—De nada sirve que te cubras algo que he visto y besado tantas veces —dice.
Retrocedo.
—¿Qué haces aquí? —repaso su escultural cuerpo y de mi cuerpo emana la necesidad de querer estar entre sus brazos.
—No podrás negarte o rechazar lo inevitable —sigue acercándose a mí.
El agua empapa su cuerpo y de un movimiento rápido, aparta mis manos dejando al descubierto mis senos, me siento intimidada al estar completamente desnuda frente a él, cuando solo lo he estado con Owen.
—Tienes unos senos hermosos, pringada —dice tragando grueso.
S