El vuelo de regreso a casa, era algo que Alexandra realmente no estaba lista para hacer, lo habían retrasado un día, debido a que la prensa había conseguido información sobre su corta estadía en prisión y junto con Nikolay tuvieron que hacer un par de ajustes en su camino, por lo que salieron la tarde siguiente a visitar la tumba de la madre de Alexandra, era una tumba sencilla en una parcela que ella misma había conseguido, su cachorra también había sido enterrada allí, no pudo evitar contener las lágrimas cuando vio a Nikolay arrodillarse y susurrar una promesa a su madre, no pasaron más de dos horas antes de que la fotografía estuviera en internet, ella la había descargado, y que le parecía curiosamente encantadora, en la fotografía solo aparecían ella y Nikolay frente a la tumba, con dos guardias vigilando los alrededores, ellos sabían que la prensa estab

Alexandra no comprendía por completo la situación, pero en cuanto Nikolay colgó el teléfono, le obligó a vestirse y a unirse a ella en la sala, no habían cenado. así que era un buen momento como cualquiera, por lo que pidió algo de comida china y la sirvió cuidadosamente, esperando que el ambiente familiar y privado le diera algo de confianza, ya que el hombre lucía miserable, y definitivamente frustrado, por lo que una vez que la comida estuvo en la mesa, ella se inclinó hacia él y preguntó.— ¿Cuál es el plan? — Nikolay la miró con una ceja elevada mientras hurgaba en su plato con los palillos— Realmente ya no tengo un plan — admitió Nikolay luego de unos segundos, su mirada pasó de ser divertida y juguetona a miserable de nuevo — Dejé de tener uno en el momento en que me casé contigo—

Nikolay apretó los dientes, la sorpresa en el rostro de Alexandra era evidente, pero él no podía desmoronarse, como siempre, Pietro encontraba la forma de irritarle, Alexandra levantó las cejas, pero consiguió mantener la compostura — No estaba informado ¿Tiene algún interés especial con el tema de la nueva fábrica? — preguntó a Igor, quien se encogió de hombros — Yo le invité — anunció Alya, era una vieja amiga, tenía una cadena de hoteles y estaba invirtiendo en tecnología, por lo que era una buena alianza para Nikolay — Escuche que está buscando proyectos para invertir y tal vez le guste la idea de tener una de mis sucursales — Tu y tus hoteles —se quejó Anna, otra de sus socias, ella era la directora general de una compañía aliada — No todos queremos invertir en el negocio — Melkor podría — se mofó Nikolay, señalando a uno de sus colegas, quien era conocido por llevar a todos sus ligues extra matrimoniales a los hoteles de Alya debido a su descuen

Nikolay despertó con el cuerpo cálido de Alexandra a su lado, la mujer disfrutaba de dormir en su costilla, pero a mitad de la noche solía despertarse debido al frío y le buscaba de nuevo, él la miró, la boca ligeramente abierta, al igual que sus ojos, lo que se le hacía divertido, también roncaba ligeramente, pero ella lo negaba.Había intentado comprenderla, sus palabras le habían dolido profundamente al darse cuenta que estaba perdido, Nikolay lo supo desde el momento en que ella empezó desahogarse, y o la culparía si le dejaba una vez que recuperara su libertad, porque quisiera o no, ella sentía toda la situación como un cautiverio con privilegios, y se había obligado a si misma a aceptar su nueva realidad y a aceptarlo a él debido a que se sentía sola y asustada, y él tenía en su mente el embarazarla.Ella le había hablado de

Alexandra despertó en un avión, su cabeza palpitaba con fuerza y sus brazos se sentía débiles, era como si el mundo girara alrededor sin ningún orden, sentía una pesadez en el cráneo, como si su cerebro pesara demasiado, podía distinguir figuras frente a ella, cuando intentó levantare, sus brazos fallaron y su cabeza dio aún más vueltas, por lo que se quejó mientras cerraba los ojos e intentaba calmar el dolor, aunque realmente no estaba haciendo nada para ello. — Despertaste — escuchó murmurar a Nikolay en algún lugar a su izquierda, seguido de unas manos firmes que le ayudaron a levantarse. — ¿Me emborraché? — preguntó en un murmullo, sintiéndose como solía hacerlo cuando estaba resacosa, por lo que realmente no le agradó demasiado el entirse así, menos aún, la laguna mental y la creciente sensación de olvidar algo importante que le quedaba una vez despertaba completamente. — Podría decirse — dijo una voz diferente, confundida, Alexandra parpadeó y miró alr