguntar por su padre.Sonrió a Cecilia cuando coloca una taza de té enfrente de mí.—Gracias, Cecilia ¿Has logrado comunicarte con él?—No, y eso se me hace muy raro… me digo que cualquier cosa lo llamara.Fabiano apareció con su oso y sus ojos cansados se negaba a dormir sin que Fabio le leyera un cuento. Durante los últimos meses se había encargado de él, me dolido, pero tomo mucho tiempo salir del pozo donde había caído profundamente.—El estará muy pronto, lo llamare ¿Te parece?—Si, convéncelo para que venga.Cecilia me tendió mi teléfono y marque su número, replico una, dos y tres veces.—Hola, buenas noches este es el teléfono del señor Fabio Kalher el se encuentra ahora mismo esta siend

No sé qué tiene ella que me hace detenerme a pensar lo que quiero a futuro, sé que sonara loco si lo digo en voz alta.... Que quiero mucho más, de sus sonrisas, su calor y sus besos.Se que, si lo confieso, solo se asustaría yo también lo haría sin embargo me opongo a dejar todo a la suerte.Ella tiene miedo yo también tengo miedo ¿Podemos dejar eso atrás? ¿Podemos superar nuestros miedos?—Señor ¿Por qué lo hizo? — me preguntó Taylor luego de abandonar la casa de Mariana—¿Tanto le gusta?—Si, me gusta...pero solo fue un poco de ayuda. —¿Tres días buscando a un viejo pintor gruñón? — mencionó.Inmediatamente recordé todo lo que hice para conseguir que aceptara a ir y pintar de nuevo ese mural, aunque lamentablemente no había podido saber el paradero del padre de Leah.—Supongo que si—confesé—, que esto se quede entre nosotros.—Lo haré señor.Cerré mis ojos y sonreí pensando en su rostro como se iluminaba cuando sonreía o fruncía el ceño molesto.Extra 2 Verla dormir junto a mi caus