En descontrol, hay una fuerza mayor que ejerce por encima de tu fuerza de voluntad que es débil, controlaba tus movimientos y tus deseos más reprimidos, el de la venganza.Todo sentimiento negativo era el que ejercía sobre el dolor o el deseo de proteger a un ser querido. Sabía que no iba a detenerse hasta dañar a alguien, pero estaba tan cansada, mi alma no quería luchar para contener aquel deseo, toda oscuridad subía de mis manos hasta encerrarse en mi corazón.«Detente, cariño, contrólate.» la delicada voz masculina me gritaba alguien desde dentro, solté al hechicero y me alcé al vuelo. Otro día me vengaría al osarse mantenerme prisionera. La noche era mía, surcaba el oscuro cielo solo siendo humo, pero un entre la libertad, me sentía prisionera de algún recuerdo, así que descendí hacia donde este nac&

 Mis lágrimas salieron sin permiso al darme la vuelta, era ella, pero había alas celestes detrás de sus omoplatos, su rubia cabellera tenía rotas azuladas en ella. Llevaba un vestido azul pálido que llegaba por encima de sus rodillas con un corsé oscuro. Mariposas adornaban los tirantes, su rostro ya tenía las marcas en un tono plateado, su tono de piel era ligeramente azulado. En su cuello aun pendía el collar que le había regalado por Navidad, un lapislázuli en forma de corazón en cuero trenzado.—He oído que una jodida bruja ha entrado a este valle —sus ojos eran los mismos, me sonrió al estar frente a mí.—Estás viva —moqueé.—Lo estoy —y nos abrazamos.—Ahora tengo ganas de golpear —repuse apartándome de ella, limpiándome las lágrimas que me hacían esco

 Raguel, Rafael, altos y grandes arcángeles buscando pruebas que me inculpen y me envíen al infierno y condenen a su hermano, no era de mi incumbencia, no debía serlo. Sonaba irreal, Bella y yo quedamos mudas por un buen tiempo hasta que Gena fue a por comida para recargar energías y canalizar mi ira al fuego, entrenamiento que empezó una hora después de la comida.Kaliza no quiso revelar porqué hurgó ese recuerdo precisamente aunque había permanecido callada durante el trayecto, ni qué pensaban hacer conmigo ni cómo era el entrenamiento por el cual tenía que ir a aguas termales que brotaban más al sur. Me sentí mucho mejor cuando me dijeron que en vez de cruzar el espantoso bosque de nuevo, me llevarían volando entre Gena e Idriza. Ver desde lo alto me dio un mayor panorama de lo minucioso que eran las líneas fronterizas entre diversos lugares.