-VI-

Dándole la espalda, el rubio notaba los labios del mayor sembrar de besos dulces la parte posterior de su cuello.

-¿Te encuentras bien?- le oyó preguntar cogiéndole por sorpresa.

Él nunca había tenido que responder a dicha cuestión.

Con Christian solo tenía que someterse y dejarle hacer.

Después ni besos ni caricias como en ese momento recibía por parte de éste.

Apartando el brazo donde Ian le acariciaba, se alejó de él.

-¿Ángel?-

-Estoy bien- contestó para hacerse un ovillo.

Irguiéndose, Ian intentó tocarle pero Jayden lo esquivó.

-No, no estás bien-

Peor que una m****a y culpándose, volvió a intentar tocarle pero otra vez el joven lo evitó.

-¿Por qué no quieres que te toque?-

-Ya...ya tienes lo que...querías-

Maldiciéndose, Ian se salió de entre las sábanas y comenzó a vestirse.

La había jodido.

Había metido la pata hasta el fondo.

Sin abrocharse la camisa rodeó la cama y se agachó frente al rubio.

-Te he pedido permiso-

Jayden se dio media vuelta, evitandole.

-Jayden mírame-

-¿Ya no soy ángel?- resolló el joven.

Hasta la ingle.

Hasta ahí había metido la pata.

¿Cómo había podido pensar que con simplemente hacerle el amor iba a cambiar?

Tomando asiento al borde de la cama, alargó la mano.

Justo cuando la posó en el hombro del rubio, éste le propinó un manotazo.

-iJayden!-

-Hazme un favor y vete- escupió el joven -Ya he hecho lo que debía ahora déjame solo-

-¿¿Por qué me has dejado seguir??- se ofuscó Ian.

-iEs lo que querías!- espetó molesto Jayden -Ya tienes lo que querías-

-No, yo no quería esto- apuntó Ian poniéndose en pie -Yo quería porque pensé que tú también querías-

-Lo que yo quiera no es importante-

Escuchar tales palabras de los labios del rubio le hizo arrodillarse ante él.

Agarrándole por los brazos le obligó a que le mirara.

-Yo no soy ellos- aclaró -Yo no quiero, únicamente, meterme dentro de ti-

-Suéltame-

-Angel tienes que dejar a un lado ese...odio y permitirte amar y dejar que te amen-

No lo vio venir.

Una bofetada se estrelló en su mejilla la cual le hizo soltar al rubio.

-El amor no existe- escupió Jayden.

-Sí, sí que existe- dándole igual si le volvía a zampar otra bofetada, Ian le asió del rostro y le miró fijamente -Y yo voy a demostrartelo-

-Cómo- alardeó Jayden.

En sus ojos, Ian pudo ver el dolor, la vergüenza, el asco que se tenía hacia sí mismo.

Tragando saliva, acarició su mejilla.

-Será...difícil si tú no me dejas-

Retirándose de sus manos, Jayden le miró seriamente.

-No te preocupes, no me importará abrirme de piernas para cuando lo necesites- espetó.

Poniéndose en pie, Ian exclamó:

-iYo no quiero que te abras de piernas para mí!-

Fulminándole con los ojos, Jayden se colocó a cuatro patas sobre el lecho.

-Eso es lo que soy, a eso he llegado, soy un maldito pedazo de carne para satisfacer y eso ya no lo podrá cambiar nadie-

-iEso no es verdad!- se exasperó Ian.

Cayendo de rodillas ante él, le aferró del rostro y dijo -Tú no eres tal cosa, no...no puedes denigrarte de esa...manera-

Jayden le miraba seriamente cuando de pronto se lo apartó de malas formas.

-iY0 TENÍA UNA VIDA!- gritó.

Tragando saliva, Ian quiso abrazarle pero el joven lo esquivó.

-Era...era un crío, con...con sueños- sollozó      -Solo...solo tenía...quince años y...él se...se me presentó...-

Ian supo que hablaba de Christian.

-Era...me endulzó la oreja, me...me dijo que...era el chico más...hermoso que jamás había visto y yo...yo...se la entregué-

Se derrumbó en el suelo.

-Caí en sus manos, le...le di mi...cuerpo, mi...mi inocencia me fue arrebatada por él y...me...anuló-

Cubriéndose el rostro, rompió a llorar.

Ian no lo dudó.

Acercándose hasta él, se arrodilló delante suya y le abrazó.

Jayden, entre llantos, se aferró de la camisa del mayor.

-No quiero vivir, no quiero vivir así, no...no merezco ninguna oportunidad-

Ian no medió palabra alguna.

Solo se limitó a arroparle en torno a sus brazos.

-So-soy una mala persona, no...no me merezco el cómo me tratas, el cómo me hablas...ni siquiera deberías tenerme aquí contigo, soy...soy un...-

No pudo acabar la frase pues unos labios besaron los suyos.

Lentamente, Ian fue retirándose hasta que, sin dejar de mirarle, repuso:

-De todo se sale y tú vas a hacerlo y ¿Sabes por qué?-

Jayden, todavía aturdido por el beso, negó con la cabeza.

Sin soltar su rostro, Ian descansó su frente en la suya y le musitó:

-Porque yo voy a estar contigo, voy a ayudarte a que veas que con ayuda y paciencia volverás a ser el que eras...-

Rozando su boca con la del joven, declaró:

-Y haré que vuelvas a creer en el amor...ángel mío-

Jayden sintió una especie de agradable cosquilleo por todo su cuerpo.

-Te quiero y pienso hacer todo lo que esté en mi mano para que tú lo veas...y lo sientas-

Despacio, Ian volvió a posar sus labios contra los del chico para besarle largo y tendido.

No volvería a acostarse con él...

Hasta que no viera una notable mejoría en su autoestima.

Estaba, no solo roto, sino hecho trizas.

Pero él lo arreglaría.

Le demostraría que después del peor de los sufrimientos se podía volver a confiar...

Y a amar.

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