Capítulo 2

Isabella

Ha pasado una semana desde ese día que Brett me golpeo en el pasillo, los días después de eso transcurrieron normales, los típicos insultos, pero nada más.

A veces extraño la vida que tenía antes de que todos supieran sobre mí, pero sé que no es mi culpa, es de ellos, no tengo culpa de nacer como nací, mis padres biológicos murieron cuando era una bebe y mis padres adoptivos nunca me dijeron nada más sobre ellos.

Ahora estoy almorzando apoyada en un árbol no muy lejos del instituto, pero lo suficiente para tener este momento de paz, lejos de todos, de las burlas, de los insultos. A la distancia puedo ver como un pequeño conejo blanco se acerca tímidamente hacia mi moviendo su pequeña nariz olfateando el aire, sonrió al notar que el olor de las zanahorias que tengo en mi táper es lo que huele.

Agarro una y la acerco con mi mano indicándole que se acerque, duda por unos segundos, pero luego se acerca lo suficiente para agarrar la pequeña zanahoria con sus patitas delanteras y comenzar a comer a mi lado. Al cabo de unos minutos de unos minutos sube a mis piernas que se encuentran estiradas apoyadas una sobre la otra y se acerca al táper que descansa en mi regazo para tomar otra zanahoria, las cuales deje especialmente para él comiéndome todo menos eso.

Acerco mi mano lentamente hacia él y comienzo a acariciarlo, su pelaje es lo más suave que he sentido en la vida. Sus ojos me miran atentos, pero sin ningún ápice de temor en ellos, sonrió nuevamente al notar que hace mucho tiempo nadie reaccionaba así con mi presencia.

Escucho a lo lejos el timbre del término del break, guardo lentamente mis cosas para no asustar al pequeño conejo, acaricio su pelaje una vez más y lo bajo suavemente de mis piernas

– multus of DAUCUS – ‹‹ muchas zanahorias ›› susurro mientras veo como se forma una montaña de zanahorias frente él.

Me paro del suelo y comienzo a caminar hacia el instituto, camino hacia el baño para hacer mis necesidades y poder lavar mis manos, estaba a punto de terminar cuando escucho como gente viene hacia acá y me adentro rápidamente en uno de los cubículos sentándome en el wáter para evitar cualquier cosa.

Se escuchan voces que no logro distinguir, mucho ruido se escucha en el exterior y mi corazón comienza a acelerarse, intento mantener la mayor cantidad de silencio posible para que no me sientan, pero al parecer ya sabían que estaba aquí.

De un momento a otro siento como agua cubierta de basura cae sobre mi cabeza empapándome completa, elevo mi vista para ver quién hizo tal cosa y la cara de Brett se ve asomada desde lo alto del cubículo.

– Creí que necesitabas una ducha fenómeno – dice entre risas, provocando las risas de todos los que se encuentran fuera pero que no puedo ver debido a que la puerta sigue cerrada.

La veo desaparecer y las lágrimas comienzan a acumularse en mis ojos, intento con todas mis fuerzas retenerlas, pero el llanto se hace presente rápidamente.

Nunca creí que mi vida podría llegar a ser tan miserable, lo único que quiero es que los tres años que quedan pasen rápido para poder largarme de aquí y que a finales de este año cuando consiga mi loba pueda encontrar un mate que me quiera, que sea capaz de sacarme de esta miseria y entregarme todo el amor que me han negado.

No sé cuánto tiempo llevo llorando encerrada aquí hasta que escucho nuevamente como la puerta del baño es abierta, contengo como puedo mis sollozos para que nadie más me vea y siga burlándose. Comienzan a golpear suavemente la puerta de mi cubículo, pero me niego a abrir, no quiero más humillaciones por hoy.

– Isi... – escucho la voz de Christopher del otro lado sorprendiéndome con el apodo que solía decirme – Isi abre la puerta.

Pienso durante unos segundos él como sabía que estaba aquí y si abrir o no la puerta, pero decido abrir, me levanto de wáter dejando caer los restos de basura, agarro mi mochila y abro la puerta lentamente encontrándome con esos ojos color cielo. Siento como las piernas me tiemblan un poco y un destello de tristeza asoma por sus ojos.

– Joder... – me observa de pies a cabeza mientras retrocede un paso –. ¿Estás bien?

¿Por qué de repente le interesa como estoy?

– Estoy bien, tranquilo – digo mientras limpio las lágrimas de mi rostro y paso por su lado hacia el espejo, suspiro al verme en él y dejo mi mochila sobre el mesón.

– ¿Segura? Podría conseguirte un cambio de ropa – dice mientras se acerca a mí, por inercia retrocedo un par de pasos y un ápice de dolor pasa por su cara.

– tersus sursum – ‹‹ Limpiar ›› recito con un movimiento de muñeca provocando que mi ropa cambie, mi pelo seque y ningún rastro de lo que sucedió hace un momento exista.

– Ves, estoy bien, puedes irte si quieres no vaya a ser que te vean conmigo – digo secamente sin mirarlo a la cara.

– Isi no e...

– Tranquilo, lo entiendo – lo interrumpo mientras agarro mi mochila y salgo rápidamente del baño.

Reviso la hora y ya perdí un bloque, camino hacia el próximo salón con la mirada en el suelo para no llamar la atención y para mi suerte se encuentra vacío. Tomo mi lugar en primera fila frente al mesón del profesor y espero que suene el timbre que anuncia el inicio del segundo bloque y ultimo bloque de la tarde.

Miro atentamente el bosque, recordando a mi bello conejito, ojalá este bien y las zanahorias hayan sido suficientes, la suavidad de su pelaje aun lo puedo sentir en la punta de mis dedos y una pequeña sonrisa se forma en mis labios al recordarlo.

– Para el proyecto final de semestre, deberán hacer un informe y una maqueta sobre alguno de los edificios característicos de nuestra manada – anuncia el profesor sacándome de mis pensamientos –. Será en parejas y las designare yo.

Los abucheos no demoran en hacerse escuchar y solo espero que sea el termino de clases para poder decirle que lo hare sola, somos número impar ya que Christopher por ser el futuro alfa nunca lo incluyen en los proyectos ya que no necesita esas notas, comienza a decir el listado de parejas y como sé que a mí no me emparejara con nadie vuelvo mi vista hacia la ventana.

– Y por último, Isabella Moon y Christopher Müller – volteo rápidamente a mirarlo sin poder creer lo que dijo, los jadeos de asombro se escuchan por todo el salón –. Eso es todo que tengan buena tarde.

Agarra sus cosas y sale del salón rápidamente, aun impactada por lo que escuche, tomo mi mochila y salgo a paso apresurado para alcanzarlo.

– ¡Profesor! – grito por el pasillo intentando llamar su atención, corro tras él ya que me había sacado una buena distancia –. ¡Profesor! – vuelvo a gritar provocando que voltee.

– Dígame señorita Moon.

– Profesor quería preguntarle porque me emparejo con el futuro alfa, el nunca participa en estos proyectos y la verdad es que quisiera hacerlo individual – digo mientras juego con mis dedos.

– Lo siento señorita Moon, pero no puede hacerlo individualmente – veo como mira sobre mi hombro, pero no volteo a ver quién es –. Así que póngase de acuerdo con su compañero porque esta nota es el mayor porcentaje del curso, Buenas tardes.

Suspiro mientras veo como se aleja de mi caminando hacia el estacionamiento.

¿Ahora qué haré? 

 Paso mis manos por mi pelo con frustración y volteo para ir en busca de mi bicicleta, pero al momento de voltear choco con el pecho de alguien provocando que me desestabilice, cierro los ojos esperando el golpe contra el suelo, pero siento como unas manos me afirman por la cintura y vuelven a pegarme a su cuerpo

– Deberías tener más cuidado – dice al momento que elevo mi vista y conecto con la suya mientras me alejo lentamente de sus brazos

– Lo siento – susurro intentando pasar por su lado, pero su mano me agarra del brazo volteándome en su dirección.

– Entonces – lo miro con el ceño fruncido –. ¿Nos juntamos en tu casa o en la mía para hacer el proyecto?

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