No fue difícil encontrar a Noah en la tierra de los cambiantes fuera del páramo, los gruñidos animales, de bestias claramente enfurecidas me hicieron llegar rápidamente al lugar del caos. En medio del claro se había hecho un círculo de lobos que rodeaban a un enorme lobo gris oscuro que gruñía a otro de pelaje más oscuro casi negro, ambos eran enormes como Lycantropos y más grandes que el resto de los lobos que los habían rodeado, el lobo de pelaje más claro y ojos marrones, oscuros, parecía enrabiado y fuera de si, mi corazón dolía al ver a Noah así, este se detuvo en seco, sus intentos de ataque quietos hacia el de pelaje más oscuro que reconocí como Faddei, sus ojos se volvieron hacia mi en la entrada del claro me había olfateado y por la fiereza de sus gruñidos hacia mi sabía que no le había gustado lo encontrado

 En los siguientes tres días no supe nada de Aly, mi Aly, el extraño clima coital continuaba y eso solo extendía mi mal humor, Faddei literalmente me encerró en una bóveda hasta que el proceso hormonal del cambio finalmente pasó, según mi padre mis cambios de humor violentos se podían deber a que al pasar tiempo en el páramo las cadenas impuestas por el Catolicismo se habían comenzado a romper, eso explicaría mi reciente excesiva posesividad por Alyssandre, según me explicaron, lo que yo acababa de pasar los lobos normales lo pasan en la adolescencia cerca de los quince y diecisiete años, debido a mi tardío cambio de forma el proceso hormonal también se vivió ahora. Y luego de estos tres días encerrado viviendo con mis demonios y mis cambios físicos temperamentales ahora finalmente me siento un poco más bajo control, Faddei dijo que nunca

Todavía podía sentir el aroma cálido y silvestre de Aly en mi nariz, era una nostalgia dulce y dolorosa al mismo tiempo. Después de que nos llevara de vuelta al bosque, ella soltó mi mano y  sentí un frío que me llenó de una sensación angustiosa en el estómago, no quería su lejanía, no podía soportarla, me aniquilaba la idea de que ella volviera a la cama con alguien más, que los sentimientos que nos mantuvieron unidos por nueve años ya no tuvieran cabida en su corazón.   -Aly… yo… -No -Me interrumpió- puedo leer tus emociones Noah, conozco la angustiosa necesidad que estás sintiendo, pero no dejaré a Amoymon. Él nunca me ha dejado, y siento que es lo correcto. - sus

Cuándo la espalda de Raguel chocó con la curvatura superior de mi hoz la energía explosiva de las armas formó una onda que lanzó a varios de los combatientes por los aires a varios metros. Nuestros ojos nunca perdieron el contacto mientras mis músculos gritaban en la fuerza para sostener su agarre, Nunca había visto tanto odio y rencor en los ojos de un celestial, aquello debió haberme inquietado y de cierta forma lo hizo, ya que llamó mi atención, pero en aquel minuto no estaba preparada para hacer análisis, sangre… eso era todo lo que necesitaba. Con un movimiento nuestras hojas se deslizaron hacia el lado y ambos retrocedimos un paso solo para volver contra el otro una vez más, el chillido de las hojas llenaba la noche, a nuestro alrededor las batallas continuaban, por lo cual, sus siguientes palabras me habían desconcertado. -Tu… de todas las personas tenías tanto potencial … Hija de celestial, hija de un mortal Espartano…- dijo casi entre dientes cuando su espalda nuevamente tra

Los días pasaban y no teníamos noticias de Alyssandre o su abuelo, su madre, Alyssa, cada vez venía menos por el páramo de los cambiantes, por lo que me había dicho, sin Lucifer y Alyssandre ella debía encargarse del control en el Inframundo y los deberes de la inquisidora, aún así cada dos días pasaba por el Páramo para estar un rato con Caroline, las manadas tenían un estricto control ahora que los celestials habían proclamado su deseo de hacerse cargo de mi cachorra, y no había forma alguna que se acercarán a ella sin ser destripados por las manadas de cambiantes, decenas de brujas de todo el mundo comenzaron a aparecer por el Páramo y rotaban para generar una barrera protectora que no permita a los celestials simplemente entra en sus tierras, algunos ya lo habían intentado, uno murió exactamente trece segundos después de que había aparecido y otros habían alcanzado a desaparecer con más de algún mordisco. La nueva política "mata primero y haz las preguntas al cadáver después" se h