Capitulo 3 Despreciable

—Detén tus quejas quieres, estoy aburrido del colegio, porque faltemos un día no pasara nada.

—A mí me vale eso, aunque no bueno... si prefiero ir, ya que estar rodeado de todas esas hermosas lobas que nos persiguen es fantástico. Ethan suspiro.

—Eres una pesadilla, cuando vas a madurar y decidir hablar con tu mate. Dejar de flirtear con todas esas chicas.

—Eso no pasara…

—Pero si ya sabes quién es, ¿Cómo puedes aguantar tanto tiempo sin querer estar con ella?

—No lo sé Ethan, creo que no estoy listo para ella. Además no soy nada delante de ella. Y sabes muy bien cómo se ponen las lobas, se vuelven un poco locas con eso de tener mates. Muy posesivas. Negó con la cabeza.

—¡Eres un cobarde! Si tu padre se entera que ya la encontraste y no la has aceptado te matara. ¿Porque no me dices quién es?, quizás pueda ayudarte.

Su amigo desperdiciaba la compañía de estar con su pareja, mientras que el llevaba algunos años buscando a la suya. Desde que tuvo su primera transformación a los quince años cosa que era común en los lobos Alfas, pensó que la encontraría como le había pasado a la mayoría de los de su manada.

Pero con él no había sido el caso, ya tenía doscientos años y aún no la encontraba ¿Dónde rayos estaba metida? Sospechaba que su loba no se encontraba en la manada Luna Azul. Su padre le dijo que no se desesperara, que si no la había olido en su primera transformación no pasaba nada, lo más probable es que ella aun siguiera siendo una humana de la manada esperando cumplir la mayoría de edad para lograrse transformar.

Ya que los lobos comunes, se transformaban a los dieciséis años.

Y tenía algo de razón, porque en la manada había muchas chicas jóvenes que aún eran humanas, pero con descendencia de lobo. Le preocupaba la idea  que su pareja no lograra transformarse, esos casos eran pocos. Cuando una chica o chico hijos de lobos cumplía los diesi seis años ocurría el cambio, sino lo lograban serían simplemente humanos pero tenían el derecho de vivir en la manada haciendo su vida como cualquier otro lobo.

Pero, ¿cuánto tiempo tenía que esperar por ella? Realmente estaba desesperado por encontrarla, marcarla, hacerle el amor y sentir su calor, hacerla suya y de nadie más, la imperiosa necesidad de morder a su hembra era casi insoportable. Sobre todo cuando estaba en celo era tormentoso, su mal genio no era tolerado por nadie y tenía que permanecer encerrado por algunos días. Nunca se había enamorado de ninguna chica a pesar de tener muchísimas lobas detrás de él. Su paciencia estaba agotándose.

—Vamos Ethan por favor, llevas años buscándola ¿crees que la vas a encontrar aquí?

—No seas idiota.

—Entonces volvamos a casa ¿Si? Si no la estás buscando en este pueblo ¿Qué diablos hacemos aquí?

Su amigo lo miro de reojo, ya se estaba haciendo tarde no podían volver después del anochecer a las montañas. Si descubrían que estaban fuera de los territorios de Luna Azul se meterían en serios problemas, ya que estaba prohibido bajar al pueblo con los humanos comunes.

Siempre que lo hacían, antes de que cada uno llegara a su casa, se metían en el arroyo de camino a casa para quitarse el olor a humano, así nadie sospechaba nada...

—He terminado ya ¿Nos vamos a casa? Dijo Shery cansada.

—Si por favor estoy muerta del cansancio ¿Cómo te fue hoy?

—Las propinas fueron buenas. Le dijo riendo.

Las hermanas salieron de la cafetería donde trabaja Shery, iban riendo muy contentas porque pronto se acercaba el día que se irían de casa y empezarían una nueva vida sin su padre. Pero la sonrisa se les borró muy rápido en cuanto sintieron las primeras gotas de agua fría cayendo sobre ellas.

Empapadas y muertas del frío las hermanas Loon llegaron a casa, por más que corrieron por las calles y trataron de protegerse de la lluvia en algunos techos, de nada les sirvió porque igual se mojaron. La verdad era una tormenta muy fuerte, las calles del pueblo de Seattle estaban totalmente inundadas era horrible, con el frío que hacía a diario más la lluvia indicaba que se aproximaba el invierno antes de lo esperado.

—Estoy hecha un asco, me congelo. La menor se queja.

—Yo también, solo quiero darme una ducha caliente y meterme en la cama.

Pero nada de eso las esperaba al cruzar la puerta de la casa, encontraron a su padre realmente molesto y un tanto borracho. No se suponía que estuviera a esa hora en casa, nunca llegaba temprano.

—Son un par de perras cochinas. Les grito a todo pulmón el hombre.

—Papá por favor no nos hables así. Dijo Shery.

—¿Y cómo quieres que les hable? Si son unas asquerosas mujeres, no pudieron limpiar esta maldita casa temprano. Tengo que llegar y encontrarme con toda esta suciedad.

—Sabes que tenemos clases, y siempre limpiamos cuando llegamos del colegio.

—Salieron hace tres horas, ¿Dónde m****a se meten en ese tiempo? Son unas mujerzuelas igual que la estúpida de su madre.

Shery siempre se enfurecía cuando las comparaban con la desvergonzada de su madre, ellas dos eran dos mujeres decentes de lo que nunca fue su mamá. Eve sujeto su mano fuerte porque sabía que eso le molestaba, solo intentaba calmarla para que no discutiera con Steven y terminara por golpearlas.

—Papá está lloviendo mucho, además Eve y yo necesitamos hacer los deberes de la escuela.

—Esa es la mentira más grande que he oído nunca muchacha mal agradecida. Todo lo que hago por ustedes, tienen un techo donde vivir y no pueden hacer algo tan simple como limpiar la casa donde viven. Estoy harto de las dos.

Ella pensó que el sentimiento era mutuo, y que si eso era cierto porque no se largaba y las dejaba en paz de una vez, ni siquiera traía comida a la casa y aun así las llamaba malas hijas. Estaba segura que perderían la casa en cualquier momento con tantas deudas que tenía su padre.

—Ya nos ponemos a limpiar.

—Más vale, porque hoy viene mi jefe con sus socios, así que quiero que esta casa brille. Pónganse a limpiar flojas. El hombre se retiró a su habitación.

—¡Lo odio! Y odio que nos trate así como si no fuéramos nada para él. Dijo Shery con rabia en la voz.

Las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, sentía tanto dolor y frustración. Ella solo quería tener una familia como todo el mundo que la apoyara y la amara. Al menos un padre comprensivo y menos borracho.

Pero solo le toco a una loca drogadicta como madre y un agresivo en todos los aspectos como padre ¿Qué había hecho para merecer un castigo así?

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